En pleno corazón de la Marina Alta, en el punto kilométrico 9,32 de carretera o Camí Cabanes del término municipal de Xàbia, se encuentra un curioso rincón gastronómico digno de visita por múltiples razones.
Hablamos de Ca Aleix, un restaurante que, tras visitarlo por recomendación, podríamos decir que se trata de uno de los lugares gastro con más encanto de la provincia de Alicante, pues el espacio alberga un proyecto gastrocultural que une arte, gastronomía y naturaleza.
Allá, el visitante, además de poder disfrutar de una cocina autóctona con producto de proximidad y propuestas muy interesantes (como por ejemplo arroces tradicionales o la fideuá de figatells y garbanzos que comimos), podrá encontrar una tienda bio junto al aparcamiento (Boutiquería & Co); esculturas del javiense Toni Marí, el llamado escultor o modelador del hierro (que tiene allá su taller); palmeras y olivos, entre otros árboles, en el jardín realizado por Mateu y Sandra, propietarios de los viveros Montgó Verd; una cascada artificial; o también esculturas del famoso alcireño Juan García Ripollés.
Llama poderosamente la atención la gran figura que da la bienvenida al restaurante, junto al amplio aparcamiento, una gran obra del escultor local Toni Marí que recibe el nombre de la ballena Antonia.
@valenciabonita¿Una gran ##ballena en un restaurante de la ##ComunitatValenciana? 🐋🐳😯♬ Golden Childhood Days – BDKSonic
Ver esta publicación en Instagram
En nuestro caso apostamos por degustar pan de la casa con allioli y tomate, croquetas caseras, buñuelos de bacalao, unas cocas y, de principal, fideuá de figatells y garbanzos a compartir (además de botellita de vino, cerveza, agua y copa). En total, 35 por cabeza, nos encantó. Volveremos para probar el tartar o la torrija casera, entre otras opciones de la carta, que podéis ver en https://www.restaurantecaaleix.com/.
Eso sí: recomendable reservar al teléfono 629 268 900, pues es un restaurante muy famoso en el lugar, el cual abre ahora también en las noches de verano.
Este artículo no es una colaboración pagada, sino una experiencia personal gastronómica. Este medio trata, con ello, buscar opciones interesantes aportando valoraciones subjetivas sin que los propietarios de los restaurantes puedan saber de nuestra visita mientras degustamos su cocina, actuando como clientes sorpresa.