En la localidad de Navajas (Castellón), en plena naturaleza, se encuentra un salto de agua rodeado de vegetación en plena naturaleza, recomendado para pasar el día en los alrededores y caminar al aire libre, alejado de este mundo tan rápido. Al lugar, que en época posterior a las lluvias y nieves se ve bajar el agua con fuerza por su brazal, se le conoce como paraje de “El Salto de la Novia”, una gran cascada que desciende a más de 30 metros de altura para precipitarse en las aguas del río Palancia. Todo un espectáculo. Eso sí, antes de continuar, cabe decir que, realmente, el Salto de la Novia son 2 piedras que hay en el río, las cuales forman un estrecho en el cauce del mismo, dando lugar a la leyenda.
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Tal es su belleza que, en los últimos años, el Salto de la Novia se ha convertido en lugar de obligada visita para cientos de turistas venidos desde muchos puntos de la provincia, la Comunitat o de cualquier parte. En familia, pareja, amigos o en grupo de excursión, cualquier excusa es buena para disfrutar del brazal, sus pozas para el baño y el paraje que lo rodea, aunque por desgracia esto ha generado controversia entre los vecinos y residuos ante la afluencia generada a más cada año.
Es por eso que, como medida de regularización y organización, se ha llevado a cabo una nueva ordenanza para cobrar entrada al acceso y baño al Salto de la Novia y sus pozas, destinando así lo recaudado en limpieza, conservación y mantenimiento del entorno, además de dotar éste de papeleras o servicios, sin que la población acarreé con más gastos de los que cada verano sufragaba para mantener el paraje limpio por el poco civismo de muchos de los visitantes.
El precio es de:
- 2 euros ENTRADA GENERAL.
- GRATIS Niños menores de 10 años (acreditando con libro de familia o similar).
- Vecinos de la población o empadronados, GRATIS.
SOBRE LA LEYENDA DEL SALTO DE LA NOVIA:
Su nombre, sin embargo, se debe a una leyenda existente en la zona, lo que la convierte en un lugar enigmático y de obligada visita, además de por su espectacularidad.
Esta leyenda cuenta que, hace muchos años, existía la costumbre de que los novios, antes de casarse, realizaran una prueba en la zona donde se dispone el salto, en los alrededores, donde al parecer el río se estrechaba. En ese mismo lugar era donde se debía de llevar a cabo un simple rito tradicional como prueba de amor, para disponer de felicidad, fertilidad y una vida plena juntos. La leyenda cuenta también que los novios que no superaban la prueba de fe y amor en la zona, significaba que iban a ser desgraciados en vida estando juntos, por lo que la pareja se rompía antes del matrimonio.
De aquel rito ceremonial surgió una fatalidad y desgracia, donde cuenta la leyenda que dos jóvenes murieron antes del matrimonio. Se dice que un día, ante la atenta mirada de la gente del pueblo, dos jóvenes, que no creían en la tradición, se acercaron a la zona para realizar la prueba. A pesar de no creer en esta tradición, pues para ellos su amor prevalecía por encima de cualquier cosa, quisieron hacerla por voluntad propia.
El destino quiso que, en aquella ocasión, una serie de fatalidades se dieran cita. Al parecer, aquel día, el Palancia bajaba revuelto y con fuerza, tanto que el agua formaba música al romper con las rocas. A pesar de esto, los dos jóvenes quisieron seguir con la prueba de fe ante la atenta mirada de los asistentes.
Así que, la joven, que nerviosa por la fuerza del río, salto cogiendo carrerilla hacia el otro extremo del río, en su estrechez. Pero aquella fue la última vez que se le vería en vida, pues el destino quiso que cayera al agua siendo arrastrada por su fuera hasta un remolino que la hizo desaparecer. Ante aquellos hechos, el joven, loco por lo ocurrido, salto al río para intentar rescatarla, pero también fue la última vez que se le vio con vida, pues corrió la misma suerte que su amada. Sus cuerpos, sin vida, fueron encontrados río abajo.
Los vecinos, tristes y consternados por lo ocurrido, decidieron dinamitar el paso para que, en un futuro, nadie corriese la misma suerte intentando repetir una tradición que, desde entonces, nadie realizó.
Según se cuenta, al parecer, en las noches de luna llena se escuchan gemidos y sollozos de tristeza de aquellos que perdieron la vida, y la cascada que cae, no es otra cosa que el lamento que llora la pérdida de los jóvenes fallecidos en forma de cola de novia, convirtiendo la estampa, para quienes visitan este lugar, en una preciosa imagen de un brazal que envuelve el río con su blanco manto.
Foto de portada:
- El Salto de la Novia, Navajas. Fuente: http://castellon-en-ruta-cultural.es/
Fui el sábado 21 de octubre , soy mayor de 70 y me cobraron dos euros, una entrada cara .
Es ilegal cobrar por acceder a una zona de dominio público como es un cauce fluvial
No te cobran para acceder, te cobran para aparcar en los alrededores, cosa muy distinta. Se juega con eso.