La Cala de las Nereidas es una de las calas más bonitas del llamado Cabo de las Huertas, una preciosa zona del litoral de la ciudad de Alicante que no cuenta con parking cercano, socorristas ni servicio alguna, por lo que podríamos decir que es bastante “salvaje”.
La cala es conocida, popularmente, como “de las Nereidas” porque se dice que estos personajes mitológicos calmaban fácilmente las olas del mar y las ráfagas del viento. Se entiende, pues, que esta zona es una de las más tranquilas del Cabo de las Huertas cuando, por ejemplo, sopla el viento de Levante y hay marea, aunque en realidad, podríamos decir, es su situación en el cabo y los salientes o lenguas de mar que allá se disponen los verdaderos causantes de las aguas tranquilas de la cala.
En nuestra visita a la Cala de las Nereidas, pudimos admirar la belleza de este rincón de la ciudad de Alicante situado en el Cabo de las Huertas.



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Cala de las Nereidas, #Alicante. Rincón ubicado en el Cabo de las Huertas.https://t.co/PxPcychoIU pic.twitter.com/4unmz5ewOW
— Valencia Bonita ® (@valenciabonita_) July 16, 2021
El acceso a pie a la cala (acceso escarpado y no adaptado) se puede realizar por el Paseo de las Oceánidas desde las coordenadas sexagesimales 38°21’13.6″N 0°25’24.0″W, en decimales 38.353782, -0.423330; o bien, también, realizando nuestra ruta de Wikiloc del Cabo de las Huertas para descubrir todas las calas de este lugar de la costa alicantina.
Para quien no lo sepa, en la mitología griega, las Nereidas son las cincuenta hijas de Nereo y de Doris y hermanas del apuesto Nerites (una deidad marina menor).
Se las considera ninfas del Mar Mediterráneo, y como tales viven en las profundidades del Mediterráneo; no obstante, emergen a la superficie para ayudar a marineros que surcan los procelosos mares, siendo los Argonautas los más famosos de entre los que socorrieron mientras viajaban en búsqueda del vellocino de oro.
Simbolizan todo aquello que hay de hermoso y amable en el mar. Cantan con voz melodiosa y bailan alrededor de su padre. Se las representa como muchachas muy hermosas, vestidas con túnicas de seda blanca con bordeados dorados, a veces totalmente desnudas, coronadas por ramas de coral rojo y van descalzas, portando el tridente de Poseidón, de cuyo séquito forman parte.
Se aparecen a los hombres montadas en delfines, hipocampos y monstruos marinos. Los griegos las adoraban en altares situados en playas y acantilados, donde se les ofrendaba leche, aceite y miel.