Valencia, miércoles 13 de enero de 2022. “Bardissa” es el nombre del proyecto ganador del concurso para diseñar el futuro Jardín Trini Simó, en el solar de los Jesuitas, inspirado en la huerta de Valencia, que se ha presentado esta mañana. Un nuevo “pulmón verde” y un “espacio emblemático” para Valencia que incorporará los tres elementos del paisaje agrícola: huertos, caminos y acequias, además de setos —en valenciano bardisses— o plantaciones aromáticas. Arranca así el proceso para crear una supermanzana verde que articulará el Jardín Botánico en continuidad con el Jardín de las Hespérides, la gran vía Ferran el Catòlic, las calles peatonales adyacentes, el espacio del colegio de San José, el paseo Pechina y el Jardín del Túria. El Ayuntamiento ha premiado con 10.000 euros la propuesta del despacho del arquitecto Carmel Gradolí y ahora el equipo debe redactar en seis meses el proyecto definitivo, cuyo presupuesto se estima en alrededor de dos millones de euros, incluidos en la petición de los fondos europeos Next Generation. El alcalde, Joan Ribó, acompañado del vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha manifestado que “dejará un legado extraordinario para la ciudad” y “resuelve una histórica demanda ciudadana encabezada por el primer Salvem, Salvem el Botànic”.
🌿 Presentem la proposta guanyadora del Concurs d’Idees per al Jardí Trini Simó, un gran projecte de ciutat impulsat pel govern de #València amb la col·laboració de l’@UV_EG.
Fem realitat una demanda ciutadana històrica protagonitzada per la plataforma «Salvem el Botànic». pic.twitter.com/z1k5cdMoin
— Joan Ribó (@joanribo) January 13, 2022
📋 La proposta guanyadora ha sigut «Bardissa» i l’equip proponent serà l’encarregat de redactar el projecte de creació d’esta gran illa verda 🟢 que articularà el Jardí Botànic en continuïtat amb el Jardí de les Hespèrides i el Jardí del Túria 🌻 pic.twitter.com/1eIc6Y6Qhz
— Joan Ribó (@joanribo) January 13, 2022
🌾🟠 El Jardí Trini Simó serà un homenatge a l’ús que va tindre originàriament l’espai, però també a la lluita veïnal gràcies a la qual #València és ara una ciutat més amable, sostenible i saludable, un compromís que hem assumit des d’este govern municipal. pic.twitter.com/BczP4Cm4I9
— Joan Ribó (@joanribo) January 13, 2022
El jurado ha valorado el cierre del espacio, la relación con el Jardín de las Hespérides, el equilibrio entre las tres zonas dedicadas a la huerta y la viabilidad económica, entre otros. El alcalde ha señalado que “el Jardín Trini Simó será la memoria del uso que tuvo originariamente el espacio, ahora dentro de la ciudad y del solar de los jesuitas, útil para el desarrollo de la formación en agricultura urbana y atractivo para habitantes y visitantes”. Además, ha añadido, “será la memoria de la lucha vecinal de esta ciudad ——la movilización vecinal para preservar la Devesa y la Albufera frente la construcción de hoteles o el Jardín del Túria, frente a una autopista, son ejemplos— gracias a la que Valencia es ahora una ciudad más amable, sostenible y saludable”. En ese sentido, Ribó ha recordado que “este jardín llevará el nombre de Trini Simó, una de las personas que más luchó para que algún día fuera posible este nuevo pulmón verde de la ciudad”.
El máximo responsable municipal ha subrayado “estar orgullosos de haber cumplido dentro del plazo previsto todo los compromisos que habíamos adquirido con este concurso, uno de los proyectos más importantes de este gobierno”. “Bardissa”, del despacho de arquitectura de Carmel Gradolí, ha sido la propuesta ganadora entre las ocho candidaturas presentadas. También ha habido dos accésits: el trabajo “Huit séquies”, liderado por la arquitecta Lola Doménech y premiado con 5.000 euros, y “Miradhort”, de los arquitectos Juan Miguel del Rey y Carlos Campos, que ha recibido 3.000 euros. Entre los miembros del jurado se encuentra el urbanista Carles Dolç; el director del Jardín Botánico, Jaume Güemes, y Maribel Llorente, heredera de la plataforma Salvem el Botànic.
Por su parte, el vicealcalde Sergi Campillo ha detallado que se ha valorado “muy positivamente” la propuesta ganadora “Bardissa” por “la conexión que se hace de los ejes norte-sur y este-oeste, las alineaciones con las vías colindantes, el cierre del jardín, la relación con el Jardín de las Hespérides y el equilibrio de una propuesta que une la respuesta a las exigencias del pliego con un programa de usos y espacios de gran interés y atractivo”. Asimismo, se ha tenido en cuenta “el equilibrio entre los espacios dedicados a la huerta con una finalidad más didáctica, focalizada a la investigación y la exposición botánica viva con los dedicados a espacios públicos estanciales para usos diversos y recorridos para los visitantes, todos ellos en perfecta armonía y conjunción”.
Otro de los aspectos apreciados ha sido “el discurso botánico y medioambiental, el fomento de la biodiversidad urbana, la viabilidad económica del proyecto, la viabilidad de su mantenimiento, y la gestión del agua y de las acequias diseñadas”. Además, se ha considerado la integración del futuro Jardín Trini Simó con el entorno del Jardín Botánico, Bien de Interés Cultural (BIC) con más de dos siglos de historia, y los inmuebles declarados Bienes de Relevancia Local (BRL) de la Alquería del Beato Gaspar y el colegio de San José de la Compañía de Jesús.
“Bardissa”:
El equipo multidisciplinar liderado por el arquitecto Carmel Gradolí es el autor de la propuesta ganadora del concurso de ideas. Según Gradolí, “Bardissa” parte del documento “Ideas para una oportunidad” que hizo la ciudadanía en 1999, con el planteamiento de que “no es solo un jardín, que es relativamente pequeño, sino una parte importante para la reconexión de esta isla con la infraestructura verde del río, con el Botánico, para unificar el conjunto de elementos patrimoniales y a nivel de biodiversidad”. Por eso, “se da una alternativa que, más allá de los límites de estos terrenos, trata de articular toda la isla, convirtiendo la calle Beat Gaspar Bono en un eje articulador”.
Lara Llop, arquitecta del despacho de Gradolí, ha explicado que “a nivel urbano, la propuesta potencia el sistema Botánico-Jesuitas como elemento destacado de la fachada Norte de la Valencia histórica, recuperando su imagen tradicional”. Por otro lado, “a nivel de barrio, se refuerza la estructura de la gran isla botánica que, a los dos laterales del eje de la calle Beat Gaspar Bono, constituirá un conjunto de referencia en cuanto a las ciencias naturales”. Así, “un sistema de plazas que va desde la plaza Sant Sebastià hasta el Jardí del Túria articula internamente ese conjunto creando un recorrido entre setas, elemento característico de los hortus conclusus históricos de Valencia”. De esta manera, “Bardissa responde a la conexión del sistema Botánico-Jesuitas con el Jardín del Túria e integra el conjunto de la plazoleta de Sant Miquel i Sant Sebastiá intermediando la adecuación de preferencia para peatones de la calle Quart, una actuación que coincide con las conclusiones del proceso El Botànic es Mou”.
La técnica ha puntualizado que el proyecto amplía e integra el Jardín de las Hespérides, sin alterarlo, y se configura como un nuevo jardín hortofrutícola inspirado en la producción alimentaria de la huerta, que incorpora los tres elementos que la definen: los huertos, los caminos y las acequias, además de otros, como los setos, las plantaciones aromáticas, las edificaciones y las plantas útiles que no son de cultivo. El futuro Jardín Trini Simó evocará el paisaje de la huerta, facilitará la accesibilidad, fomentará la biodiversidad, complementará los huertos didácticos del Jardín Botánico y dispondrá de espacios para el descanso y la reunión.
MEMORIA BARDISSA:
El solar de Jesuitas se convertirá en un nuevo pulmón verde para la ciudad de #Valencia dedicado a la huertahttps://t.co/0pNMKuE4pC pic.twitter.com/2HN7WqYiUr
— Valencia Bonita ® (@valenciabonita_) January 13, 2022
Bardissa asume la vigencia del documento Ideas para una Oportunidad como horizonte de futuro deseable para la ciudad y para el conjunto Botánico-Jesuitas. El diseño de Bardissa, técnicamente, urbanística y económicamente viable en la actualidad, será parte de la solución que, con seguridad, la ciudad acabará adoptando para esta área:
- A nivel urbano, se potencia el sistema Botánico-Jesuitas como elemento destacado de la fachada Norte de la Valencia histórica, recuperando su imagen tradicional.
- A nivel de barrio, se refuerza la estructura de la gran manzana botánica que, a ambos lados del eje de la calle Beat Gaspar Bono, constituirá un conjunto de referencia en lo que respecta a las ciencias naturales.
Un sistema de plazas que va desde la plaza de San Sebastián hasta el Jardín del Turia articula internamente ese conjunto creando un recorrido entre vallas, elemento característico de los hortus conclusus históricos de Valencia.
Bardissa responde así a dos determinaciones del PEP de los entornos de BIC de la zona: conexión del sistema Botánico Jesuitas con el Jardín del Turia e integración en el conjunto de la plazoleta de San Miguel y San Sebastián mediante la adecuación de preferencia peatonal de la calle de Quart . Esta actuación coincide con las conclusiones del proceso El Botànic es Mou.
Bardissa, ubicada en un Área de Vigilancia Arqueológica, contempla la redacción del correspondiente Proyecto de Intervención Arqueológica y la supervisión arqueológica de la ejecución de los trabajos. Bardissa también propone la recuperación de los pavimentos de Nolla, restos de las edificaciones del Colegio de Jesuitas, incorporados a los nuevos pavimentos de la propuesta.
El Jardín de las Hespérides, un espacio con buen diseño y contenido, se creó para una situación urbana que, afortunadamente, no se ha producido y aparece como un elemento ajeno a su entorno. Bardissa, sin alterarlo, lo amplía e integra, haciéndole partícipe del conjunto de la isla y dándole un nuevo sentido urbano.
Bardissa, nuevo jardín horto-frutícola de los terrenos de Jesuitas, integra la colección de cítricos de las Hespérides en un conjunto más amplio inspirado en la producción alimentaria de l’Horta, incorporando los tres elementos que la definen: los huertos, los caminos y las acequias, además de los elementos secundarios pero importantes para garantizar el equilibrio agro-ecológico: los zarzales, las plantaciones aromáticas, las edificaciones y las plantas útiles que no son de cultivo.
Así, Bardissa complementa los huertos didácticos del Jardí Botànic incidiendo en los aspectos paisajísticos, lúdicos, de disfrute y de fomento de la biodiversidad que aquellos no tratan, pero que también caracterizan a l’Horta. Por eso, evoca el paisaje de l’Horta, facilita la accesibilidad a un jardín inclusivo y fomenta la biodiversidad con hábitats para plantas y animales que participan del equilibrio agroecológico contribuyendo al control de plagas. El tratamiento de los restos de poda de las plantas de huerta para el compostaje es un elemento de sostenibilidad y didáctico que cierra el ciclo de los cultivos.
Los caminos, con huertos, acequias y edificaciones, son los elementos estructurantes de l’Horta, garantizando la accesibilidad adecuada a todos los lugares. Bardissa los reconoce como elementos determinantes de la propuesta en cuanto a la accesibilidad a los huertos, la inclusividad de los espacios y la definición del paisaje. Por ello, se ha hecho un diseño esmerado de su sección, que, conservando la sencillez característica de ese paisaje de los caminos de l’Horta, responde a la complejidad de las exigencias funcionales, humanas, paisajísticas y ecosistémicas a las que ha de responder.
El ciclo edáfico del suelo, el sistema rotativo de cultivos, las floraciones del seto, la estacionalidad del arbolado y fauna auxiliar (polinizadores, insectívoros y parasitoides) coordinan sus ciclos para mantener el equilibrio agro-ecológico del sistema.
Bardissa contempla una accesibilidad inclusiva: todos sus espacios son accesibles, con pavimentos que facilitan la circulación (baja pendiente, regularidad y antideslizante). Al final de cada camino hay un espacio de descanso soleado con bancos, vegetación ornamental característica de l’Horta (rosales, lirios, jazmines…) y árboles útiles de hoja caduca: bonos en verano y en invierno.
Por el mismo motivo, existe una zona de acceso con espacios para el descanso y la reunión y con servicios higiénicos accesibles que facilitan el uso del jardín para las personas de cualquier edad, género o diversidad funcional.
Fuera de los muros, Bardissa complementa el arbolado urbano generando una canopía continua, un corredor de biodiversidad que conecta la infraestructura verde. Dentro de los muros, Bardissa interpreta en clave de jardinería el paisaje de l’Horta, con sus diversos hábitats. El hábitat del agua, balsas y acequias con plantas acuáticas, insectos y anfibios. El hábitat de los cultivos, con el huerto de frutales que conecta con Hespérides y los dos bancales de hortalizas que se cultivan en rotación (plantas de fruto, de raíz, leguminosas y de hoja). Finalmente, los árboles útiles que encontramos aislados en los márgenes y en las edificaciones: el nouer, el azufaifo, el almez, el níspero, el granado… y, claro, la parra. Y, ligando el conjunto, el paisaje de los elementos secundarios que sostienen la biodiversidad: muros, vallas, setos, plantaciones de aromáticas y ornamentales…
Bardissa incorpora al muro que la separa del trasiego de la Gran Vía, una estructura que puede ser pérgola emparrada o edificación de soporte con almacén y patio de mantenimiento, con zona para el compostaje. También aloja los servicios higiénicos inclusivos. Esta edificación facilita pues el uso y mantenimiento del jardín.
La construcción, además, debe servir como refugio de fauna diversa y útil para garantizar el equilibrio agroecológico. Los muros de hormigón ciclópeo de cal, con irregularidades e incrustaciones cerámicas -¡esa forma de reciclar los escombros tan típicos de vallas y construcciones de l’Horta!-, son refugios para la fauna (dragoncillos, lagartijas, avispas parasitoides, arañas, tijeretas , murciélagos…). La iluminación tenue e indirecta genera zonas de cacería de mosquitos para los dragones. En el doble techo de las edificaciones, podrán anidar los gorriones. En los vuelos de las cubiertas, encontrarán su sitio golondrinas y aviones. Las cajas nido en el arbolado completan el sistema de control de plagas mediante la biodiversidad.
El paisaje del agua, un ciclo con la balsa de arriba y la de abajo, la acequia madre y las regadoras que permiten el riego a manta de los huertos, sistema tradicional y más favorable para el ecosistema y los acuíferos. El agua de ese sistema vendrá de la red de baja presión alimentada desde el pozo cercano al Jardín del Turia. Las superficies drenantes (adoquines cerámicos y tierra compactada) contribuyen a recargar los acuíferos ya evitar la isla de calor.
Bardissa se ha resuelto con tecnologías y soluciones probadas, de construcción sencilla y relativamente económica, con un presupuesto de ejecución material estimado de 1.455.500 €. Un estudio económico esmerado garantiza la viabilidad de su ejecución. Además, esa sencillez facilitará la gestión integral y el mantenimiento del jardín.