En término municipal de Montserrat, provincia de Valencia, se puede realizar una sencilla ruta de menos de 6 kilómetros que podéis ver en Wikiloc | Ruta El Castell dels Alcalans y la Cova Fumada, Montserrat con el fin de visitar dos de sus puntos más importantes: el Castell dels Alcalans, uno de los castillos islámicos más importantes que hubo en la comarca y valle; y la Cova Fumada, una cavidad que en antiguo fue utilizada como refugio pastoril y para el ganado y que, más recientemente en el tiempo, tiene un par de vías de escalada.
Ver esta publicación en Instagram
La ruta, en nuestro caso, la empezamos aparcando en las coordenadas sexagesimales 39°20’04.5″N 0°35’23.6″W o en decimales 39.334581, -0.589875 -también se puede aparcar junto a las coordenadas sexagesimales 39°20’08.6″N 0°35’16.1″W o en decimales 39.335720, -0.587809 junto a las indicaciones de dirección-.
Pinchando en El Castell dels Alcalans y la Cova Fumada, Montserrat | Flickr podréis ver fotos de nuestra visita a esta ruta.
SOBRE EL CASTILLO:
El Castell dels Alcalans se encuentra situado en un cerro, en la margen izquierda del río Magro, dentro del término municipal de Montserrat (Valencia), frente la loma Plana y las lomas dels Castellars. Su localización estratégica permitía dominar una amplia extensión de las hoyas de Montroi y Llombai y así controlar el estrecho de paso de la Cova Fumada.
La fortaleza fue edificada en el siglo XI por mandamiento del rey de la taifa de Valencia, con el fin de controlar la demarcación administrativa del valle de Alcalá -la vall dels Alcalans- que comprendía, según el Llibre del Repartiment, prácticamente toda la cuenca del río Magro. La fortaleza estaba habitada por un alcayde y una guarnición de soldados remunerados y subordinados al rey de taifa, que se encargaban del cobro de los impuestos y de proteger las alquerías vecinas en caso de ataque.
La primera noticia documental que nos llega del castillo es de una crónica del siglo XIII titulada Primera Crónica General de España. En la obra se relata un hecho ocurrido el año 1093, cuando en pleno asedio de la ciudad de Valencia, Rodrigo Díaz de Vivar secuestró al alcayde del castillo de Alcalá y a cambio de su libertad le exigió 10.000 dinares y la residencia en la ciudad de Valencia.
A falta de una esperada excavación arqueológica que nos muestre la verdadera fisonomía del recinto, la observación superficial de los arqueólogos expertos que la han visitado nos da una idea de lo que podríamos encontrar diez siglos atrás. Se trataría de una verdadera plaza fuerte, un imponente castillo hecho con un sólido encajonado del suelo, con torres que medirían más de once metros de altura, totalmente encalado y visible desde buena parte del Valle.
El acceso se hacía por la vertiente este, atravesando el río Magro mediante un puente de madera con estribos de piedra, que enlazaría con la rampa de acceso aún visible parcialmente. Esta rampa subía hasta la misma barbacana y le daba la vuelta al castillo, en el sentido inverso a las agujas del reloj hasta la puerta de acceso situada en el ángulo sudeste. El escarpado flanco nordeste, rodeado por el barranco de les Canyades, disponía pues de un camino que recorría el recinto exterior del castillo, bien controlado por las diferentes torres barbacanas, antemuros, y las dos torres que cortaban el paso de los enemigos en caso de ataque. Una vez en la entrada del castillo, seguramente en codo para dificultar más el acceso, había que atravesar un segundo recinto bien defendido, por donde se llegaba a la salòquia, la parte más noble del castillo.
La salòquia (saluqïya) o castillo mayor estaba ubicada en la parte más alta del castillo y medía, aproximadamente, unos 350 m2. Entonces, este primer recinto estaría presidido por una gran torre de la que solo nos queda el basamento. La función principal de la torre consistía en atesorar las numerosas joyas y monedas que el alcayde recaudaba para la taifa de Valencia. Alrededor de una especie de patio de armas interior, bien defendido por los considerables muros que rodeaban la salòquia, encontrábamos la residencia del alcayde y la guarnición. En uno de los laterales del recinto aún se observa parte del aljibe, que recogía el agua que se escurría de los tejados del patio. El aljibe, de unos 35 m3 de capacidad, fue realizado en mortero muy compacto. Las paredes están lucidas con un mortero muy fino, y la cubierta se hizo, seguramente, con maderas o cañas porque no se ha encontrado ningún resto. El flanco este del castillo de Alcalá, muy cerca de la salòquia y lugar más vulnerable en caso de ataque, estaba protegido por una barbacana que conserva aún buena parte de sus muros. En esta parte podemos encontrar lienzos de muro que todavía tienen 4 m de alto por 1,40 m de espesor.
El segundo recinto del castillo lo ocupaba una privilegiada albacara (al-baqqär) que abarcaba gran parte de los 2.000 m2 que mide el recinto del castillo. Esta era una zona de caballerizas y lugar de refugio de los campesinos y el ganado, en caso de ataque. A lo largo de su perímetro aún se conservan restos de muros y torres barbacanas.
Treinta años después de la muerte de Rodrigo Díaz de Vivar, el castillo de Alcalá fue el escenario de una cruenta batalla que enfrentó el 1129 los almorávides y las tropas del rebelde ´Alí ibn Majjuz. Esta batalla dejó el recinto del castillo semidestruido, hecho que explicaría la aparición de otras fortalezas de alquería, como los castillos de Montserrat, Montroi y Aledua. De la Memoria de Prospección Arqueológica, realizada por Josep Pascual Beneyto en fecha 6/diciembre/2010, extraemos lo siguiente «Consideramos conveniente aclarar que el Castell dels Alcalans y la Red defensiva de la Vall dels Alcalans (que cita la resolución del a Consellería de Cultura con registro de salida 16 de abril de 2010) son el mismo yacimiento».
Parte de este artículo es una obra derivada de la disposición relativa al proceso de declaración o incoación de un Bien de Interés Cultural según la Disposición Adicional Quinta de la Ley 5/2007, de 9 de febrero, de la Generalitat, de modificación de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano (según R-I-51-0003882 publicado en el BOE de 09/08/72), texto que está libre de restricciones conocidas en virtud del derecho de autor de conformidad con lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Propiedad Intelectual española.