En Valencia hay un lugar donde se pueden comer las famosas bravas del antiguo Mesón Torrescal de Requena, uno de los míticos bares de Requena que fue famoso, durante décadas, por sus bravas, lugar de obligada peregrinación gastronómica.
Para quien no lo sepa, el antiguo Torrescal fue conocido como el templo del sepionet y las patatas bravas, uno de los restaurantes más míticos y de mayor facturación de la toda la comarca. Por suerte, A pesar de su desaparición, la receta de las patatas bravas del Torrescal de Requena, una elaboración que data de 1969, sigue viva.
Y todo gracias a que en Valencia capital existe un rincón llamado A lo Alto, ubicado en carrer de Bélgica nº3 (teléfono 605 84 88 43), en el que sus propietarios, Javier y Daniel, han sabido continuar la tradición bravera. Resulta que el padre de Dani fue el fundador del bar y de la receta de las patatas bravas del Torrescal. Fue el propio Dani el que siguió con la tradición familiar hasta el cierre del Mesón en 2005, y ahora, por suerte, se ha rescatado la receta secreta para que la gente de toda Valencia vuelva a probar las famosas bravas por las que muchos han mojado y mojado, con pan, tantos platos.
A lo Alto, abierto desde marzo de 2019 en el interior de un local moderno y acogedor muy cerca del estadio de Mestalla, es una típica taberna y bodega de toda la vida en la que ofrecen más de 12 referencias de vinos por copas y una gran variedad de botellas de alta calidad, un local donde cuida mucho el producto de ciudad en la cocina con recetas de toda la vida intentando darles un giro más actual.
Además de ser especialistas en las famosas bravas, también pueden encontrarse en su carta clásicos como los torreznos (espectaculares), jamón, quesos e ibéricos, tartar de atún, rabo de toro, pulpo u oreja a la plancha.

