- Cuando se fusionan arte y montaña en plena naturaleza, la ruta senderista puede ser espectacular, una de las más bonitas de la provincia de Valencia. Todas las fotos del artículo son de Kika Lluch Ferrer.
- Recomendamos hacer las rutas «Els Camins de l´Aigua y la Senda del Castell». En nuestra propuesta de ruta nos hemos extendido hasta casi los 14 kilómetros y hemos realizado, además, una visita a la Font Freda de Bèlgida y su mirador, recorrido que podéis ver en Camins de l’Aigua i Castell (Carrícola), i Font Freda i Mirador (Bèlgida).
- Si solo queréis hacer una ruta por Carrícola -la ruta dels Camins de l´Aigua y la Senda del Castell, así como un paseo por el barranco y el circuito escultoríco y así evitar hacer el doble de kilómetros-, podéis realizar un paseo de 7 kilómetros optando volver a Carrícola tras visitar el Castell siguiendo el track de Carrícola, Els Camins de l´Aigua y Senda del Castell.
En nuestra visita volvimos a recorrer Carrícola. Gracias a la llamada ruta “Els Camins de l’Aigua y Senda al Castell”, esta población ha conseguido unir arte, creatividad y naturaleza en un mismo recorrido para ofrecer una de las rutas más sencillas y curiosas de la provincia de Valencia para realizar en familia.
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Si bien podríamos decir que Fanzara, ubicada en Castellón, se ha convertido en referencia mundial del arte urbano, en la provincia de Valencia existe un pequeño rincón de digna mención. Hablamos de Carrícola, un pequeño municipio que apenas llega a 100 habitantes situado en la comarca de la Vall d’Albaida, el cual esconde una ruta de senderismo atípica, que bien seguro pasará a formar parte de vuestras “cosas pendientes” tras esta publicación.
La población, a una horita de Valencia capital y basada tradicionalmente en la agricultura, ha sido pionera en la introducción de la agricultura ecológica como iniciativa de desarrollo sostenible. A ella se ha sumado rutas senderistas pioneras dentro de los parajes naturales que envuelven el municipio, enclavado en medio de la Sierra del Benicadell.
El proceso de transformación de los elementos naturales más adecuados comenzó allá por 2010. El proyecto «Biodivers» pretendía contar con la intervención altruista de cualquier artista o creativo, con predisposición, para dejar huella en el entorno de un circuito expositivo natural para enriquecer, con todo el respeto que merece, la zona que rodea la población.
“Un arte que dialogue con la naturaleza”
Las intervenciones se proyectan a lo largo de las rutas y diversas áreas recreativas ya definidas y cercanas a la población, así como en el casco urbano y entorno de Carrícola, minimizando el número de intervenciones en la zona forestal.
El objetivo, por entonces, era conseguir una visión estética y coherente fusionando arte y naturaleza, siendo absolutamente respetuoso con el medio ambiente. Las condiciones para intervenir debían ser totalmente rigurosas con el tipo de materiales a utilizar, para que en ningún momento la actuación quedase en algo anecdótico o fuera de contexto.
El proyecto Biodivers es un espacio de arte medioambiental en torno a los espacios recuperados de los barrancos de la huerta y del castillo, con la participación de 58 artistas y un total de 71 obras, realizadas con materiales naturales, integrados y respetuosos con la naturaleza.










Se trataba, pues, de dotar de personalidad en idea, tomando conciencia de la importancia del camuflaje y máxima integración en el entorno, con armonía y buen hacer, desestimando la utilización de materiales artificiales: plásticos, siliconas, aluminios, etcétera, pero sí aceptando otros como la madera, la piedra, etcétera.
La ruta es perfecta para hacer con niños, tal y como se puede ver en la publicación de menudosviajeros.com, donde aportan diversas fotografías de su visita.
Tanto si las obras tienen carácter permanente como efímero, se quedarán donde han nacido para formar parte de este estimado paisaje de Carrícola. Es por eso que el interés con el impacto visual sólo sea para mejorar el entorno y que la propia naturaleza lo haga suyo.



Los orígenes de Carrícola se remontan a una alquería musulmana que el rey Jaime I cedió junto con la torre del Castellet, que hoy se encuentra en el término de Palomar, a Berenguela Alonso en 1270. Rodeado de un verde valle y bajo su imponente Castillo, la población es un soplo de aire fresco, tranquilidad y paz para aquellos quienes la visitan. Sus multiples rutas de senderismo y/o posibilidades, como las que nos indica nuestro amigo elordenador.eu, hacen de este lugar una visita obligada si todavía no lo conocéis. No os perdáis sus fuentes, ermita e iglesia.







En la web de biodivers2015.wordpress.com (en la parte superior, en los menús, donde pone «barranc i senda del castell», «circuit urbá», etcétera), pueden verse las diferentes intervenciones realizadas.
También podéis descargaros la ruta Carricola: Ruta del Castell y del Camins de l’Aigua de Wikiloc, un recorrido de poco más de 6 kilómetros.