De todos es bien sabido que la masificación de las calas en Xàbia (Alicante) no es nueva, algo que lleva muchos años dándose y que ha propiciado a que el consistorio haya puesto, este año (por masificaciones pasadas y con motivo del COVID-19 ) aforo en La Grava (225 personas), la Granadella (200 personas) o en la Cala Barraca o Portitxol (150 personas), donde en estas dos últimas existe un sistema de control de vehículos con una barrera que se baja cuando el aforo esté completo, algo que tampoco es nuevo.
Sin embargo, existe todavía, algo que seguramente en el futuro no ocurra, algunas calas que escapan al control de las medidas de seguridad sociosanitarias y del control de aforo en Xàbia, dos rincones casi próximos entre sí y que cada vez van cogiendo más fuerza y que ya son de sobra conocidas en las redes sociales: hablamos de la Cala del Francés y la Cala Sardinera (ambas de difícil acceso).
La Cala del Francés, una cala de grava de difícil acceso, debe su nombre al Sr. Lambert, ginebrés ilustrado y enamorado de Xàbia que tenía una casa justo encima de la cala, tal y como mencionan desde masalladelaciudad.com. Es una cala que no sale anunciada en el portal de turismo de Xàbia, la cual se ubica en las coordenadas 38.760515, 0.211585, y para llegar a ella hay dos opciones, tal y como nos dicen desde explorandosinrumbofijo.com (leyendo su artículo lo sabréis).

André-Louis y André Lambert, padre e hijo, arquitectos, artistas y destacados intelectuales europeos, construyeron ladera arriba de esta costa una preciosa villa que sus descendientes aún disfrutan. En la senda que baja a la cala, crearon bancos de piedra y mosaicos de aire clásico. La cala ya se llamó para siempre “del Francés”.
Levante EMV
Muy cerquita se encuentra nuestra otra protagonista, la Cala de Sardinera, una cala de 200 metros de longitud que cuenta con difícil acceso por tierra -pero no imposible- y que no tiene aparcamiento en la misma playa, se localiza en las coordenadas 38.760100, 0.219919, siendo una cala de aguas cristalinas con un fondo marino perfecto para los amantes del snorkel, repleto de vida.
Esta cala sí es anunciada por el portal de turismo de Xàbia, incluso se incluye una vista en 360º, donde mencionan que se trata de una “pequeña cala virgen de grava y bolos situada en la vertiente norte del Cap Prim o de Sant Martí. El acceso a esta cala se realiza a pie desde el Mirador de la Cruz del Portitxol, a través de una senda que discurre junto a una naturaleza original e intacta. Antiguamente era el mejor sitio para los sardinales, redes finas que se calaban dos veces al día, a la salida y puesta del sol, de ahí el origen de su nombre”.
Desde masalladelaciudad.com recomiendan que para llegar a esta cala tenéis que dirigiros a la Playa del Portitxol por la carretera del Portitxol y parar un poco antes, justo donde os encontraréis la cruz con el mismo nombre. Aquí veréis un panel del sendero local 98 y un camino que se pierde entre la vegetación. Desde aquí podéis acceder a la izquierda a la Cala Sardinera y a la derecha a llamada Cala Barraca o Cala del Portitxol.

Por último, mencionar que ambas calas no tienen servicio de socorrista, papeleras o aseos, por lo que vuestro civismo y responsabilidad para cuidarlas debe primar sobre todas las cosas, recogiendo la basura generada, por favor. Así mismo, decir que no hay vigilancia para garantizar las medidas sociosanitarias ni control de aforo, por lo que tenéis que extremar la precaución y marcharos si llegáis a ella y hay mucha gente. Responsabilidad por favor, en estos tiempos.
Así mismo, os recordamos que está prohibido acampar en ellas, y que os aguardan fuertes multas si lo hacéis.