Elegancia, distinción y profesionalidad. Así definía una de las administradoras del grupo de Facebook de “Valencia antigua: Historia gráfica” un desaparecido café de Valencia, en los bajos de un bello edificio que, en la actualidad, es una oficina del BBVA. Hablamos del comercio histórico desaparecido que estuvo en el inmueble de la calle de las Barcas, chaflán a la de Pascual y Genís -en realidad marcado como Pascual y Genís nº2 según se ve en prensa histórica-, donde se encontraba el local más elegante dedicado a café, bautizado así popularmente por la prensa de época, el cual había popularizado el simpático nombre de Gran Café Royalty.
Se decía que pocos establecimientos de la misma índole, tal vez ninguno en Valencia, reunían las excelentes condiciones del Gran Café Royalty, agradable en verano –donde se disponía un toldo en su terraza-, no siéndolo menos para el invierno. Todo un lujoso café.
Se inauguró al público el domingo 23 de febrero de 1913 a las 10:00 horas, justo dos días después del Hotel Reina Victoria. Todo un orgullo por entonces, aunque cabe matizar que el acto inaugural tuvo la noche anterior, el sábado 22 de febrero, donde asistieron íntimos de los dueños, con sus señoras, y los representantes de la prensa local, quienes fueron obsequiados por los dueños, José Brines y Agusto Ferrando -ambos naturales de Simat de la Valldigna-, de pastas y dulces, vinos, café, champán y habanos.




Su instalación, a base de grandes ventanales, le ofrecía un aspecto de palco corrido y desde su interior el cliente se sentía distraído admirando la animación constante de las dos calles tan concurridas como la de las Barcas y Pascual y Genís. Disponía, además, de grandes focos de alumbrado, que hacían de función pública por así decirse, tal y como se menciona en El Pueblo, en 1927, donde se manifestaba una queja para que se colocasen faroles de gas en dicha calle.


Mencionaban, allá por 1926, que a todas horas del día y de la noche se veía favorecido por numerosa y selecta concurrencia, y su chaflán, de once a doce de la mañana, era punto de reunión de los comerciantes que venían de la Lonja o de los que tenían que efectuar algunas operaciones en los Bancos cercanos.
De su servicio se habla de productos como café, helado y licores, principalmente. Toda Valencia sabía que el Café Royalty era un establecimiento selecto que ofrecía calidad y presentación.
El café fue lugar de reunión de artistas -como los participantes de Maruxa, una égloga lírica estrenada en Valencia en 1914-, habitual del pintor y cartelista taurino valenciano Carlos Ruano Llopis, de gente de a pie, trabajadores –como bien nos habla Julio Cob–, o, de incluso, timadores, quienes aprovechaban la gran concurrencia del local, de ambiente familiar como se destacaba, para hacer de las suyas.

Hasta almuerzos tras una boda se celebraron en el café, como un enlace celebrado el 27 de abril de 1918. Justamente el local se convirtió, también, en rincón de improvisada entrevista al que ha sido el primer jugador de Valencia CF en jugar con la selección española, debutando el 17 de mayo de 1925 en un partido contra Portugal. Hablamos de Eduardo Cubells Ridaura, conocido popularmente como Cucala, quien le decía al periodista de La correspondencia de Valencia «tú dirás lo que quieres, y que conste que eres el primer periodista valenciano con el que hablo de estas cosas».
Encontramos, por desgracia, las noticias tristes del fallecimiento de sus dueños en prensa, una en 1915 y otra en 1931, apareciendo en los medios, seguramente, por el cariño especial que les tuvieron a ambos por regentar el reputado café.

El rastro del café se pierde en el tercer cuarto del siglo XX, donde una noticia de Las Provincias de 1965 nos habla de la inauguración del valenciano Banco de la Exportación en el mismo lugar del café.
Este año se ha inaugurado el Banco de la Exportación, entidad valenciana que ha nacido con 125 millones de pesetas de capital desembolsado. Está situado en la esquina de Barcas y Pascual Genís, donde antes estaba el Café Royalty. Al frente se encuentra José Antonio Noguera de Roig, presidente del Consejo de Administración.
Las Provincias, 1965

Muchos aún recuerdan sus actuaciones, como las del trío de Raga (chelo), o el maestro Adrián al piano y el violinista Pascual Camps, con música en directo este último por las tardes. Tiempo de valses y mazurcas, según palabras de M.ª Ángeles Arazo para Las Provincias.
Magnífica labor la de resucitar gigantes. Gracias.
Muchas gracias Juan José 🙂
Tens tota la raó, muestre!