Situada en la zona urbana intermedia entre el Cabanyal y el Cañamelar, en calle de la Reina número 96, se encuentra la parroquia de Cristo Redentor y San Rafael Arcángel, la cual ocupa el área de una antigua ermita fundada a mediados del siglo XIX, habiéndose realizado su obra actual, por lo menos la fachada a dicha calle -lo que confirma su estilo- a principios del siglo XX; siendo creada parroquia de feligresía en 21 de noviembre de 1957, poco después de la riada de octubre del mismo año, que tanto la afectó, por lo que seguidamente se la restauró, empezando las obras en mayo del siguiente año y abriéndose al culto en 8 de marzo de 1959.
Como curiosidad, tal y como nos cuenta el párroco en nuestra visita, durante la Guerra Civil española la propia parroquia quedo destrozada en su interior al caer una bomba que entró por una de sus ventanas laterales. Una de tantas de las que cayeron en los Poblados Marítimos.
La parroquia de Cristo Redentor y San Rafael Arcángel ocupa un espacio de 7 metros, de fachada, por veintidós de profundidad, con cubierta plana y lo que, artísticamente, la singulariza, sobre todo en el distrito marítimo, una característica y bien conocida fachada, modernista, de hacia 1900, con la incidencia del estilo gótico que tipifica algunas fases de este estilo.
Dicha fachada tiene doble acceso, por sendas pequeñas puertas, ceñidas por molduras en forma conopial aguzada, con cardinas o frondas, y cruz floral en sus remates. En alto, entre ambas puertas, un rosetón calado, del citado estilo neogótico, y pináculos en los extremos, en consonancia artística. Asimismo, un pequeño retablo de azulejos, deteriorado, con la representación de la Santísima Virgen con el Niño Jesús, y sobre ellos la Santísima Trinidad.
Al interior, un arco separa o señala el espacio último, o del altar mayor, presidido éste -o constituyéndolo- por un Cristo Crucificado, de talla sobre el Sagrario, obra, como las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y la Inmaculada, adosadas, en ese espacio último a los muros laterales, del imaginero catalán Francisco Juventeny.








El restante espacio, jalonado por molduras o salientes, en papel de arcos fajones, se ocupa, a la derecha en el primer espacio, por una pila bautismal, y en el tercero, al mismo lado, por un cuadro de San Pío X, firmado por Ortuño.
Enfrente, o sea al lado izquierdo, un retablo de una sola tabla, de la Virgen «negra», de CZestochowa, reproducción del original bizantino, pintado en el siglo VI, y llevado a Polonia en el XII, todo según la inscripción allí constante de que fue «donación de los refugiados de aquel país, en prueba de hermandad con los valencianos durante la catástrofe de las inundaciones del otoño de 1957», y destinada a esta parroquia por el Arzobispo de Valencia Doctor Don Marcelino Olaechea, ocasión en la que cabe fundadamente creer estuvo presente el hoy sumo Pontífice, Juan Pablo II, entonces arzobispo Karol Wojtyla, a la sazón por aquellas fechas en Valencia, visitando a sus compatriotas, aquí residentes y hospedándose en el palacio Arzobispal de Valencia.
El pequeño e interesante templo ostenta en alto la inscripción «Nos has redimido con tu preciosa sangre». Esta parroquia, al igual que otras de los Poblados Marítimos, participa activamente en la Semana Santa Marinera, donde tiene especial mención el encuentro entre las imágenes del Santísimo Cristo del Salvador y del Amparo, imagen titular de la Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador y del Amparo, y el Santísimo Cristo del Salvador, o un Solemne Vía Crucis cantado con posterior desplazamiento desde la parroquia de la Hermandad del Santísimo Cristo para depositar en el mar un ramo de flores y rezar una oración por todos los difuntos vinculados con la Semana Santa Marinera, por la Paz del Mundo y por todos aquellos que han perdido la vida en sus aguas.
Fuentes:
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