NOTICIA ACTUALIZADA A LUNES 4 DE DICIEMBRE DE 2017:
- Fray Conrado: el capuchino valenciano que creaba belenes solidarios con materiales de desecho. Fray Conrado falleció el 10 de octubre de 2015, siendo un gran hombre que dedicó su alma, y su vida, al servicio de Dios y de los más necesitados. Su legado y recuerdo es tan grande que su legado ha perdurado en la siguiente Navidad a su marcha entre los mortales, continuando para en 2016 y para estas Navidades 2017.
La Asociación Fray Conrado- Amigos de san Antonio inaugurará la exposición de belenes realizados con materiales de desecho el próximo miércoles 6 de diciembre de 2017, a las 11 horas, en el convento de San José de Valencia. La muestra, compuesta por cerca de mil belenes, será bendecida por el obispo auxiliar de Valencia monseñor Esteban Escudero tras la celebración de una eucaristía.
Posteriormente, el salón de actos del convento acogerá una actuación poético-musical del grupo artístico ‘Palabras’, según Fernando Sánchez , presidente de la asociación.
La exposición estará ubicada en el sótano y en el salón de actos del convento de los Capuchinos en la calle Cirilo Amorós, 67, de Valencia, y permanecerá abierta hasta agotar los belenes de 11 a 13:30 horas y de 17 a 19:30 horas.
Los nacimientos están elaborados con diferentes tipos de materiales de desecho, como maderas, piñas, huevos o corchos siguiendo la tradición de fray Conrado que inició hace más de 20 años para recoger donativos para familias sin recursos.
Los visitantes pueden adquirir los nacimientos a cambio de un donativo, que será destinado a la atención de más de 200 familias valencianas sin recursos, a la Casa Cuna Santa Isabel, al Cottolengo del Padre Alegre, a la asociación para la Defensa de la Vida Provida, al comedor San José de Benimaclet y a misioneros de la orden capuchina en diferentes países.

La Asociación fray Conrado- Amigos de San Antonio también sigue realizando un reparto de alimentos a centenares de personas sin recursos, cada primer martes de mes.
SOBRE FRAY CONRADO:
Para muchos, la obra del valenciano Juan Bautista Estruch (Ador, 1926 – Valencia, 10 de octubre 2015), conocido como el fraile Conrado Estruch o como “Fray Conrado”, ha sido inmensa.
Tras 89 años de vida, el destino quiso que don Fray Conrado no siguiera con su gran labor caritativa que llevaba cada año. La vida dedicada a la fe comenzó para el fraile a los 22 años, pasando por la Congregación Mariana, por el convento de l´Olleria o siendo destinado, pasados los años, como limosnero en la Vega de Gandía. Es desde 1957, y hasta su fallecimiento, cuando permanece en la portería del convento de San José en Valencia (c/Cirilo Amorós), ligando su vida desde entonces a la orden de los Hermanos Capuchinos. A pesar de esta afirmación, cabe decir que, tal y como nos cuenta Manolo Guallart en la entrevista que hizo al fraile, su labor también ha estado en la cocina y como barrendero, entre otras cosas.

Su amor y su pasión por ayudar al prójimo, a lo largo de sus días entre nosotros, hizo que dedicara gran parte de su tiempo, cada año y durante más de dos décadas, a la creación de belenes de Navidad y representaciones que, tras una recaudación al ser expuestos para la venta solidaria, realizaba con fines benéficos para ayudar a los pobres.
Labor, también, a la que había que sumar su voluntariado junto con numerosas personas caritativas y miembros de la asociación Amigos de San Antonio, asociación que el mismo fundó y que de la cual eran mediadores y colaboradores para hacer llegar el primer martes de cada mes productos no perecederos y alimentos frescos que llegaban a cientos de familias sin recursos que se acercaban a las puertas del convento en Valencia.
Todo comenzó allá por 1987, cuando ya el fraile decidió dedicar su tiempo libre para realizar los belenes solidarios a base de desperdicios y materiales reciclables. La idea surgió gracias a una chica que se casó, quien fue la que le propuso que realizara 60 escenas para el día de su boda. Desde entonces, y a partir del año 1994, que es cuando se toma la decisión de realizar una exposición solidaria en los sótanos del convento para recaudar donativos con la venta de las representaciones navideñas, el trabajo caritativo con los belenes solidarios ha sido habitual cada Navidad…hasta 2015, ya que su última exposición y legado fueron sus últimos 700 belenes de 2014.
Cabe decir que la pasión de los belenes le venía desde muy pequeño, dado que el propio fraile llegó a confirmar en una entrevista a la agencia AVAN que realizaba belenes desde niño y, ya de adulto, elaboró durante años numerosos nacimientos que le pedían para varios hoteles de Valencia como regalo a sus clientes.
La exposición, que cada año se realizaba, lograba recaudar miles de euros en donativos cada Navidad, siendo destinados para la ayuda de muchas familias pobres valencianas así como a diversas órdenes de misioneros y asociaciones, tales como la Casa Cuna Santa Isabel, al Cottolengo del Padre Alegre, a la asociación para la Defensa de la Vida Provida, misioneros de la orden capuchina en Somalia, Guinea Ecuatorial, Bolivia, Colombia y Honduras o como poner en marcha un proyecto, donde colaboró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para abastecer de agua un campo de refugiados en Burkina Faso, que habían huido de Mali por el conflicto armado que sufría el país africano.
Tras el fallecimiento de Fray Conrado, el pasado 10 octubre de 2015 a las 9 de la noche y a la edad de 89 años en el convento de la Magdalena, en la localidad valenciana de Massamagrell, muchos echarán de menos este año los belenes solidarios del capuchino. Meses antes, Fray Conrado sufrió un infarto y un ictus, motivo por el cual le obligo a pasar meses en la cama de un hospital desde agosto de 2015, en el hospital Padre Jofré de Valencia, hasta su traslado al convento de Massamagrell el lunes día 5 de octubre, donde falleció a los pocos días más tarde (el sábado 10 de octubre).
Fray Conrado Estruch llevaba más de dos décadas haciendo nacimientos, donde incluso durante muchos años llego a superar, «de largo», la barrera de los mil belenes por año (1400 en numerosas ocasiones) con el fin de recaudar dinero durante las navidades con fines solidarios. Lo más curioso de todo, como os hemos mencionado anteriormente, es que el valenciano era un gran artista con sus manos y utilizaba cualquier tipo de material, consiguiendo reciclar o dar uso a, por ejemplo, guitarras rotas, restos de pantallas de ordenador o de televisores, máquinas fotográficas deshechas, cáscaras de naranja, ramas de árboles, trozos de troncos, juguetes rotos, máquinas de escribir, cajas de vino, raquetas, pelotas pequeñas, cubertería y todo lo que podáis imaginar por vuestra mente.
«De lo que nadie quiere, de lo que aparentemente no sirve, se puede hacer algo bello, como el Señor hace siempre con tantos. Tenemos más de 1.400 belenes construidos con materiales reciclados…me alegra utilizar lo que no sirve. Es algo que nos da paz y alegría».
«. . .Yo soy pobre y trabajo con medios pobres. Fíjese que siendo pobre, ¡doy de comer a pobres!. . .»
Son algunas de las frases que relataba Fray Conrado en vida a la prensa sobre sus creaciones.
Persona entrañable y querida no solo en Valencia, sino también en su localidad natal, Ador, donde le dedicaron en vida una plaza que lleva su nombre (y ahí sigue), además de nombrarlo hijo predilecto (la primera persona en la localidad) por “haber dedicado toda su vida a ayudar a los pobres y marginados”. Todo esto ocurrió en 2010, cuando Fray Conrado tenía 84 años de edad.
La última exposición benéfica de belenes elaborados manualmente por el fraile capuchino Conrado Estruch, la 22ª edición, fue en 2015 en el sótano del convento, ya sin la presencia del fraile que había fallecido meses antes. Ésta estuvo abierta hasta que se agotaron los belenes, los últimos belenes solidarios que Fray Conrado realizó en vida. Al acto emotivo de la inauguración acudieron cientos de personas para ver el último legado de Conrado Estruch, unos 700 belenes, pudiendo contemplar emotivos homenajes, donde por ejemplo el músico italiano, Sergio Zani, interpretó «my way» de Frank Sinatra, porque así es como vivió el religioso, «a su manera», según Zani.
Desde entonces, la asociación que el mismo fundó sigue realizando la misma labor cada martes de principios de mes, aunque hay algo que este año cambiará: no podremos asistir a las creaciones que cada Navidad Fray Conrado realizaba con todo su cariño, aunque sin embargo su legado perdura gracias a la Asociación fray Conrado- Amigos de San Antonio, quienes continúan realizando belenes. Descanse en paz, pues, este buen hombre.
Fuentes:
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