EL NUEVO CAUCE DEL TURIA, SEGURAMENTE, NO RESISITIRÍA UNA RIADA COMO LA DEL 57:
El pasado mes de noviembre de 2014, hace ya casi 8 años, el Ateneo Mercantil de Valencia acogió una mesa redonda de debate bajo el nombre ‘¿Resistiría Valencia otra riada como la de 1957?’, organizada por el grupo de trabajo «Impulso a Valencia».
En dicha mesa participaron en la mesa Vicente Fullana Serra (Prof. Dr. Ing. de Caminos, Canales y Puertos y Catedrático de Ingeniería Hidráulica, Moderador), Martín Quirós Palau (Exdiputado en les Corts y miembro del Consell Valencià de Cultura), Francisco Pérez Puche (Periodista y escritor. Autor del libro: “Hasta aquí llegó la Riada: Valencia y el Turia”) y Juan José Moragues (expresidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar).
Durante la jornada se dio a conocer un informe del mismo año, del mes de mayo, que advertía del posible riesgo de sufrir una riada como la de 1957, tal y como se puede ver al completo en el estudio en PDF ACTUALIZACIÓN DEL PLAN SUR DE VALENCIA. ESTUDIO INFORMATIVO ACERCA DE LOS RIESGOS DE QUE VALENCIA EXPERIMENTE UNA NUEVA INUNDACIÓN CATASTRÓFICA.
Los ponentes y firmantes del Grupo de Análisis “Impulso a Valencia” (Gaspar Llinares, Martín Quirós, Vicente Fullana, Ramón Doménech, Óscar Peris, Antonio García, Mª José Adalid y José Pellicer), extraían en mencionado informe, como conclusión, que los registros históricos y arqueológicos, así como las estadísticas, nos alertan de que tarde o temprano la meteorología volverá a repetir, o incluso empeorar, una situación como la que Valencia experimentó en el año 1957, por lo que el cauce del Turia tendría que soportar ingentes caudales. Situación en la que sin duda influirán los fenómenos asociados al cambio climático.
El informe afirma que Valencia, por su ubicación geográfica y la orografía del territorio circundante, tiene una climatología singular, notoria por su variabilidad y por ser proclive a la formación de “gotas frías” que pueden llegar a descargar precipitaciones muy elevadas. Como consecuencia, ha experimentado inundaciones provocadas por avenidas del río Turia desde su fundación en la época romana, como atestiguan los más de cinco metros de espesor de los sedimentos aluviales hallados en las excavaciones arqueológicas. Existen registros de las numerosas inundaciones acaecidas desde 1321 hasta 1957, los cuales nos indican que el período de retorno de las riadas en Valencia es de 27 años. Sin saberlo, Valencia está jugando a la ruleta rusa de la gota fría.
El estudio detalla que en los registros de los 636 años transcurridos desde 1321 –los “Llibres de Consell” anteriores desaparecieron en un incendio– hasta 1957, se han contabilizado 24 episodios de riadas en Valencia, en los años 1321, 1328, 1340, 1358, 1406, 1427, 1475, 1517, 1540, 1581, 1589, 1590, 1610, 1651, 1672, 1731, 1776, 1783, 1845, 1860, 1864, 1870, 1897 y finalmente 1957, sumando otras menores, aunque muy caudalosas, que aparecen detalladas, como por ejemplo la de 1866, en 1876 o la de 1949. Esto supone que el período de retorno o intervalo de recurrencia de una riada en Valencia tiene una estimación de 27 años. Por lo tanto, desde un punto de vista estadístico, este período se cumplió en 1984 –1957+27–. Esto supone que la probabilidad de que en breve haya una gran avenida del río Turia es notablemente elevada, en concreto desde 2014 [2014‐1957=57años] es de un 88%: 1‐(1‐(1/27)57).
La estimación del caudal máximo de la Riada del 57 –3.700 m3/segundo– tenía elevada incertidumbre, dados los medios existentes y el estado de la técnica en aquel entonces, lo cual ha sido reconocido por la propia Confederación Hidrográfica del Júcar –organismo estatal competente en la materia– que ha pasado a estimarlo entre 4.200 y 4.400 m3/segundo. Una cifra quizás más realista estaría en torno a los 6.000 m3/segundo, aunque hay estimaciones de hasta 10.000 m3/segundo.
Refrán valenciano: “a la vora del riu no fases niu”.
El Nuevo Cauce del río Turia se proyectó para una capacidad de avenamiento de 5.000 m3/segundo. Pero incluso la misma Confederación Hidrográfica del Júcar reconoce que dicho cauce no alcanza la capacidad de diseño, siendo sus estimaciones actuales de 3.700 m3/segundo de capacidad. Curiosamente, la misma cifra que reconoció en 1957 como máximo oficial de dicha riada.
Un estudio advierte del riesgo de sufrir una riada como la del 57. El grupo de análisis «Impulso a València» dirigido por el Ateneo Mercantil asegura que la probabilidad de inundación desde 2014 es del 88%.
Un estudio advierte del riesgo de sufrir una riada como la del 57 (actualitatvalenciana.com)
En definitiva, el Nuevo Cauce quizás no podría evacuar una riada como la de 1957, incluso con las cifras admitidas por la Confederación Hidrográfica del Júcar. Por lo tanto, en dicho supuesto, habría una inundación generada por el excedente de caudal del río Turia respecto a la capacidad del Nuevo Cauce: 4.400-3.700=700 m3/segundo, valor superior al caudal promedio del río Ebro –o el del río Duero– en su desembocadura. Esto supone, en 24 horas, un volumen de inundación de 60 Hm3, que equivale al embalse de Loriguilla al 82% de su capacidad. Y estos son los datos menos desfavorables. Si tomamos la estimación que nos parece más realista para la Riada del 57, de 6.000 m3/segundo, el desbordamiento sería de 2.300 m3/segundo, superior al caudal promedio del río Rin en su desembocadura, lo cual supondría un volumen de inundación de 199 Hm3 en 24 horas, equivalente al embalse de Benagéber al 90% de su capacidad. En definitiva, una pantanada en ciernes.
El nuevo cauce del río Turia fue construido con carácter de prevención de inundaciones, pero Ribó ha perseguido desde hace años convertir el nuevo cauce del Turia en un corredor verde como el Manzanares en Madrid, el Besós en Barcelona o el Segre en Lleida. Un sueño posiblemente desquebrajado teniendo en cuenta las imágenes que han dejado las lluvias. El nuevo cauce del Turia muestra su caudal al máximo. El sueño de Ribó se ahoga: El caudal del Turia al máximo – ESdiario.
A continuación, un vídeo de hace unos días, de marzo de 2022.
Ribó y su “urbanismo táctico” proponían un jardín … Es su manera de entender Valencia y su gobierno. Un puro disparate. pic.twitter.com/cQfXX3VrLl
— José María Lozano (@JosMaraLozano1) March 24, 2022
LA IDEA DE RIBÓ Y EL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA DE CONVERTIR EL NUEVO CAUCE DEL TURIA:
En febrero de 2018, el Ayuntamiento de Valencia presentó un estudio dando viabilidad a un gran corredor verde que enlazaría los parques naturales del Túria y la Albufera, conectando los municipios del área metropolitana. Contaría con carriles bici, caminos de paseo, instalaciones deportivas, huertos urbanos y pasos inferiores o pasarelas sobre la V-30 para conectar la capital y pueblos.
Hablamos del proyecto «Llit nou, riu nou«, el cual fue impulsado por el Ayuntamiento de Valencia con el objetivo de renaturalizar el nuevo lecho del Turia. Su objetivo es crear una nueva infraestructura verde que armonice la función de drenaje de esta zona, su actual función, con su acceso público y espacio ecológico.
Ya en verano de 2020, en el mes de julio, Mislata, Quart, Xirivella, Vilamarxant, Riba-roja y otras representaciones de poblaciones del río Turia acudieron a una presentación para el futuro trabajo en este proyecto mancomunado con el Ayuntamiento de Valencia, una propuesta lanzada al aire a su propietario, a la Conferencia Hidrográfica del Júcar, y también al Ministerio de Medio Ambiente, en la que se puso como ejemplo transformaciones como el río Vinalopó en Elche o el Segre en Lleida, siendo un proyecto para convertir el río Turia hasta la mar en un río utilizable, siempre respetando su función principal: la de contener futuras avenidas.
Más cerca en el tiempo, en esta ocasión hablando del proyecto presentado en septiembre de 2021 que optaba a fondos europeos, se planteaba conectar los dos parques naturales del entorno urbano, el del Turia y el de la Albufera, evitando realizar un recorrido por el nuevo cauce el río del Túria que está situado junto a la V-30. Para ello, tal y como puede leerse en 20minutos.es, «la iniciativa consta de dos actuaciones principales que suman un presupuesto total de 28,4 millones de euros. Por un lado, al noroeste de Valencia, prevé la ejecución de un bosque metropolitano desde el Parque Fluvial del Turia hasta el Parque de Cabecera. Por otro lado, al sureste, el ámbito del futuro Parque de Desembocadura que tiene previsto desarrollar el Ayuntamiento de València (que primero será ajardinado con una actuación provisional) y el corredor verde a través de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto, y que daría servicio a los Poblats Marítims hasta el Parque Natural de la Albufera». Un mes después, en octubre de 2021 en una entrevista a Radio Ser Valencia, el presidente de la CHJ se mostraba partidario de renaturalizar el nuevo cauce del Turia. En el artículo se afirmaba que Miguel Polo participará en las reuniones de la comisión que va a poner en marcha el Ayuntamiento de Valencia, aunque recuerda que el verdadero problema no es el nuevo cauce, sino las marginales del mismo por la que pasan a diario miles de vehículos.
Resumiendo: desde aquella idea, tan descabellada como mágica, han pasado 4 años, por lo que está en el limbo. Todo el historial se puede ver en nuestro siguiente artículo.
El presidente de la CHJ se muestra partidario de renaturalizar el nuevo cauce del Turia
Mencionar que también está paralizado desde junio de 2020 el Plan Especial de la Zona Sur 1 del Puerto de Valencia-Nazaret. Este plan contempla, entre otras intervenciones urbanísticas, el nuevo Parque de Desembocadura de 64.000 metros cuadrados y la nueva ciudad deportiva del Levante UD de 87.000 metros cuadrados. Ribó lo anunció en su día “como un proyecto importante que dignificará mucho el barrio de Nazaret y, de alguna manera, compensa la agresión que sufrió con la ampliación del Puerto”. La última noticia fue de noviembre 2021, en Avanza el Plan Nazaret del puerto de Valencia – El Canal Marítimo y Logístico (diarioelcanal.com), y en febrero de 2022, en Vecinos reclaman un estudio de los vertidos al cauce junto al circuito | Las Provincias.
Valencia contará con una gran zona verde en la desembocadura del antiguo cauce del Túria