- En la capilla de la Resurrección, junto con el brazo incorrupto del santo.
La Catedral de Valencia exhibe, para su veneración, la cadena y la argolla de época romana que sujetaron en el siglo IV, durante su martirio, a San Vicente Mártir, patrón de la Archidiócesis y de la ciudad de Valencia -cuyo día es cada 22 de enero-, reliquias que pueden contemplarse en la capilla de la Resurrección junto con el brazo incorrupto del santo, -en concreto el brazo izquierdo de San Vicente Mártir, diácono de Zaragoza, en el interior de un relicario realizado en bronce plateado por Giancarlo Fecchio y realizado en Padua-.
San Vicente, según se recoge en los relatos de su martirio, ocurrido en el año 304, fue cargado de cadenas y trasladado desde Zaragoza, «por eso estas reliquias responden a este hecho histórico y reflejan su martirio y entereza, fortaleza y paciencia en todas las fatigas que sufrió, también en la cárcel y en los interrogatorios, lo que le convierte en un ejemplo de fidelidad en la fe y de amor a Jesucristo», indica José Verdeguer, canónigo de la Seo y director del Museo Catedralicio.

La cadena y argolla eran propiedad de la congregación de las agustinas ermitañas, que las custodiaban en el antiguo monasterio de San José y Santa Tecla de El Vedat, en la localidad valenciana de Torrent, y ahora, tras abandonar el convento, han donado al Arzobispado estas reliquias, que han sido depositadas de forma permanente en la Catedral.
Esta comunidad de religiosas tuvo como primer emplazamiento el centro de Valencia, cerca de la calle del Mar y junto a la capilla situada en la cárcel donde estuvo prisionero San Vicente, en la calle que por este hecho se llama Cárcel de San Vicente. Precisamente en este lugar, cada 22 de enero, con motivo de la fiesta del patrón de Valencia, se veneran estas reliquias durante la procesión estacional, cedidas para la ocasión por las agustinas.
Igualmente, las religiosas donaron también una corona y otra argolla, ambas de plata, que se colocaban en la imagen de «Sant Vicent el Pobret» el día de la fiesta. Esta imagen se encuentra actualmente en la parroquia Cristo Rey de Valencia, ubicada junto al monasterio de La Roqueta, basílica sepulcral del patrón de la ciudad y último lugar en el que estuvo el monasterio de las agustinas en la capital.
El pórtico de la capilla de la Resurreccción, esculpido en alabastro traslúcido, posiblemente siguiendo los diseños de Yáñez de la Almedina (como en los marcos de las puertas del retablo mayor y en los muebles del órgano), es una de las primeras y mejores muestras del «estilo romano» o renacentista en España (en torno al año 1510).
Los Arcos Rebajados merecen ser destacados gracias a la composición de pilastras y arcos, adosados a las columnas y entablamento – el sintagma albertiano – y los bajorrelieves (gruteschi), con motivos a candelieri (verticales) y un rico repertorio de águilas, rosetas, vegetales y lacerías.
Por último, el altorelieve de alabastro representando la resurrección del Señor es obra documentada de Gregorio de Biguerny. Fue colocado en este la capilla de la Resurrección a principios del siglo XVI. Conserva restos de la policromía y del dorado que lo decoraban en su primitivo aspecto.
Fuente: AVAN