- Para visitar la Cova del Canelobre, desde marzo de 2023, no tiene ningún coste gracias a la colaboración de @gvaturisme con la oficina de turismo de @pego_i_les_valls, no siendo necesaria la reserva de visita en los días de apertura (tan sólo se ha de acudir en el horario que decimos a continuación). La próxima apertura es el sábado 25 de marzo de 12:00 a 14:00 horas. Se entrará a la cueva, por orden de llegada, en grupo máximo de 15 personas cada 30 minutos aprox.
La Cova del Canelobre de L’Atzúbia (cavidad que no debe confundirse con las Cuevas del Canelobre de Busot situadas en el Cabecó d´Or, estando ambas ubicadas en la provincia de Alicante), es una maravilla natural que se encuentra en el Tossal del Llop de la urbanización de les Bassetes, en las inmediaciones de la población de l’Atzúbia, comarca alicantina de la Marina Alta.
Visitable únicamente durante varios días al mes (que en general suelen ser fines de semanas y/o festivos, fechas todas ellas que son indicadas siempre en el Instagram de @pego_i_les_valls, el Twitter de Pego i Les Valls (@PegoiLesValls) / Twitter, la web Pego i les Valls o consultando en la oficina de turismo al 96 640 08 43 o al 699 762 815), es conocida también con el nombre de Cueva o Cova de l´Atzúbia.
En nuestra visita a la Cova del Canelobre de l’Atzúbia, que desconocíamos por completo (tal y como podéis ver en las siguientes fotografías de Instagram o en el álbum de fotos de Cova del Canelobre de l’Atzúbia | Flickr), pudimos disfrutar de un recorrido guiado por la oficina de Turismo de Pego i les Valls, quienes nos dieron a conocer su interior y descubrir uno de los atractivos, quizás, más desconocidos de la provincia de Alicante.
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Esta cavidad, de pequeñas proporciones, presenta un recorrido de unos 80 metros y unos 15 metros de profundidad, abriéndose a favor de una fractura muy inclinada que dispone de un suelo tapizado de bloques y estalagmitas y techos con abundantes formaciones.
Su recorrido comienza a través de una puerta metálica (cerrada excepto en los días de apertura), que da paso a un pequeño corredor el cual da acceso al interior de una sala de 600 m2, camino con una pendiente escalonada hasta el fondo de la cavidad donde hay un mirador junto a la zona de derrumbe. En este punto, una plataforma de madera que hace de mirador, donde se puede disfrutar la grandiosidad de los abundantes espeleotemas que recubren la cavidad. ¡Sencilla pero espectacular, no os la podéis perder!