- Tras nuestro paseo por Casas del Río y la zona que lo rodea junto al río Cabriel, nos quedó clara la importancia de este pequeño paraje de gran belleza. Una ruta de los sentidos, junto al río, para admirar la flora del lugar; o visitar la noria de riego, la cual está considerada como el último sistema de riego con estas características que se mantiene en la Comunitat Valenciana, os hará disfrutar de una visita a la zona.
- ÁLBUM CON MÁS DE 30 FOTOS DEL ENTORNO DE CASAS DEL RÍO.
La aldea de Casas del Río es parte del término municipal de Requena, situada junto al río Cabriel, afluente del río Júcar, formando límite con el término municipal de Cofrentes y parte integrante de la comarca de Requena-Utiel.
Destaca una noria de madera del siglo XVIII que sigue en servicio tras ser restaurada en 1991, regando una zona de 19 hectáreas denominada partida o paraje de «Rinconada de Muñoz». Esta misma noria, en 2001, fue rehabilitada y cambiado su eje de rodadura, el cual se encuentra expuesto, donde además de vallar la zona para evitar accidentes, también se instaló un pequeño mirador al cual se puede acceder más cerca de la noria para poder contemplarla mejor.
Las aguas que proporcionan el riego del margen izquierdo del río Cabriel son derivadas por una presa de vigas de madera recubiertas por una capa de cemento. La presa tiene forma de U invertida por una sencilla razón: la presa separa el caudal del río para desviar parte de sus aguas a un molino que había en el margen derecho del río; la otra parte de sus aguas es conducida hacia la conocida rueda hidráulica de Casas del Río, mencionada en el anterior párrafo.
El sistema de riego de la aldea de Casas del Río, que utiliza una noria, es el último con estas características que se mantiene en la Comunitat Valenciana.
La Noria de Casas del Río, la última noria de riego que se mantiene activa en la Comunitat






Fundación inicial en el siglo XVI:
La fundación del emplazamiento de la aldea de Casas del Río tuvo lugar durante la segunda pertenencia del Señorío del valle de Cofrentes al Ducado de Gandía (1531-1596). Carlos de Borja y Magdalena Centelles veían complacidos como sus rentas señoriales iban viento en popa en el pueblo de Cofrentes y la producción que ofrecía su señorío podía dar más de sí. Había secanos que podían convertirse en huertas, aunque para ello fuera menester levantar otro pueblo. Disponían de tierras, tenían vasallos, se haría una presa y una gran noria, nada impediría en nacimiento de la aldea de Casas del Río.
En los antiguos legajos que se conservan en el Ayuntamiento de Requena, se nombra:
Como a cosa de tanta utilidad, se debe mandar que en la partida de Tanesna, termino de las villa de Cofrentes, se haga un azud o presa para que las tierras de dicha partida sean de riego, que hay más de 300 tahullas que se pueden allí fundar y edificar un nuevo pueblo pues todo el suelo y toda ella la Baronñia es de Vuesa Ilma…
Y aún obtuvo gracia de la Villa de Requena para que un pedazillo de tierra que para la presa se ha de tomar, que refecar en el término de la Villa de Requena, el ayuntamiento de ella consienten como consintieron en dar venia para lo tomar, sin disgusto para los de aquel pueblo.
Estos dos escritos están sacados de un mosaico situado en la pared de la iglesia de la aldea de Casas del Río.
Destrucción de la aldea morisca de Casas del Río (21-24 de octubre de 1609):
El 9 de abril de 1609, Felipe III firmó el decreto de extrañamiento de los moriscos de España. El 22 de septiembre, el atroz bando de expulsión se publicó en Valencia; el 19 de octubre en Cofrentes. El por entonces pueblo más joven de España, se veía abocado a sucumbir apenas abandonada la cuna. Entre los días 21 y 24 de octubre, los vecinos de Casas del Río fueron desalojados de sus nuevas casas, de sus tierras…un pelotón de soldados del alguacil Llober los custodiaron hacia Cofrentes. Allí se juntaron con sus desdichados correligionarios para iniciar un largo camino que empezaban hacia un destierro incierto, hacia un continente que desconocían por completo. Los más osados optaron por echarse al monte. Por esas fechas, las montañas del valle de Cofrentes eran moriscas.
Durante 111 años permaneció Casas del Río destruido y deshabitado. Habrá que esperar hasta el año 1720 cuando los jalancinos volverán a darle vida. La fundación de esta aldea se debe a los hermanos Antonio y Ascensio Serrano, naturales del pueblo de Jalance. Estos laboriosos hombres, honrados y trabajadores, pusieron en cultivo unas cien tahulllas de muy buen terrero, gran número de árboles magníficos y sabrosos frutos, y sus casas para habitar.
Por entonces, practicaron azudes sobre el río y construyeron ruedas o norias para elevar el agua y poder regar zonas próximas a los márgenes del río.
40 años después, el número de viviendas se vio ampliado por sus descendientes. En 1761 los hermanos Serrano, ya viejos, comenzaron a edificar una ermita que termina de construirse en 1767. En 1856 se comenzó a edificar una iglesia al otro lado del río, que fue bendecida en el año 1880. Casas del Río inició el proceso de segregación de Cofrentes e incorporación a Requena en 1871, consiguiéndolo en 1874.
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