- Chelva conserva hoy día en su casco urbano la impronta dejada por los pueblos que la habitaron a lo largo de la historia, un lugar donde árabes, judíos, moriscos y cristianos legaron su patrimonio.
Chelva, que proviene de SILVA ‘bosque’, donde la influencia del árabe palataliza la s inicial, conserva hoy día en su casco urbano la impronta dejada por los pueblos que la habitaron a lo largo de la historia, un lugar donde árabes, judíos, moriscos y cristianos legaron su patrimonio. El municipio situado en el interior de Valencia, en la comarca de La Serranía, dispone de algunos de los barrios históricos con más personalidad y bonitos de nuestra provincia.
De esta manera, quienes paseen por sus calles podrán deleitarse recorriendo diversos barrios históricos, como el Barrio Árabe de Benacacira, que mantiene el aire oculto, misterioso y recoleto que esta cultura confiere a sus espacios. Sus calles estrechas, el rumor del agua de sus innumerables fuentes, sus casas encaladas, nos evocan la ciudad medieval construida sobre una pefla y rodeada de murallas para asegurar su defensa. Obligado pasear por sus callejuelas, admirar los azulejos de los siglos XVIII y XIX y visitar la plaza que ocupó el zoco y la mezquita musulmana, sobre la cual a partir del s.XIV se erigió la ermita de San Jorge y, ya a principios del s. XVIII, la actual ermita de la Soledad. El barrio fue construido en el siglo XI sobre un promontorio (elevación del terreno o monte de poca). La medina musulmana que se halla en el barrio conserva en la actualidad su trazado urbano intacto, todo un lujo.
El Barrio Judío del Azoque, intacto en su trazado original, con calles estrechas y porches de acceso, es un espacio cerrado al mundo exterior que conserva su homogeneidad y nos evoca la unidad del pueblo judío. El barrio está sin salir de la ciudad y al otro extremo, donde la aljama judía, que permanece intacta en su trazado y ambiente, tiene callejones estrechos y soportales como el de la Parra, Camote o la antigua Cuesta del Onsal, ahora llamada Cuesta de misa.
El Barrio del Arrabal o Barrio Morisco, también conocido como la morería del Arrabal, fue creado a partir del s. XIV en los arrabales de la ciudad amurallada, el cual traslada el mismo concepto de ciudad musulmana, creando un barrio populoso extramuros donde se fueron asentando moriscos y cristianos recién llegados. En su seno se erigió la Mezquita de Benaeça, posteriormente ermita de Sta. Cruz, y en el s. XVII la ermita de los Desamparados, que según cuentan las crónicas se levantó sobre el solar de la casa de un «desamparado», un morisco ejecutado por haber asesinado al Vizconde enamorado de una mora vasalla. De trazado serpenteante, conserva también el trazado y elementos históricos que hacen de él un atractivo turístico singular. En el recorrido por estas calles también se puede admirar ricas muestras de azulejería de los siglos XVIII y XIX.



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Por último, dentro de la villa, también está el precioso Barrio Cristiano Medieval, un barrio construido después de la conquista de Jaume I. Algunos de estos barrios, como Murtera, Ollerías o Moreras, crecieron en torno al barrio de árabe de Benacacira y el palacio, orientados hacia el río y ampliándose la muralla para ir acogiendo las nuevas disposiciones y que no se quedaran extramuros.
Cabe destacar, y resaltar, como los antepasados de la villa siguieron como patrón, entre todos los barrios, al agua, para que hoy los que visitan Chelva puedan disfrutar de la maravillosa ruta del agua de Chelva.
La ruta del agua de Chelva: una ruta llena de cultura histórica y naturaleza