- El Puerto de Silla es uno de los pocos puertos que tiene el lago de la Albufera de Valencia, rincón donde se puede pasear por el margen del puerto y disfrutar de la naturaleza y paz que rodea este rincón.
El Puerto de Silla, ubicado a 2 kilómetros de la población en el límite de la huerta de la localidad y los arrozales, es, sin duda alguna, el lugar más bonito de la población de Silla por su ubicación, en plena Albufera de Valencia, por su historia y por ser un referente paisajístico singular, además de ofrecer al visitante un paraje relajante donde desconectar.
Mucho menos masificado, conocido y visitado que el Puerto de Catarroja, su historia al completo la cuenta José Antich y Brocal, el Cronista Oficial de Silla, en la web del Ayuntamiento, donde hay un PDF con todo detalle de la cronología de este precioso lugar.
Para nosotros, el Puerto de Silla tiene su encanto al conservar, tal y como pudimos comprobar en nuestra visita de enero de 2021, algunas infraestructuras antiguas como un puente de madera; una casa y almacén; el motor del Progreso, del siglo XIX (año 1894); algunas viejas barcas de decoración; un curioso cristo de madera del año 2019 obra de Antonio Jesús Martín del Río; o las barracas de la Cofradía Sociedad de Pescadores de Silla, construidas en 1995, y aptas para ser alquiladas, según hemos podido leer en algunos artículos.
Por supuesto, allá podréis ver decenas de barcas albuferencas amarradas en el puerto, además de que allá se encuentra el Club Deportivo el Saladar, el Club de Piragüismo de Silla y ejerce actividad la Associació Vela Llatina de Silla, la cual pertenece a la Federación de Vela Llatina.
Debéis saber que justo antes de llegar al puerto, a pocos metros, hay una placa que os avisa de que está prohibido el paso a vehículos a motor, solo acceso permitido a autorizados, por lo que os animamos a acercaros en bici, caminando o, si acaso y como mucho, dejando antes a todos los pasajeros del coche en el mismo Puerto de Silla para volver al pueblo con el fin de que ellos caminen menos -mientras buscáis un sitio para aparcar en la población-. El paseo bien vale la pena por hacerlo entre la huerta hasta llegar al mismo Puerto.
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Su antigüedad no la podemos datar con exactitud, ni siquiera el punto exacto donde estuvo emplazado el primer embarcadero; sólo hay referencias escritas de los antiguos cronistas (Beuter, Escolano, Huici, etc.), que datan los aprovechamientos naturales en una cronología prerromana, como fueron las primeras desecaciones hechas por los cartagineses en la frontera oeste, justo donde se encuentra nuestro término.
Pero, dejando de lado hipótesis no demostradas, si que sabemos de una importante actividad pesquera en el siglo XIII, ya que según el privilegio entregado el 5 de febrero de 1248 a favor de la Orden del Hospital, el rey Jaime I, que tres años antes había decretado la expulsión de los musulmanes de la huerta de Valencia, para asegurarse el impuesto del «quinto» con la que estaba grabado el pescado, permitió a cien familias de moros seguir habitante en Silla, de las cuales , sesenta debían ser hombres que supieron navegar las barcas que había disponibles, unos pescadores que fueron desalojados del Barrasí y enviados a las afueras, cerca del camino del Puerto, naciendo de esta manera el llamado Raval, que corresponde a la zona de la fuente de la Báscula. Este documento demuestra la importancia que entonces alcanzaba el Puerto.
Por último, os pedimos por favor que hagáis caso a las indicaciones y no aparquéis allá mismo. Queremos que este lugar siga teniendo esa tranquilidad que desprende, además de que os pedimos, por favor, que no dañéis las motas, el entorno, molestéis a la fauna y, por supuesto, que no dejéis basura en vuestra visita.