El Castillo de Beselga, una fortaleza de época musulmana declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2002, es un conjunto arquitectónico ubicado en término municipal de Estivella (Valencia) cuyo origen se encuentra en la torre centinela realizada durante el dominio almohade (en el siglo XII), habiendo sido un importante punto ubicado en el camino de las torres del Valle del Palancia en la carretera Sagunto-Jérica.
El castillo se encuentra en la partida de Beselga, un poblado/colonia residencial y veraniega del término de Estivella. A él se puede acceder fácilmente desde un camino situado junto a la ermita de San Roque.
La hoy torre del homenaje, que es sin duda la parte más importante del conjunto, tenía cuatro niveles: el nivel inferior se utilizaba para almacenar el agua de lluvia para beber, siendo posteriormente reconstruido durante la era cristiana; el segundo nivel conserva todavía hoy la estructura almohade; el tercer nivel fue rehecho en la época cristiana; y el último nivel también fue construido íntegramente en época de los cristianos.
Respecto al castillo-palacio, del que hoy tan sólo queda un lienzo, este es de finales del siglo XV. Su función fue residencial y no defensiva. En nuestro siglo, tras el derrumbe del muro norte el 7 de julio 2004, se rehabilitó la restauración de una torre entera y se consolidaron los elementos del castillo-palacio.
La funcionalidad del conjunto fue diversa. La torre centinela tuvo un uso más determinado hasta la dominación cristiana. Más complejo es averiguar la funcionalidad del castillo-palacio que podría no haber estado completamente terminado; aunque lo que queda claro es que fue destruido en el primero tercio del siglo xvi, a causa de la incursión de los “agermanats” de Sagunt.
A pesar de su posterior deterioro, muy relacionado con el abandono progresivo de la población de Beselga, este conjunto ha sobrevivido al paso del tiempo.
Ajuntament de Estivella, triptic_beselga_cas-ang.pdf (estivella.es)
En nuestra visita, por desgracia, pudimos comprobar el grave estado de abandono que sufre el conjunto, donde se hace evidente la corrosión de las barras que sujetan el lienzo del castillo-palacio o las escaleras para acceder a la torre (incluso algunos peldaños están en muy mal estado, pudiendo ceder éstos y provocar una caída). Además de lo mencionado, si bien podemos mencionar que la cartelería está en buen estado (punto a favor), no podemos decir lo mismo de la basura que encontramos en el lugar, donde pudimos encontrar desde latas, bolsas de papas u otros elementos que recogimos. Tampoco ayuda el grave estado del interior de la torre, llena de gratifis y elementos caídos.
El castillo presenta un estado grave de abandono a pesar de la intervención realizada en él hace más de 15 años, cuando se apuntaló el lienzo y se restauró una fachada del castillo-palacio. La cartelería, camino de estropearse y ser ilegible, es la parte que mejor se encuentra, contando que lo mejor de subir a las ruinas de la fortaleza son las vistas que ofrece. El acceso a la torre tiene que hacerse con cuidado por la corrosión de las escaleras y los agujeros que hay en el interior de esta. Están presentes numerosos actos vandálicos, como grafitis y escritos, además de que se han robado los focos de luz de la torre.
Para rematar, a todo esto hay que sumar la falta de limpieza y maleza que hay en el camino de la ermita hacia el castillo, donde se evidencia la falta de mantenimiento por parte de las autoridades locales o correspondientes (Generalitat Valenciana) al ser un BIC.
Otro punto a favor del castillo es la ruta interpretativa «Les Claus del Castell«, que pone en valor la fortaleza y los elementos más destacados de la población, por lo que el castillo no queda en el olvido e invita al caminante a conocer su historia y pasado, convirtiéndose en una buena iniciativa.







SOBRE EL CASTILLO DE BESELGA SEGÚN LA FICHA PATRIMONIAL:
El Señorío y baronía de Estivella ha estado formado a lo largo de los tiempos por tres núcleos de población: Arenes, Beselga y Estivella. Los tres han estado estrechamente relacionados hasta su desaparición, aunque el origen de cada uno se atribuya a distintas causas.
Su primer Señor fue Adam de Paterna en el año 1248. Posteriormente sería Roger de Llúria en 1292. En 1374 fue su Señor Guillén Colón, benefactor de la cartuja de Portaceli. Éste mandó en testamento fundar en él un monasterio de cartujos que fue prohibido por el rey.
Fueron sucesivamente sus señores Guillem Moliner (1382), Bonafonat de Sanfeliu (1386), alcalde y baile de Morvedre, Joan de Sanfeliu, Garcerá de Sanfeliu, Francesc de Sanfeliu (1441), Garcerá Monsoriu (1441) y Gracià Monsoriu (1449), quien mandó la construcción de tres nuevas casas y un castillo a partir de la torre vigía que existía en Beselga. Las importantes mejoras introducidas por este último le obligaron a endeudarse y vender los lugares de Estivella, Beselga y Arenes en 1501 a Berenguer Martí de Torres.
Después pasó a Jaume d´Aguilar (1506), yerno del anterior, momento en el que se derruyó el castillo, debido a las incursiones de los agermanados. Volvió a recuperar la baronía la familia Monsoriu sucediéndose Gaspar Monsoriu (1571), Jeroni Monsoriu (1610), Cristòfol Monsoriu (1619) y Josef Monsoriu (1636).
La familia Monsoriu serían los que, en 1610, otorgarían la carta puebla al quedar despoblado el lugar a raíz de la expulsión de los moriscos.
Acabaría formando parte de los dominios de la familia Escrivá d´Ixer, por matrimonio de Francesca Phelipa de Monsoriu con Vicent Onofre Escrivá d´Ixer, conde de la Alcudia. Su hijo y heredero Baltasar Escrivá de Ixer, que fue virrey de Mallorca, falleció sin sucesión; su hermana Mariana casó con Joaquín Castellví, Conde de Carlet y el hijo de ambos Joaquín Antonio fue Conde de Carlet y Barón de Estivella. Al morir el anterior sin sucesión pasó a Doña Josefa Catalá de Valeriola, Duquesa de Almodovar. A finales del siglo XIX el caserío quedó despoblado.
El castillo seguía la forma alargada de la elevación, extendiendo de Este a Oeste los muros de la fortificación. Se encuentra situado en lo alto de una elevación de fácil defensa al norte de la antigua alquería.
En el extremo Oeste se encuentra la torre de planta rectangular. Sus muros son de tapial con sillares en las escaleras y arcos de sustentación interiores, en sus muros exteriores se abren aspilleras. Todavía se puede subir por la escalera interior a sus tres alturas hasta el terrado superior.
Junto a la torre y unida a ésta se encuentran los restos del edificio residencial. De forma alargada se apoya en el muro Oeste de la torre y tan solo queda en pie el muro situado al sur y parte situado al Norte.
El edificio constaba de dos alturas con terraza superior, la primera altura se sustentaba con bóveda de medio punto, mientras que la planta alta se sustentaría con viguería de la cual restan los canes de piedra.
La fachada Norte conserva la puerta de entrada con un arco de medio punto con grandes dovelas y sobre ella los restos de una ventana geminada de estilo gótico.
El tapial de la torre es claramente distinto de los muros del castillo. En la primera los encofrados son más bajos y las agujas más abundantes pero más pequeñas que en el castillo donde las maderas son claramente visibles.
Se ha relacionado los encofrados de mayor amplitud con el tapial cristiano, además la puerta de medio punto, la ventana geminada y los canes confirman su datación.
En el verano del año 2004 el lienzo del lado norte se vio afectado por un derrumbamiento parcial, siendo intervenido para evitar desgracia mayor.
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