- El poblado de Castellar de Meca, declarado BIC, está en terreno privado, por lo que sólo se puede visitar libremente los domingos de 09:00 a 14:00 horas, pudiendo seguir nuestra ruta de Wikiloc | Ruta Castellar de Meca, Ayora, poblado ibero desde el parking que está en las coordenadas 38.9551091, -1.1697127 (en Google, el parking está indicado como «párking Castellar de Meca»).
El poblado ibérico de Castellar de Meca, ubicado en término municipal de Ayora, es uno de esos rincones mágicos de la provincia de Valencia, un poblado situado sobre el cerro Mugrón de Meca (en la Sierra del Mugrón), y dentro de la finca denominada «Casas de Meca».
Toda persona que se acerque a este poblado, como nosotros hicimos a través de una ruta de unos 5 kilómetros desde la zona de aparcamiento –ruta que podéis ver en Wikiloc–, podrá ver los restos de este impresionante patrimonio valenciano declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en junio de 1931.
Se piensa que sería un gran almacén de productos agrícolas, lo cual explicaría el camino de acceso para facilitar su transporte desde el llano: el llamado Camino Hondo, un milenario camino de roca excavada que constituye una impresionante obra de ingeniería prerromana, lugar por donde pasaban los carros para llevar las mercancías al poblado situado en lo alto del cerro (de ahí las marcas de ruedas de carros).
El poblado, con más de 2000 años de antigüedad y que estuvo habitado posiblemente en época medieval (siglo XIII-XIV), cuenta con restos de murallas; unas escaleras talladas; un trinquete; un camino tallado en roca, el ya mencionado Camino Hondo; cisternas (depósitos que fueron utilizados como aljibes, graneros o almacenes); vistas desde lo alto del cerro o puntal de Meca; o las Cuevas del Rey Moro (utilizadas en antiguo para el ganado), así como otros restos.
El yacimiento se puede visitar de manera libre solamente los domingos, en horario de 09:00 a 14:00 horas, al estar ubicado en terreno privado (los BIC deben de estar abiertos como mínimo 4 días al mes). El acceso al parking para comenzar la ruta está situado en las coordenadas 38.9551091, -1.1697127 (en Google, el parking está marcado como «párking Castellar de Meca»), un camino privado al cual se accede a través de la carretera que une Ayora y la localidad de Alpera (Albacete), donde antes de llegar a Alpera, ya en provincia de Albacete, hay un desvío al parking señalizado correctamente. Una vez que dejáis el coche, podéis seguir las indicaciones del lugar o nuestra ruta de Wikiloc a Castellar de Meca, ya que hay aproximadamente un par de kilómetros hasta llegar al poblado (que podéis ir por las escaleras, acceso derecha, o por el Camino Hondo, acceso izquierda, mucho más sencillo).
Si después de aportar nuestras coordenadas y track de Wikiloc para la ruta tenéis algún problema o duda, podéis consultar a la oficina de turismo de Ayora al 96 189 06 58 o al correo ayoratouristinfo.net
Por último, y como curiosidad, decir que los llamados Gazpachos Ibéricos (que no manchegos), tienen su origen en la antigua ciudad ibérica de Castellar de Meca, actualmente ubicada en el término municipal de Ayora (Valencia), algo que ya afirmaba muy bien Francisco Seijo Alonso o el escritor ayorino José Martínez Sevilla.
Hay que matizar que aunque Ayora pertenece definitivamente al Reino de Valencia desde 1305, antes perteneció al Reino de Castilla hasta 1281, si bien podríamos decir que los gazpachos ayorinos no se diferencian en nada, o poco, de los manchegos. Sí que hay que recalcar que en el llamado yacimiento íbero de Castellar de Meca, ubicado en Ayora (actualmente en la provincia de Valencia), se encontraron los restos de utensilios para la elaboración de gazpachos más antiguos de los que se tienen conocimiento, además de que los gazpachos ayorinos llevan como ingrediente la pebrella.
Como os podéis imaginar, Ayora, antes que valenciana y castellana, fue musulmana (llegó a pertenecer en principio al emirato andalusí y posteriormente al califato de Córdoba), además de haber sido visigoda y romana, sin olvidarnos de dicho poblado íbero mencionado. Dicho todo esto, ¿entonces, cómo llamamos o debemos llamar a los gazpachos, manchegos o valencianos? Nunca valencianos, pero tampoco manchegos: mejor gazpachos ibéricos.
«Sobre el origen de los que algunos mal llamado por los valencianos gazpacho manchego hay que decir que nació en las abruptas serranías valencianas, aunque posteriormente se extendieron hacia otras zonas, entre ellas las llanuras manchegas. Uno de los principales estudiosos de este plato recio y suculento, Francisco Seijo Alonso -un gran recolector de secretos, de recetas, de peculiaridades del saber popular que, lápiz y libreta en mano, dedicó buena parte de su vida a recorrer nuestra geografía valenciana y a divulgar sus hallazgos- afirmaba con rotundidad en su interesantísimo libro titulado “Los Gazpachos valencianos y alicantinos, manjar de antología”, que este plato tan importante nació en el Valle de Ayora, lindante con la serranía de Enguera. Y concretaba más aún su partida de nacimiento: la antigua ciudad ibérica del Castellar de Meca, en el término municipal de Ayora.
Fue, en su origen, un alimento básico para los pastores y para los cazadores. Y tuvo tanta aceptación, que se expandió por todos los puntos cardinales de nuestra geografía, teniendo como centro las montañas del Valle de Ayora y de las sierras enguerinas y de la Canal de Navarrés, con el Caroig o Caroche en primer lugar. Seijo concreta en su libro las principales comarcas en las que los gazpachos tienen gran aceptación: la Serranía del Turia, Requena-Utiel, la Hoya de Buñol, el Valle de Ayora, la Canal de Navarrés, la Costera, la Vall d’Albaida, l’Alcoià, los Valles del Vinalopó, l’Alacantí, etc.
Otro aspecto que quiero resaltar es el de la variedad en su elaboración. Pueden ser presentados con más o menos caldo, en uno o dos platos, dependiente de si se ofrecen los gazpachos junto con la carne o separado de ella e incluso con más o menos torta (pan ácimo) e incluso con una en el plato donde se sirve el guisado como en Castalla. En unos lugares se utiliza la cebolla para el sofrito, y en otros sitios no se admite. Seijo concreta más, al hablar de otros gazpachos distintos de los tradicionales: “condimentamos unos muy austeramente, y otros con cierta opulencia: con tocino y jamón; viudos, con patatas; viudos, con verduras; viudos, con hongos; de pobre (galianos); con pescados y mariscos”, etc».
AL FUM DE LA XIMENERA : GAZPACHOS SERRANOS (juansalvadorgaya.blogspot.com)