Noticia actualizada el 14 de noviembre de 2016
- En un rincón del Mediterráneo, existe una de las zonas con mayor valor de toda la costa de la Comunidad Valenciana: la Cala del Ministro de Xàbia.
- Este rincón recibe el nombre de Cala del Ministro por disponerse en el emplazamiento un chalé de un Ministro de Franco. Cabe decir que tiene un especial valor por disponer de un importante yacimiento romano (del que queda apenas nada) a modo de baño como el situado en Calpe, los Viveros romanos de banys de la reina de Calpe, o en El Campello, y que curiosamente recibe el mismo nombre: “els banys de la reina de Xàbia”
- Recientemente, hace apenas unos días, han apuntalado el chalé del que fuera Ministro de Franco, los cuales les quedan (todavía y a pesar de que la Ley de Costas no lo permite pero sí una amnistía dada por el PP) más de 70 años de concesión en un espacio de dominio público.
La Cala del Ministro es un lugar con un valor muy especial en la localidad de Xàbia. Situada justo al final de la Playa del Primer Muntanyar o Playa del Benissero y justo detrás del Parador Nacional de Turismo de Xàbia, esta piscina natural en el mar es un importante yacimiento arqueológico de la época romana y que curiosamente debe su nombre, el enclave, a una historia muy particular.


Durante la España franquista era muy común, con la visión de aquellos que querían hacer del turismo un motor y de la próxima llegada y el boom turístico de las playas, dar concesiones de dominios públicos, incluidos los marítimo terrestres, para buscar nuevas vías de fomento de empleo, del turismo…o como en este caso, hacer «regalos» a personas que por aquel entonces eran afines al régimen…o incluso, que pertenecían a la dictadura.
Este es el caso de la Cala del Ministro, que debe su nombre al entonces ministro de Hacienda (entre el 25 de febrero de 1957 y el 7 de julio de 1965), Mariano Navarro Rubio, que recibió parte de este terreno en el año 1959, con la «posible» ayuda de amigos que pudieron también recibir otra recompensa por influir en diferentes decisiones recibiendo, así mismo, diferentes parcelas cercanas a precio de coste que perdieron en los años 80 por decisión del Tribunal Supremo que declaró nulas las ventas, al considerar que los terrenos de dominio marítimo-terrestre son inalienables. Por cierto, todos perdieron las parcelas excepto uno: la familia de Mariano Navarro Rubio.

Por esta parcela pagó la suma de diez mil pesetas de las de entonces al Ayuntamiento de Xàbia por un terreno en la Punta del Arenal (haciendo el cálculo en el INE de lo que entonces serían 10.000 pesetas, llegarían a ser cerca de unos 2000 euros hoy en día aproximadamente, teniendo en cuenta que por aquel entonces, entre 1955 y 1960, el salario medio de un trabajador era entre las 9.600 y 17.280 pesetas…vamos, un chollo de época).
Todo gracias a la la Ley Chapaprieta de 1935 (que no Chapatrieta como se lee en el 99% de los casos de la prensa escrita actual), una ley que debe su nombre a Joaquín Chapaprieta y Torregrosa, un ministro de Hacienda de la II República (cuidado aquí con interpretar lo que no es, ya que don Joaquín fue fundador del partido Derecha Republicana y apoyado por el CEDA). Esta ley, entre otras muchísimas cosas y supresiones, daba a los consistorios de cada localidad la titularidad del litoral pudiendo hacer lo que les viniera en gana. Hecha la ley, hecha la trampa que durante décadas ha servido para adjudicaciones, concesiones y otras titularidades que ayuntamientos han dispuesto a personas influyentes, quienes han pujado más por éstas o simplemente, personas “amigas”, favores o como en éste caso, personas partícipes del régimen: Navarro Rubio.
Pero todo hay que decirlo, sea en favor o en contra, ya que la familia «intentó» mantener el yacimiento del que dicen que todavía no se tenía conocimiento de él en el año 1959 (aunque el propio Navarro reconocía en su libreta de «apuntes» que «Elegimos la parcela no por razones urbanísticas, sino preferentemente por la afición arqueológica de mi mujer, María Dolores Serres Sena» y a pesar de que también había constancia de restos arqueológicos encontrados desde 1912 y los años 30, como bien se indica en “La factoría pesquera de la Punta de l´Arenal y otros restos romanos de Jávea” obra de María Dolores Serres (esposa de Navarro) y Gabriela Martín.
Y decimos intentó puesto que en realidad no hay casi restos arqueológicos algunos para ser contemplados como tal, quedando únicamente en pie las balsas excavadas en las rocas y destruyéndose el yacimiento casi por completo tras una construcción posterior. A pesar de esto se dice que en el sótano de la Finca San Rafael (que es así como se llama la casa en cuestión) se conservan unas cisternas romanas que fueron vaciadas y cubiertas con un techo, convirtiéndose así en un museo privado dentro de la finca de la familia que muy pocos han visitado.

No fue hasta el comienzo de las obras, allá por el año 1963 (y no 1960 ni 1961 como se puede leer en algunas publicaciones cuando Franco visita Xàbia con el Azor), cuando se descubrieron los restos romanos. De esto hace constar la arqueóloga Gabriela Martín, artífice junto a otras personas que se encargo de excavar lo que fue una factoría de salazones desde el siglo I a. C. hasta mediados del III d. C.

Encontramos la aproximación de los hallazgos en las propias palabras de Gabriela en una de sus publicaciones donde dice:
» . . . El verdadero carácter de las construcciones de la Punta de l’ Arenal pudo identificarse en 1963, al realizarse las obras de identificación de una casa de recreo y cuyos propietarios pusieron en conocimiento de las autoridades arqueológicas regionales los hallazgos que se iban realizando al abrirse los cimientos de la nueva casa. Cuando nosotros nos hicimos cargo del yacimiento y recabamos la oportuna autorización de la Dirección General de Bellas Artes para realizar unos sondeos, ya habían sido vaciados varios de los depósitos para la salazón y una gran cisterna que proporcionó un lote espectacular de materiales entre los que se encuentran un buen número de basas y capiteles, dos de estos últimos de estilo jónico de fina ejecución (esto fue debido a que la esposa de Navarro, María Dolores Serres, poseía conocimientos de historia) . . . Bajo la dirección del Profesor Tarradell y de D. Domingo Fletcher, practicamos dos sondeos en dos diferentes puntos del yacimiento, que junto con una limpieza general de la zona, medición y fotografía de los distintos depósitos y levantamiento de un plano, nos permitió después de estudiados los materiales obtenidos, llegar a unas conclusiones bastante precisas . . .».
Como podéis imaginar, de aquella excavación hubieron publicaciones de época que atestiguaron la importancia de los hallazgos, tales como el libro de 1970 de “La factoría pesquera de la Punta de l´Arenal y otros restos romanos de Jávea” obra de María Dolores Serres (esposa de Navarro) y Gabriela Martín o el de «las pesquerías romanas de la costa de Alicante«, firmado por Gabriela Martín y del que os hemos adjuntado el texto anterior donde hacía referencia al descubrimiento en 1963. En éste última publicación podemos leer, entre numerosas páginas, que se habla de los baños de la reina a partir de la página 144 de la siguiente manera:
“ . . . Una de las construcciones más interesantes de esta factoría de Jávea es sin duda la existencia de un gran depósito o estanque tallado en la roca y comunicado con el mar llamado popularmente «Baños de la Reina», seguramente por la tradición local de atribuir a los moros cualquier traza de restos antiguos. Suponemos que su destino era servir de vivero para la manutención de peces vivos. Este tipo de instalación se repite en otras factorías de la Marina y precisamente con el mismo nombre de Baños de la Reina . . .”.

Aquella construcción, que a día de hoy sigue en pie justo en primera línea de mar y donde tiene detrás el parador de Xàbia que inauguró Fraga en 1967, está totalmente abandonada y en el olvido (apuntalada hace apenas unos días) por temas administrativos a pesar de que la concesión expiró en 2012 tras 30 años…(aunque se resolvió a golpe de «amiguismo» con una nueva concesión de 75 años…). Por cierto, en el parador también se encontraron restos arqueológicos. Respecto a la concesión y legalización, ésta fue dada en el año 1982 y publicada en el B.O.E. un 24 de abril con el entonces gobierno que presidía Calvo Sotelo, y que fue aceptada como petición que realizó el ex ministro al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, legalizando así casi 20 años después las obras realizadas en los años 60 aceptando una utilización «gratuita y permanente» de los terrenos sobre los que construyó su finca hasta la fecha del 2012 (de nuevo otro chollo). La ley de Costas de 1988 fue la que corregiría la concesión a 30 años (de 1982 a 2012), que sin embargo, en 2012, la amnistía de 75 años otorgada por el entonces gobierno del Partido Popular, ha otorgado que el chalé siga ahí, en terreno de dominio público.


Del lugar, tal y como nos enseña leavethepebbles.wordpress.com en las fotos tomadas en 2011, y que a día de hoy sigue igual, los restos se conservaron, y adaptaron, con las obras que realizó la familia del entonces ministro Navarro Rubio.

La historia de Xàbia, también cabe decir, que le debe mucho a este hombre, que fue partícipe del progreso de la población.
No cabe duda de que la Cala del Ministro o Cala del Ministre de Xábia es un lugar muy especial que tiene un valor añadido por la historia que en ella se puede ver y visitar. Actualmente, tal y como nos indica la redacción de Javea.com en su artículo, la gente acude a tomar el sol o acercarse a conocer el lugar, a pesar de que el lugar no cuenta con ningún servicio, donde no hay vigilancia marítima, ni pasarelas de madera y aún mucho menos hamacas y sombrillas para los usuarios. Tampoco dispone de bares, restaurantes, tiendas, chiringuitos y nada moderno, pero tiene algo que ningún otro lugar del entorno tiene: un yacimiento romano convertido en piscina natural con aguas cristalinas. ¿Acaso eso no es más que especial?
Por cierto, la finca está abandonada, apuntalada, a la espera de que alguien se pronuncie. Si vais a bañaros en el lugar (el mar), espacio ya público porque así se podría interpretar por la Ley de Costas (donde garantiza el uso público del mar, de su ribera y del resto del dominio público marítimo-terrestre), utilizad un calzado de río o adecuado y sobre todo, y lo más importante, mimad este lugar sin dañarlo y considerad la vital importancia de este espacio precioso.
Fuentes:
- www.javea.com
- las pesquerías romanas de la costa de Alicante«, firmado por Gabriela Martín.
- levante-emv.com
- los gobiernos de la Guerra Civil y la dictadura de Franco
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