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Albocàsser, Portal del Alt Maestrat -comarca a la que pertenece y de la que es capital-, es una bella población digna de visita por todo el patrimonio e historia que alberga. En nuestro recorrido pudimos conocer de primera mano todo lo que puede ofrecer al visitante.
Comenzamos la ruta por Albocàsser haciendo una primera parada en el Ermitorio Hospedería de Sant Pau, a 3 kilómetros de la población, uno de esos lugares mágicos que no te esperas. Actualmente, alberga la oficina de turismo, y se puede visitar de manera gratuita en el horario de ésta (de lunes a domingo de 11:00 a 14:00 horas).
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Este precioso conjunto declarado Bien de Interés Cultural -formado por ermita, hospedería, patio, hiedra con más de 350 años, dependencias anexas y plaza porticada-, es en la actualidad la oficina de turismo de la población -donde podéis obtener información para visitar la población-, destacando, por encima de todo el conjunto de la ermita, las llamadas pinturas murales «grises», de principios del s. XVII, pinturas situadas en la hospedería y dedicadas, la gran mayoría de ellas, a la vida de «Sant Pau”.
Ya dentro del núcleo urbano, la primera parada son los lavaderos de Albocàsser, aquellos que durante siglos han sido foro social y de reunión, son testigo mudo del ir y venir de varias generaciones. A pesar de que cayeron en desuso con la llegada de las lavadoras, todavía hoy pudimos comprobar que hay gente que los utiliza -de hecho, habían tendidas cosas-.

Muy cerquita del lavadero encontramos la ermita de los ‘Sants Joans’, edificación que a fecha de finales de septiembre de 2021 está siendo restaurada, a pesar de que tuvimos la suerte de poder verla. Data de 1240 y está dedicada a San Juan Bautista y San Juan Evangelista, además de guardar el sepulcro de Joan de Brusca, poblador de Albocàsser, de ahí su nombre.



Caminamos en dirección el centro neurálgico, donde está el Ayuntamiento y otro monumento de obligada visita. Hablamos de la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Albocàsser, lugar que el párroco nos mostró muy amablemente -está abierta en horario de misa, lunes a sábado a las 20:00 horas en verano, y en invierno a las 19:00 horas, además de domingos y festivos a las 12:00 horas-.

Dentro de la iglesia destacan dos piezas patrimoniales: la primera de ellas es el retablo gótico originario de la ermita de la Virgen de la Esperanza de Albocàsser, con imágenes que representan a la Virgen María a partir de diferentes escenas; la segunda es la arqueta del Dijous Sant, de principios del s. XVI, joya que fue restaurada y recuperada para que resurgieran los vivos colores que ahora se pueden observar. Al parecer, la arqueta se utilizaba para almacenar utensilios en su interior.

No podemos olvidarnos de una de las joyas patrimoniales de la capital del Alt Maestrat, que es, sin duda alguna, la Torre de la Fonteta de Albocàsser. Datada del s. XVI, se sabe que se construyó como torre de defensa aislada que defendía el Castillo, los huertos cercanos y sus accesos. Está declarada Bien de Interés Cultural. Por cierto, junto a la Torre de la Fonteta, además, se encuentran los llamados ‘Horts del Passadís’, edificaciones antiguas colindantes con los huertos, una pequeña máquina del tiempo.

Tampoco podéis olvidaros visitar el Calvari de Albocàsser. Es una obra, según parece, de finales del s. XVIII o principios del XIX. Por desgracia, la capilla principal fue destruida durante la Guerra Civil española. En su interior guardaba un altar con la imagen del Cristo Crucificado y un grupo con las tres Marías y San Juan Evangelista.
El arte urbano, por supuesto, también está presente en las calles de Albocàsser, con diversas muestras en las calles del municipio.



Destaca también, a las afueras de la población, a unos 800 metros del municipio y formando conjunto con una pequeña área recreativa, la ermita de Sant Pere Màrtir, cuya construcción se estima de mediados del s. XV y se relaciona directamente con los padres Dominicanos. Considerada Bien de Relevancia Local, se le rinde honores anualmente, con romería, el domingo más cercano al 29 de abril.

Por último, no podéis olvidaros pasar por la Cooperativa Agrícola de Sant Pau, lugar donde podréis comprar aceite, vinos, almendras o, también, quesos de la zona.
Seguramente, en nuestra visita, nos hayamos dejado mucho patrimonio por descubriros, como la ermita de Sant Miquel, la ermita de la Virgen Esperanza, antiguas norias o el Abric Centelles -pinturas rupestres que muestran la historia de los primeros pobladores de Albocàsser-. Lo que queremos, con esta pequeña guía, es animaros a visitar Albocàsser, capital del Alt Maestrat.