Durante los trabajos de conservación y restauración de las Torres de Quart de Valencia, concluidos finalmente en mayo de 2007 tras la gran intervención realizada a cargo del equipo profesional capitaneado por Dr. Manuel Ramírez Blanco y el Dr. Javier Benlloch Marco, se descubrieron en diversas partes del hoy monumento medieval, antaño una de las puertas de entrada de la ciudad amurallada, una serie “grafitis medievales” que habían quedado ocultos bajo la pátina de suciedad, los cuales despertaron gran interés entre numerosos estudiosos, catedráticos e historiadores que trataron, de alguna forma, explicar sus motivos y formas.
Los grafitis medievales encontrados en las puertas orientales de la desaparecida muralla de la Valencia medieval, muchos de ellos inéditos y de gran belleza, son diversos, y se pueden ver desde cruces, letras, motivos florales o detalles arquitectónicos, entre otros, siendo algunos de ellos bastante habituales en otros edificios defensivos medievales. Sin embargo, se encuentran diversas representaciones zoomorfas, con bancos de peces y escenas de pesca, que llaman poderosamente la atención por su posible interpretación y el motivo de su presencia en esta puerta de acceso, alejada del mar, como los ubicados en las bóvedas superiores, en las escaleras de la torre norte o el espacio de acceso a esta, o los más destacados que se pueden encontrar en las escaleras de la torre sur.
De esa posible interpretación se ocuparon muy bien Juan Serra, Ana Torres, Jorge Llopis y Ramón Villaplana, quienes publicaron en 2016 un estudio titulado “Unos grafitis inéditos en las Torres de Quart de Valencia”, donde explican muy bien la situación y posible interpretación de todos los grafitis encontrados en las puertas construidas en el siglo XV, con especial interés a los mencionados de los bancos de peces y escenas de pesca.
En dicho estudio se menciona la gran labor del Dr. Manuel Ramírez Blanco por encargar las labores de restauración del color del monumento al Grupo de Investigación del Color de la UPV, liderado por la catedrática Ángela García Codoñer, responsable de esta investigación; a los historiadores Dra. María José López Zafarín y Dr. Juan Vicente García Marsilla por su ayuda desinteresada en las labores de identificación de los grafitis; al Dr. Francisco Gimeno Blay por su ayuda en asuntos de paleografía; y al Dr. Vicens Rosello Verger por su orientación en asuntos de pesca tradicional en la Albufera de Valencia.
Según podemos leer en un parte de este estudio “Durante la Edad Media, la actividad pesquera estaba sometida a dos impuestos: El quint del peix de la Albufera (quinta parte de los pescados) y el delme de la mar (décima parte). De estos impuestos, dos partes iban para la catedral y una para el rey. El privilegio de Morella (1250) establece el quint del peix para lo pescado en la Albufera, tanto si se es vecino de la ciudad o reino como extranjero, aunque estaban exentas las capturas en estanques, balsas y ríos del término de Valencia. Era habitual que los pescadores de la ciudad combinaran la pesca en el mar y en las aguas tranquilas de la Albufera los días de temporal, algo que señala el propio Ausias March en sus escritos. La ordenación de la pesca se va haciendo más minuciosa a lo largo de los siglos XIV y XV”.
No hay que olvidar que era práctica habitual la pesca en el río Turia, un río que discurría junto a las murallas de Valencia hasta 1969, cuando se desvía su cauce con el “Plan Sur”.
Otra de las partes interesantes es en la que se menciona que “En las Torres de Quart se recaudaban los peajes o tributos de aquellas mercancías que provenían de Castilla y de las poblaciones del Oeste, siendo muy importante el tráfico de la cal. Así como en el Almudín de la ciudad encontramos pinturas relacionadas con el uso del edificio que representan los santos patronos de los gremios de comerciantes de grano, en las Torres de Quart es una incógnita la presencia de peces, más aún considerando que son las puertas más interiores, con el mar a cuatro kilómetros hacia el este y la Albufera a diez hacia el sur”.

Sin duda recomendamos enormemente la lectura del texto al completo que podéis encontrar en polipapers.upv.es, 10 páginas muy interesantes que os servirán para que muchos de vosotros redescubráis nuestras queridas Torres de Quart.