El Paraje Natural Municipal de Villingordo, ubicado en Siete Aguas, se encuentra en el extremo suroeste del término municipal mencionado, en la comarca de la Hoya de Buñol-Chiva, Valencia. Delimita al norte con el camino de El Rebollar a Siete Aguas; al sur con el término municipal de Buñol; al este con los parajes de Calabacín, Los Pescateros y la Loma del Capador; y al Oeste con el término municipal de Requena.
El Paraje, con una extensión de 359,95 ha y declarado Paraje Natural Municipal desde el 30 de junio de 2006, abarca la Rambla del Fresnal, siendo ésta el eje vertebrador y encargada de desaguar las correntías de la Sierra de Malacara. Esta rambla, de pronunciadas pendientes, presenta una formación boscosa de gran valor, se forma en el límite del paraje donde se unen los barrancos de Villingordo, de los Manzanos y la Rambla de El Rebollar. Uno de sus puntos de referencia más destacados es el alto del cerro Simón, cuyas coordenadas son UTM (Huso 30N) X 675.105, Y 4.366.953, Z 789,6.
En cuanto a su vegetación, siendo un ecosistema mayoritariamente forestal, el Paraje presenta denso bosque de pinar de sotobosque de matorral mediterráneo formado por lentiscos (Pistacea lentiscus) y coscojas (Quercus coccifera). También se distinguen ejemplares dispersos de carrascas (Quercus ilex), enebros (Juniperus oxicedrus) y fresnos de flor (Fraxinus ornus). Arces (Acer opalus), madroños (Arbutus unedo) y fresnos están ampliamente representados en los ecosistemas de ribera. De gran importancia es la visita a las microreservas de flora de «El Fresnal» y «Umbría de la Fuente del Roser».
El aislamiento del lugar, que sólo puede recorrerse por senderos aislados y la presencia de bosque arbolado, aumenta considerablemente el mero valor del paisaje.
Ayuntamiento de Siete Aguas




En su fauna destaca la presencia de rapaces como el águila perdicera y carnívoros como la garduña o el tejón. Especies cinegéticas como la perdiz o el conejo son abundantes en el Paraje. Citar también la presencia de especies protegidas de anfibios y reptiles (herpetofauna) como la rana y el sapo comunes, el lagarto ocelado y la culebra bastarda.
Muy próximo al paraje, en sus límites, existen dos yacimientos arqueológicos dignos de visita: el Puntal del Capador y la Cueva Millán.
Una buena opción senderista es la ruta de Wikiloc que propone Luis Albarracín, quien recorre Villingordo – Camino del Fresnal – Fte. Roser – Río del Fresnal, todo en aproximadamente 10 kilómetros. Podéis llegar tan solo, si lo preferís, hasta el mirador donde hay una pequeña área recreativa con mesas y una barandilla de madera -que impide que os caigáis- que ofrece una a la panorámica desde la que se puede observar el Alto del Fresnal, junto a un panel informativo donde explica el punto donde estáis y lo que se puede visitar. Allí mismo podéis dejar el coche a un lado o continuar bajando hasta El Fresnal por la pista forestal.
En nuestro caso llegamos hasta el mirador -la foto de portada- con nuestro coche por la pista forestal, para ver las vistas que ofrece el paisaje, y después bajamos a El Fresnal para adentrarnos un poco en el paraje natural.
Situado a unos 20 Km. de Buñol, El Fresnal está considerado como uno de los últimos reductos de lo que en otra época fuera la rica y prolífica vegetación mediterránea de interior. Un paraje de 204 hectáreas presentando debido a sus características geológicas y orográficas, un microclima húmedo que ha permitido conservar excelentes bosques de fresnos de flor acompañados de un rico y diverso estrato arbustivo.
http://turismolahoya.buñol.es
Para llegar a Villingordo tomáis la salida 304 de la autovía A3, que pondrá «Las Moratillas-Fuente Umbria». En la rotonda donde está la gasolinera Repsol, tomáis dirección «Área de Pícnic Fuente Umbría» y «Aula de la Naturaleza Las Moratillas» hasta llegar a un cruce donde os pondrá Hortunas a la izquierda o PNM Villingordo a la derecha. Recordad id con precaución por pistas forestales (a 30 km/h o menos); no os salgáis de los senderos al caminar; no os adentréis en cotos privados de caza o propiedades privadas; y no alteréis el ecosistema del lugar.