Para saber la importancia de la historia de Valencia a través de “la naranja”, nos tenemos que remontar a muchos siglos atrás, incluso antes de las épocas de las Taifas valencianas. La antigua naranja y su cultivo, ya que la procedencia de la actual es China, no comenzó en nuestra península ibérica hasta el califato de Córdoba, con las naranjas amargas o “naranjas de Sevilla” por ejemplo.
A pesar de lo mencionado, es conocido que en el siglo V d.C. ya había constancia de naranjas llegadas desde África, que, al fin y al cabo, todas estas llegaron de procedencia asiática asentándose en terrenos como Egipto. En un principio, el naranjo es usado como un árbol ornamental y de decoración de patios, como lo fue en la Mezquita de Córdoba y de Sevilla, donde posteriormente llegó a nuestras tierras a los Patios de la Lonja de Valencia o los patios de lo que hoy es la Generalitat de Cataluña, extendiéndose así a todo el imperio. Por lo tanto, los precursores y quienes introdujeron el cultivo de la naranja son aquellos habitantes de los califatos y taifas.

Lo cierto es que la naranja de aquellos tiempos, no es la que hoy en día conocemos. Su uso se puede entender en la conocida “Taronja de llavar budells” o la “Taronja de porc”, siendo pues utilizado su zumo amargo como condimento, sustituto del limón o para la limpieza y preparación de embutidos del cerdo, así como también un uso en sacar brillo a objetos de cobre y latón de la época. Incluso el famoso Teodoro Llorente, en los versos de una de sus obras «La Barraca», dice así:
Allà dins, entre alfàbegues florides,
en lo corral, baix l’ample taronger,
mormorejant pregàries beneïdes,
la mare agrunsa a son infant darrer;


Seguramente, dicho esto, os preguntaréis como es que se utilizó la naranja para la limpieza de las tripas y embutidos como el cerdo si la religión musulmana está en contra del consumo de esta. Lo cierto es que, en aquellos tiempos, los musulmanes respetaron a cristianos y judíos que vivían bajo su dominio, así como también respetaron sus condiciones, tradiciones e historia, a pesar de la conquista e invasión desde el año 711, aceptando la imposición del nuevo orden al que eran sometidos: político, social, económico y militar). Bajo esta condición de respeto a las llamadas gentes de libro (أهل الكتاب ′Ahl al-Kitāb), solo les exigían el no condicionar o convertir a la gente a la fe que no fuera distinta a la que creían y en los pactos establecidos de que los no musulmanes tenían libertad de culto y derecho a organizarse municipal y jurídicamente a cambio de someterse a la autoridad militar, civil y monetaria (a través del impuesto jizya) islámica.
La primera descripción del naranjo amargo parece ser la de Alberto Magno (1193-1280), que trabajó a lo largo de su vida en botánica y química, siendo por ejemplo la primera persona junto a Roger Bacon de aislar el elemento químico «Arsénico» (año 1250). La referencia del naranjo aparece en su obra vegetabilibus et plantis («I vegetali e le piante»), en la que le da el nombre de “arangus».

Por cierto, como curiosidad, en una obra de 1363 de Francesc Eiximenis, en su “Regiment de la cosa pública”, se refiere y nombra a cómo se cultivaban en Valencia “teronges”,”llimons”,”llimes” y “oranges”, entre otras especies frutales.


Dejando a un lado los orígenes, la actual naranja dulce que conocemos, de procedencia asiática, «citrus sinensis», le debemos su origen a las zonas de la India, Pakistán, Vietnam y el sureste de China y que a pesar de que fueron traídos a occidente por los árabes, la variedad dulce no es conocida en España hasta la conocida ruta de Vasco da Gama por las Indias y las ventas de ésta a nuestro país, debido a que por aquel entonces el principal exportador de dicho cítrico era nuestro país vecino (Vasco da Gama fundó la colonia portuguesa de Cochin, en India, después de las guerras iniciadas en 1503, instalando así la hegemonía marítima portuguesa en la zona). A pesar de esto, se cree también que otra de las teorías de introducción sea a través de las rutas comerciales que sostenía Génova con el Próximo Oriente (una de ellas, la de la Seda), probablemente a principios del siglo XV y no por la ruta de las Indias de Vasco de Gama o el descubrimiento del cabo de Buena Esperanza.
Eso sí, de lo que se está seguro es que en un principio, los cultivos no van más allá que los fines propios de cosecha familiar o de la zona, sin llegar a los comerciales. De hecho, los primeros cargamentos que se exportan, provienen de Lisboa, central de todos los naranjos de la Península Ibérica y del resto de Europa y América en los inicios. Y es que a pesar de que se dice que limones y naranjas viajaron pronto de América en las naves castellanas, resulta contradictorio creer que estas naranjas fueron españolas cuando en realidad (se dice) fueron semillas y no una exportación internacional como tal a tierras conquistadas por los españoles. No tiene sentido, pues, que atribuyamos a Vasco da Gama y a Portugal el control del comercio de naranjas y hablemos de que España exportó naranjas, ya que dichas exportaciones o atribuciones se deben a los Portugueses y el descubrimiento bajo bandera lusitana de nuevas tierras por parte de navegantes como Bartolomeu Dia, Vasco da Gama o Pedro Alvares Cabral, este último autor del descubrimiento de lo que hoy conocemos como Brasil.
Entonces ¿A qué época debemos remontarnos para conocer la exportación de la naranja en nuestra tierra o al menos desde alguna zona de España con toneladas “considerables”?
Los inicios de la naranja dulce en España están ligados a territorio andaluz, y así lo hace constar Andrés Navajero (1525-1528), embajador de la República de Venecia, en la relación de su viaje por España, donde dice, refiriéndose a los alrededores de Sevilla: “ Hay también abundantes jardines, entre los que destaca uno, llamado Huerta del Rey, que pertenece al marqués de Tarifa, y en el que, a más de un gran palacio y un bellísimo estanque, hay tal naranjal que se obtienen grandísimos beneficios de sus frutos. Yo he visto en este jardín, y en otros jardines de Sevilla, naranjos tan altos como los nogales en Italia”. Este es solo un ejemplo de la nota predominante de que aquel cítrico era de «reyes» y en pocos lugares.

En los inicios, como ya os he comentado, la naranja “dulce” era solo un producto interior y en la gran mayoría de ocasiones, destinado a ricos. A mediados del siglo XVI su cultivo estaba introducido en varios lugares del viejo Reino de Valencia (Orihuela, Xàtiva, Alzira) pero durante mucho tiempo no pasó de ser un árbol plantado en jardines y linderos de los campos.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII el mercado de los cítricos valencianos estuvo restringido al territorio interior y con un carácter muy estacional, en concreto las Navidades, lo que no ayudaba mucho a su prosperidad como cultivo comercial. Dicho motivo no era otro que el elevado precio que por aquel entonces tenía el producto estrella y que era consumido, junto a otros manjares y delicias como los turrones, en un ritual cortesano de gente adinerada y de Reyes al que solo unos pocos podían acceder, a pesar de que existe constancia de grandes envíos desde tierras valencianas hacia ciudades como Madrid, Barcelona o Granada. Todo esto se sabe por referencias literarias, como en obras de Lope de Vega o Gaspar de Escolano.
Aún así, según el estudio realizado por Juan Piqueras Haba, de la Universidad de Valencia, y tras contrastar información, además de las referidas, existen documentos que certifican exportaciones importantes al menos en nuestra península:
- Año 1632, Xátiva expedía hacia Castilla no menos de 500 cargas de fruta verde, en las que se incluían naranjas y limones (Estos cítricos provenían de los pocos cultivos existentes por la alta burguesía de Xàtiva).
- Año 1717, febrero, desde Sagunt a Holanda, se hace constar una exportación de 68.000 limones y 18.000 naranjas, envasadas en pipas y cajas de madera.
Cabe mencionar que por esta fecha, ya estaba en pie, o casi, la conocida alianza de Jorge I de Gran Bretaña, que fue el encargado de contribuir en un principio a la creación de la Triple Alianza, la liga «antiespañola» integrada por Gran Bretaña, Francia y las Provincias Unidas de los Países Bajos donde más tarde se incluiría el Sacro Imperio Romano Germánico para la lucha contra Felipe V (Sí, ese que cuelga boca abajo en Xàtiva).

A pesar de estos datos, el arroz y la seda son los principales productos exportadores (entre otros productos) en el Reino de Valencia y no cabe destacar todavía cierta mención importante sobre la naranja (consultar fuente del gobierno de España sobre los principales productos exportados hasta 1920).
¿Son pues los mallorquines de Soller quienes exportan en grandes cantidades por primera vez el cultivo de naranja dulce o los pioneros como ellos dicen?
NO. Existe la costumbre, insana, de atribuirse méritos en más de una ocasión sin tener en cuenta el resto de referencias históricas. Soller fue pionero en cuanto a la exportación al sur de Francia y Cataluña en volumen, donde sus naranjas adquirieron gran fama pero no fueron las primeras ni a nivel nacional ni internacional. Así mismo, cabe decir a pesar de esto, que uno de los cargamentos de uno de sus empresarios que emigraron a tierras valencianas, fue uno de los más importantes, pero repito y recalco, no fueron las primeras en exportarse pero si el primer paso hacia las grandes exportaciones.
Se dice, y se documenta en Soller, que el traslado de los cultivos mallorquines a tierras valencianas fue debido, principalmente, a una plaga de enfermedades de estos (en algunos documentos) y a una expansión con mayores miras por el territorio nacional, pasando así a cobrar importancia nuestra tierra, la actual Comunidad Valenciana. Lo cierto es que las naranjas de Soller eran muy famosas por aquellos tiempos y la verdad es que no tiene sentido introducir el cultivo en el Levante, cuando ya estaba introducido. Situémonos. Los primeros datos de cultivo y exportación de la naranja por parte de empresarios de Soller no ocurre hasta mediados de los años 1820, en la zona de la Plana de Castellón en concreto (Villareal, Almazora, Burriana).
¿Pero entonces porque aparecen como pioneros de dicha exportación importante? Lo cierto es, que la auténtica revolución industrial (el ferrocarril y la vía marítima) estaban por llegar, por ejemplo, a Valencia, y se cobraba más importancia otras poblaciones. No se tuvo en cuenta las afirmaciones que os he comentado anteriormente, donde por ejemplo existen documentaciones del transporte de Sagunto a Holanda, uno de los pocos envíos internacionales anteriores de importancia. Así mismo, para dicha atribución, solo se ha tenido en cuenta parte de la verdadera historia, que no es otra que la verdadera Cuna de la naranja: Carcaixent. Para más inri, Carcaixent si que tiene en cuenta en su historia lo que os he comentado antes sobre un empresario mallorquín: José Catalá Broseta. Este hombre, consiguió en el año 1848, establecer en el antiguo cuartel de Carcaixent, habilitar un local para la confección de envases de naranja y conseguir el lanzamiento el principio de lo que iba a ser el lanzamiento final, aunque duro, de la exportación de Naranjas. Pero antes que eso, tenemos que remontarnos hasta finales del siglo XVIII.
Y es que un sacerdote, Vicente Monzó Vidal, plantó el primer campo de cítricos en la Ribera, en la partida de la Bassa del Rei, en 1781 en un terreno yermo, donde empleó norias, perforó pozos y construyó balsas de riego. Todo un avance !!!

Este valenciano, era un apasionado de la agricultura y antes de adquirir las tierras cerca de la antigua ermita de Santa Bárbara, ya probó el cítrico en el huerto del Monasterio de las Dominicas, donde por casualidades de la vida, empleaba para obtener mantequilla de azahar. La unión de Monzó junto al escribano Carlos Maseres y al boticario Jacinto Bodí, les llevo a conseguir la “auténtica cuna de naranja dulce actual” por así decirlo. En su empeño, mandaron traer desde Murcia unos pies de limonero injertados de naranjo dulce y los plantaron en los terrenos de la Bassa del Rei. Solo tenían una pega: Estos eran de secano y el agua era insuficiente. Para solventar estos problemas perforaron pozos en cada cultivo, montaron las antiguas norias construidas por los árabes y construyeron balsas para riego y pequeñas casas de labor.
Prueba de este hecho, lo relata el botánico Cavanilles en “Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia”, donde dice:
«Sabían los de Carcaixent que los naranjos prosperan en terrenos areniscos si se benefician con estiércol y riegos; convidávales la naturaleza de los campos y el agua la ocultaba la tierra; empezaron a taladrarla con pozos, hizieron norias y convirtieron los arenales en bosques de naranjos».
(Extracto de la publicación en Las Provincias y contrastada con la obra posteriormente).

El cultivo del naranjo no había hecho nada más que empezar. Alzira y otros municipios de la comarca de la Ribera acogieron naranjales, que se extendieron por toda la costa mediterránea.
Lo cierto es que el Nuevo Camino Real de Madrid a Valencia, Alicante y Barcelona (1776-1800), era una de las mejores vías de comunicación del país y esto propiciaba que hubiese registros, aunque no los deseados, sobre la exportación en territorio nacional.

Curiosamente, Francia fue el primer país extranjero en consumir naranjas de Carcaixent a principios del siglo XIX, donde dicha comercialización paso en un principio (hasta la llegada del ferrocarril) por carretera y por mar, a pesar de que ciertos puertos, como el de Valencia, carecían de tanta importancia hasta la construcción de la nueva dársena, donde el volumen de exportación era mayor en Alicante, por ejemplo.
Una de las mayores innovaciones fue la ocurrida en 1826, donde a petición de los importadores franceses, la naranja se envolvió en papel de estraza y luego se empaquetaba en cajas de madera, tal y como se desprende de los documentos del Archivo Municipal y que recoge la web de naranjasecologicas.com y otras webs de renombre que recogen el testigo de documentos fehacientes.
Por otro lado, webs tan importantes donde hacen omiten la información y documentos de archivo histórico (entre ellas el Gobierno de España), dicen lo siguiente en un estudio:


Pero la realidad es bien distinta. Cierto es que la importancia de Soller de cara a Francia le considera como el mayor exportador hasta entonces, aunque Carcaixent fue tomando protagonismo pero sin resaltar. No sería hasta 1848, como os he comentado antes y de la mano de José Catalá Broseta, cuando volvería a renacer las plantaciones que tuvieron sus altibajos años anteriores, ya que el comerciante y empresario Catalá recuperó el papel moreno con que se envolvía el fruto, que es el que se fabricaba en Buñol y Anna, además del embalaje en madera. Estableció pues el primer almacén en Carcaixent y que años más tarde, en 1859, aquel papel basto y de mala presentación, dicho comerciante lo sustituyó por otro de seda blanco.
Pero antes de avanzar, cabe decir que el principal abastecedor de aquellas exportaciones, por ejemplo a Inglaterra, era Portugal, donde además le abastecían Sevilla, Sicilia y Malta, mientras que Valencia ocupaba posiciones secundarias, estando su mercado en Francia. Fue gracias a Catalá, la primera exportación de gran volumen antes de la llegada del ferrocarril. Por aquel entonces, en 1834 la exportación de naranjas valencianas fue de 940 Tm, siendo en un 80 % del total para Francia, donde Cullera era el principal punto de expedición. La primera exportación importante para Inglaterra llegó en 1849: 6.000 Tm. Cifra insignificante si tenemos en cuenta años posteriores y lo que tenía que llegar.
Fue en 1852, cuando se inauguró el tercer trazado ferroviario de España (Durante el gobierno de Narváez se autorizó la concesión de diversas líneas ferroviarias, entre ellas la primera que fue Barcelona-Mataró y la segunda, Madrid-Alicante),que en sus inicios uniría Valencia con Almansa y con Tarragona, pero que en su inauguración, el recorrido fue mucho más corto y conocido como el famoso trayecto desde la vieja Estación del Norte a la que todavía perdura hoy aunque cerrada, la del Grao.
De aquellos días, de 1852, hoy quedan unos restos algo descuidados y que podéis visitar en Valencia, gracias a “LA ESTACIÓN MÁS ANTIGUA DE ESPAÑA” (PINCHA AQUÍ PARA LEER NUESTRO ARTÍCULO SOBRE LA ESTACIÓN MÁS ANTIGUA DE ESPAÑA Y PARTE DE LA HISTORIA Y LEGADO DEL FERROCARRIL VALENCIANO). Además de la llegada del ferrocarril, Valencia tendría una de sus reformas más importantes marítimas.
Resulta que en 1850 tuvo lugar la primera exportación de naranjas con destino a Liverpool en el Puerto de Valencia. Dicha acontecimiento ponía de manifiesto la necesidad de obras de acondicionamiento para el Puerto Marítimo de Valencia, debido a la importancia posterior de la exportación.
Pero esto solo fue una puntilla de todo lo que estaba sucediendo. Por aquel entonces, años anteriores a lo dispuesto, el puerto Alicantino tenía mayor importancia que el Levantino según palabras del historiador MADOZ, en referencia entre los años anteriores y que así refleja en su libro “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Tomo XV. Madrid, 1849. p. 421”.
“. . .El puerto de Valencia no es digno de tal nombre, tal es el deplorable estado en que se encuentra; las corrientes del mar y los aportes del Turia lo han obstruído todo. Los vastos proyectos anteriores no fructificaron en una obra consistente y de utilidad. Los buques del país varan en la playa en todas las estaciones, dentro y fuera de los muelles, y sólo hay algún abrigo para 8 o 10 faluchos dentro del recinto, pegados al contramuelle; para entrar y salir no debe haber mucha mar, porque hay barra en cuatro pies de fondo y se forma una terrible rompiente. Los buques de mayor porte fondean en la rada E del muelle, a 7 y 8 brazos sobre la cama, en la enfilación indicada y como no tiene más que la boya, raro es el año sin desgracias. . .”
Para más información sobre aquella reforma y hechos, PINCHA AQUÍ PARA LEER NUESTRO ARTÍCULO SOBRE EL CEMENTERIO BRITÁNICO, EL FERROCARRIL Y LA VÍA MARÍTIMA.
Para 1861, todavía en los comienzos, los valencianos exportaban 9.000 Tm, algo más de la mitad de toda España. Diez años después, en 1871, se exportaban 45.764 Tm, que representaban el 75 % de España, mientras que en 1880 se alcanzaban las 90.000 Tm y se elevaba al 85 %. En 1894 se exportaron 140.000 Tm y veinte años después, en 1913, se alcanzaba por primera vez el medio millón. Los principales compradores a comienzos de siglo eran, según la campaña de 1902, el Reino Unido (242.000 Tm), Francia (69.000), Alemania (33.000), Bélgica (12.900), y Holanda (8.000). Valencia comenzaba a ser potencia mundial exportadora pero llego un acontecimiento que supuso un duro revés: La I Guerra Mundial (1914-18). Después de la contienda, en 1920 sólo se exportaron solo 200.000 Tm y que no llego a recuperarse hasta el millón en 1930. La Segunda República y el llamado «crack» del 29, no mermaron las exportaciones, estando en torno a las 850.000 Tm anuales. En 1933 se exportaron al Reino Unido 340.000 Tm, a Francia 269.000, a Alemania 160.000, a Bélgica 72.000 y a Holanda 60.000 Tm.
Lo cierto es que, con la llegada de las heladas y con Guerra Civil española, la II Guerra mundial y la posguerra, cambiaron muchas cosas hasta que todo se normalizó, pero eso queridos amigos, eso es otro tema del que ya hablaremos después de contaros el origen y el nacimiento de Valencia como potencia exportadora de Naranjas.
Fuentes:
- Dels millors: Vicent Monzó i Vidal. Rector de Carcaixent (1775-1805) introductor del cultiu del taronger.
- EXPORTACIÓN AGRARIA Y TRANSPORTE EN VALENCIA: 1850-1930, Juan Piqueras Haba (Universidad de Valencia)
- Orígenes Mozarabes
- Musulmanes: Moriscos, Mozarabes, Mudejares y otros.
- Historia de la Naranja
- Naranjasche.com
- Las Provincias
- Naranjasecológicas.com
- Las exportaciones agrarias valencianas hasta 1920, Gobierno de España (AQUÍ).
Fuente foto de portada: www.dmdima.com
Síguenos en Facebook: Valencia Bonita
Síguenos en Twitter: @valenciabonita_
Excelente entrada. Enhorabuena
JOSÉ AGUIRRE MATIOL.