- Para visitar la Casa Museo Segrelles de Albaida es necesario solicitar cita previa al 606 36 48 31 (visita con coste de 3 euros para adultos).
- Podéis aprovechar y visitar el mismo día el Palau dels Milà i Aragó de Albaida, que se puede visitar previa reserva al 96 239 01 86. Su precio es de 4 euros para adultos; menores de 12 años, 1 euro; y 3 euros los mayores de 65 años, discapacitados, personas en paro, de 12 a 18 años o guías oficiales con grupos que acrediten su profesión de guía.
En la pequeña y preciosa localidad de Albaida, situada en la comarca de La Vall d’Albaida, son numerosos los tesoros que uno puede visitar, tales como un recorrido por sus calles históricas o el magnífico Palau dels Milà i Aragó d´Albaida, que a su vez alberga en su interior el Museu Internacional de Titelles (conocido como MITA), como ya os hablamos en nuestro artículo.
Quizás no quisimos incluir, por entonces, un rincón muy especial, de obligada visita a todo aquel que decida acercarse a la población: la Casa Museo de José Segrelles. José Segrelles Albert (Albaida 1885 – 1969), fue un gran pintor valenciano e ilustrador Universal, uno de los más queridos, recordados y conocidos en su Albaida natal, que hoy todavía le rinde homenaje manteniendo su gran legado en este precioso espacio que visitamos.

Puede que si sois falleros, lo recordéis por ser el encargado de realizar el primer cartel de fallas, allá por el año 1929, todo un honor que quedará siempre grabado en la historia. Aquella elección tuvo sentido: años antes, durante su estancia en Barcelona, fue elegido como el mejor cartelista de Cataluña.

Pero para conocer a Segrelles, hay que empezar en sus inicios y su formación. Ya desde muy temprano, con tan solo 8 años, despuntaba en su Albaida natal en la pintura, hecho que le llevo, mediante recomendación, a que iniciara sus estudios en una academia de renombre. Comenzó su carrera académica y formativa de Bellas Artes en la Real Academia de San Carlos de Valencia (1898-1903), además de también pasar por la Escuela de Artesanos de Valencia y terminar sus estudios en la Lonja de Barcelona, ciudad en la que también estuvo muy ligado y donde se le concedió la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Barcelona en 1929. Pero su primer reconocimiento, cabe decir, estuvo ligado a sus inicios, con tan solo 13 años, momento en el que Segrelles recibió la Medalla de San Carlos.
También estuvo muy ligado a Nueva York, entre 1929 y 1932, donde existe un libro titulado “Segrelles. Un pintor valenciano en Nueva York. 1929-1932” que narra la vida del valenciano en la ciudad americana. Toda una aventura que ha repercutido, por ejemplo, en que incluso la industria del cine se haya fijado en algunas de sus obras, aunque algunos directores lo nieguen, además de en el arte actual. Esto último se puede afirmar porque un tal William Stout, dibujante de Parque Jurásico y autor del guion gráfico de El laberinto del fauno, utilizó algunas de las creaciones de Segrelles como fuente de inspiración, donde llegó a definir al valenciano como “el maestro de la fantasía”, siendo un adelantado en su tiempo. Todo un honor que se puede ver plasmado en “El laberinto del Fauno”, donde esos seres son, en realidad, seres que Segrelles dibujó en vida. Otros, como los creadores de “Mimic” y otras películas de fantasía, reconocen a Segrelles como uno de los mejores de todos los tiempos en la ilustración, a la altura de los más grandes.
Dicen, la gran mayoría de los entendidos, que Segrelles fue único, cosa que se puede observar en cada uno de sus obras y al recorrer su casa, preparada de tal manera que el visitante se sumerja en un mundo lleno de fantasía, ilustración e imaginación, aquella que en vida el valenciano quiso mostrar.
Su gran extensa obra se basa, en gran parte, a la ilustración de obras literarias, especialmente a raíz de La Literatura Universal adaptada para los niños editada por Araluce. Las Florecillas de San Francisco (Vilamala-1927); Las Mil y una noches (Salvat 1932 y 1956); Don Quijote de la Mancha (EspasaCalpe-1966 y sucesivas); o colaboraciones como dibujante en L’Esquella de la Torratxa, ilustrador en revistas inglesas (The Illustrated London News), The American Weecly, The Skets, Redbook o Cosmopolitan entre 1927 y 1936. Tampoco faltó en ilustraciones para su querido amigo don Vicente Blasco Ibáñez, en obras como “los muertos mandan”, con el Tío Ventolera, o la obra firmada de “Las 1001 noches” del propio Blasco Ibáñez; ilustró novelas como La Eneida, Fausto, La Divina Comedia, Lazarillo de Tormes, Cuentos de Edgar Allan Poe, pasajes de la V y IX sinfonía de Beethoven o cientos de otras obras literarias y narrativas.
Se puede decir que lo que tocaba Segrelles, se convertía en oro. Como cartelista trabajó para numerosas revistas, para las fallas, creador de algunos carteles, e incluso fue hasta cartelista oficial del Fútbol Club Barcelona. También dedicó parte de su vida al retrato con carácter eclesiástico, sobre todo después de la Guerra Civil española.
Son numerosos los lugares que le rinden homenaje, tanto en su localidad natal como alrededor del mundo, incluso en colecciones privadas. Valencia tiene una plaza en su nombre, incluso una falla puede presumir de portar dicho honor.
Aquel que recorra la Casa Museo de Segrelles, el lugar donde se encuentra la colección antológica más importante del artista con un gran número de originales del valenciano, debe saber que no solo se acerca a conocer parte de la trayectoria y obra del autor, además de conocer la que fue su casa.





El visitante debe recordar que, al cruzar la puerta, está entrando en un mundo imaginario que tan solo personas como Segrelles pudieron concebir. Un mundo donde la ciencia ficción, el arte, la ilustración y la fantasía se mezclan para dar una experiencia única al turista.
Fuentes:
- Casa Museo Segrelles, Valencia (in situ y trípticos).