A los pies del Castillo de Moraira, un núcleo de población del término municipal de Teulada en Alicante, se encuentra la conocida playa de l‘Ampolla, la que, según muchos, es la mejor y más concurrida, además de urbana y extensa, de las playas de fina arena dorada que dispone la localidad.
Esta playa dispone también del distintivo de bandera azul y está galardonada con la distinción de Información y Educación Ambiental por la Fundación Europea de Educación Ambiental, un distintivo que solo poseen contadas, con una mano, pocas playas españolas. Tras nuestra visita a este pequeño rincón de la Costa Blanca, de unos 250 metros de longitud y una anchura de 30 metros, pudimos comprobar que no solo es una de las mejores de la zona, si uno de las playas, que no cala, más bonitas que hemos visitado de la costa alicantina -cabe mencionar, sin embargo, que también es la más frecuentada de la zona-.
Y es que allí, el visitante, puede disfrutar de unas vistas impresionantes, ya que se puede ver el Peñón de Ifach y, en la cercanía, el Castillo de Moraira, un fortín que fue construido en el siglo XVIII. Junto a la fortificación, además de poder ver un aljibe de la misma época que servía para almacenar el agua o un monolito que recuerda al escritor norteamericano Chester Himes -quien vivió 15 años allí, hasta su muerte en el año 1984-, se encuentra una zona de rocas perfecta para hacer snorkel, un bello enclave que, curiosamente, nos recuerda a los baños de la Reina de Calpe.
En sus alrededores, además, se puede disfrutar del Marjal del Senillar, un humedal costero declarado Reserva de Fauna Silvestre en el que podréis ver juncos y patos salvajes en libertad.
Todo esto, sumado a la tranquilidad de sus aguas y la cercanía a restaurantes, comercios y al núcleo urbano de Moraira, convierten la playa de l´Ampolla en una playa perfecta para pasar el día -a una hora y media de Valencia capital, por la AP7-, una escapada perfecta o, porque no, unas merecidas vacaciones.
La playa, que es accesible -ya que dispone de servicios para discapacitados como sillas anfibias, pasarelas hasta la orilla, rampas de acceso, vestidores, WC…-, cuenta también con parking -zona azul pero con coste reducido-, chiringuitos y restaurantes especializados en arroces, y diferentes servicios en verano, como socorrismo, vigilancia, lavapiés, pasarelas, hamacas y sombrillas, juegos infantiles, etc.
La arena es fina y limpia, y al estar enclavada geográficamente en forma de media luna, propicia que no haya corriente alguna y que sus aguas sean transparentes, además de que tiene muy poca profundidad.









En definitiva, una bella opción para pasar el día, teniendo en cuenta que, además, en la cercanía podéis visitar la Cala Cap Blanc, situada entre Moraira y Calpe, o las calas de L’Andragó, Portitxol o Llebeig. Y ya puestos, comeros un arrocito junto al Peñón, como nosotros hicimos 🙂