El río Ebrón (también conocido como río de Castiel, así lo describe Madoz en 1847 en su diccionario), es un afluente del río Turia que nace en la Serranía de Albarracín y que discurre por las provincias de Teruel y Valencia (es, además, junto con el río Bohílgues, el principal afluente del Turia en la comarca del Rincón de Ademuz).
Uno de sus rincones más famosos, situado entre las poblaciones de Tormón y El Cuervo (Teruel), son los Estrechos del Ebrón, un sendero señalizado de 11 kilómetros de recorrido que atraviesa diversos parajes en los que destacan, principalmente, la Cascada de Calicanto y el Puente Natural de Fonseca.
En su tramo final, y a su paso por la comarca valenciana del Rincón de Ademuz (siendo además mucho menos conocido), destacan, y de qué manera, los Estrechos de Castielfabib, un espectacular rincón del río Ebrón a su paso por la población de Castiel (incluido en la senda de las Huellas del Ebrón, en el desvío de las Hoces del río Ebrón) que ofrece al senderista aventurado un encajonamiento del río con un final de poza y cascada (zona llamada el Salto de Agua) para descubrir uno de los lugares más bonitos pero desconocidos de la provincia de Valencia.
Mencionar, como apunte histórico, que al paso del río Ebrón por la comarca del Rincón de Ademuz hubo tres molinos en Castielfabib (también un batán y una fábrica de papel), dos en la aldea de Los Santos y dos en Torrebaja.



Con el fin de dar a conocer los Estrechos de Castielfabib, hemos trazado una sencilla ruta que, mucho ojo, podríamos decir que cuenta con una dificultad moderada y una serie de advertencias muy a tener en cuenta si no queréis tener un grave percance.
La ruta se inicia junto a los restos de la antigua central hidroeléctrica de Castielfabib (la que también es conocida como “la Central”), una vieja fábrica de electricidad construida en 1913 por “Teledinámica Turolense, S.A” que entró en funcionamiento en 1914 hasta 1986, año en el que se construyó la nueva central, ubicada justo al lado, popularmente conocida como “Central Eléctrica de Castielfabib”.
El punto de inicio de la ruta está en las coordenadas sexagesimales 40°07’19.0″N 1°17’49.7″W o en decimales 40.121942, -1.297144, junto a la siguiente marca de Google Maps.
Desde ahí, caminaremos en dirección por un desvío de la ruta de las Huellas del Ebrón para adentrarnos en un frondoso bosque de ribera con sauces, fresnos, chopos y algunos pinos e higueras, destacando también la presencia de culantrillo de pozo en algunos puntos del interior de la hoz o de la acequia que discurre paralela a la senda (ojo porque en esta senda hay algún tramo con peligro de caída al río).
Al poco de caminar, a los 500 metros, llegaremos al final de la senda: un mirador cuadrado con barandillas de madera, sin salida, en el que veréis a los pies de este una cuerda para descender destrepando con mucho cuidado (a partir de este punto, sólo se recomienda a personas expertas en hacer este tipo de rutas, siguiendo además los siguientes consejos).
Hasta este mencionado mirador se trata de una sencilla, cortita y bonita caminata en la que no es necesario mojarse, por lo que si no queréis hacer la parte acuática de este itinerario que a continuación vamos a explicar, tan sólo tenéis que rehacer el sendero andado y volver a donde habéis aparcado.
ATENCIÓN: tras el destrepe por la cuerda (mucho cuidado), comienza la parte acuática de la ruta, por lo que este tramo de la ruta sólo se recomienda a personas experimentadas en este tipo de itinerarios, donde se sugiere encarecidamente (obligatorio) llevar ropa para el baño o neopreno fino, ya que como pudimos comprobar, el agua está bastante fresquita (incluso en verano). Se recomienda, además, buen calzado de montaña que podáis mojar (el cual evite un resbalón por dentro del agua) y, para inmortalizar la visita, mochila estanca o bote estanco para llevar las pertenencias y el móvil, etc., ya que vais a patear por dentro del agua y nadar varios minutos hasta llegar al Salto de Agua.
Este tramo acuático es bastante salvaje, y si bien nosotros no nos encontramos troncos de árboles, maleza u objetos en el río, puede ser posible el arrastre de todo lo mencionado en otros momentos, por lo que hay que ser previsores (nunca entréis en este tramo con previsión de fuertes lluvias o tras varios días de precipitaciones, el caudal puede ser muy fuerte).
El objetivo del destrepe y adentrarnos en el río, en los Estrechos de Castielfabib, es hacer un pequeño tramo de ida y vuelta, contra la corriente, para llegar a la bella poza y cascada del Salto de Agua, donde podréis disfrutar de un mágico rincón oculto de las Hoces del Río Ebrón.
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La ruta la podéis ver en Wikiloc | Ruta Estrechos de Castielfabib, aproximación a la cascada de las Hoces del Río Ebrón.
Valencia Bonita muestra, en este artículo, uno de los encantos desconocidos de nuestra provincia, advirtiendo de que queda delegada toda la responsabilidad al senderista que realice esta ruta.