Para la gran mayoría de los valencianos, la cerámica Nolla es una auténtica desconocida. Tanto es así que, a pesar de estar en infinidad de edificios y lugares, prácticamente pasa desapercibida y cuesta reconocer o identificar. Nolla, además, fue pionera en España, donde se dio a conocer mundialmente de la mano de su creador en el siglo XIX: Tomás Miquel Joseph Nolla Bruget, más conocido como Miguel Nolla Bruget (Reus 1815 – Meliana 1879).
Que la cerámica Nolla sea, todavía, una completa desconocida para muchos, será cuestión de tiempo y empeño de aquellos que a diario, y desde hace años, luchan porque este patrimonio valenciano sea recuperado históricamente. Pero no solamente ese es el objetivo, porque la pretensión va más allá, para que así se preserve, y reconozca, allá donde esté dispuesta.

Es el caso del Centro de Investigación y Difusión de la Cerámica Nolla (CIDCeN) o de ARAE Patrimonio y Restauración, S.L.P., que gracias a los años de trabajo y de investigación, dieron fruto, por ejemplo, a la gran exposición de los 150 años de Nolla el año pasado 2015 en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí (Palacio del Marqués de Dos Aguas), de la mano de Xavier Laumain, comisario de la exposición, y de Ángela López, entre otros. Pero esa exposición no fue más que el súmmum de años de trabajo a los que todavía hay que sumar más investigaciones para descubrir su maravilloso legado.
Curiosamente, la cerámica Nolla, patrimonio histórico valenciano, es una obra que prácticamente va ligada a la Segunda Revolución Industrial y a la bella época del modernismo valenciano, o de grandes personajes como el valenciano Guastavino, ya que tiene el honor de ser el primer gres producido en España, además de ser el único hasta muy avanzado el siglo XX, que es cuando surgieron competidoras. Pero esto último tiene “truco”, ya que tuvo la suerte, por así decirlo, de que gracias a la Real Cédula de 6 de septiembre de 1864 de Isabel II, la cerámica Nolla poseía el Privilegio Real de Invención y Exclusividad para usar, fabricar o vender la mencionada invención por diez años. Gracias a ello controló todo el mercado en España, a pesar de haber algunas imitadoras que no contaban con el beneplácito del Privilegio Real. Pero es que además tuvo el privilegio, ya no Real por supuesto, de ser la primera empresa en valencia que contó con la primera red eléctrica en las naves y la primera línea de teléfono.
Pero Nolla no innovaba nada, al menos en la idea, ya que su producto estaba inspirado en el inglés de “Minton, Hollins & Co”, compañía creada por Herbert Minton, hijo de Thomas Minton, el fundador de «Thomas Minton and Sons». El hijo, Herbert, fue quien creo, al asociarse con Michael Hollins en 1845, la “Minton, Hollins & Company”, una compañía de fabricación de tejas y otras disposiciones con acabados decorativos a la vanguardia de un mercado en reciente desarrollo.
A pesar de lo dicho, no hay que quitar méritos, ya que bien se podría decir que la cerámica Nolla es sin duda el origen, precursor mejor dicho, del porcelánico actual, aunque este último es como sabréis de mayor tamaño. Pero el éxito de tomar la idea prestada para mejorarla y llevarla a cabo de otra manera, se debía además a sus contactos, relaciones y el buen hacer en relacionarse con altas esferas, que fueron quienes dieron fama y reconocimiento a la cerámica Nolla. No podemos olvidarnos tampoco de los premios que llegó a ganar la empresa durante la actividad en la antigua fábrica, ya que Nolla ganó diversos premios en Ferias y Exposiciones que se presentó, tanto Regionales, Nacionales, Internacionales o Universales, como bien se puede ver en muchas de las facturas de época.

Este elemento decorativo, bello y sobre todo, lleno de calidad debido a su resistencia y durabilidad, se encuentra, y encontraba dado que algunos han desaparecido, alrededor del mundo en lugares como Barcelona, Madrid, Gijón, Santander, Salamanca, París, Moscú, Viena, Cuba, Buenos Aires y un sinfín de lugares que quizás desconocen todavía que ese pavimento o disposición es valenciano.
Pero lo cierto es que, además de su desconocimiento para reconocerlo, se une también el cómo mantenerlo para aquellos que tienen la suerte de disponer de un pavimento de estas características. Es por ello, que nuestros amigos de Publicarlet nos dan unos pequeños consejos para mantenerlos siempre en buen estado.
Si en algo se distinguía la empresa, no era solo en su amplio catálogo “imaginativo”.


A los miles de modelos y motivos para suelos, cenefas o zócalos, además de elementos exteriores decorativos como los que se observan en el Palauet Nolla, que eran una fiel representación de la gran imaginación y el buen hacer de toda una empresa, había que sumar el trabajo de todo un conjunto de personas que formaban, entre otros, un oficio desaparecido a día de hoy: el mosaiquer.

Estas personas eran capaces de llevar a cabo instalaciones del producto con “paciencia” y esmero, allá donde eran requeridos, como es el caso de Moscú, donde trabajadores viajaron para la colocación de pavimentos en una de las estaciones de metro la ciudad rusa.
En Valencia, algunos de los lugares donde se pueden observar los trabajos de Nolla son en los suelos del desaparecido restaurante La Embajada (Plaza Alfonso El Magnánimo, 7), el Asilo de San Juan Bautista, el Ayuntamiento de Valencia, la Casa de Correos, el Mercado Central o cientos de casas de burgueses de época que quieran estar a la vanguardia y poseer uno de los mayores referentes mundiales en pavimento.


Valencia.
Pero incluso la Antigua fábrica de Mosaicos Nolla estaba a la altura de los productos que en ella se hacían. Las actuales instalaciones, regentadas en la actualidad, y en propiedad, por la empresa Schneider Electric España, S.A, son un claro ejemplo de que aquello no era una fábrica más, aunque eso sí, sin comparar a nuestras bellas La Ceramo o Bombas Gens, de las cuales tenemos mayor predilección y aprecio.

La construcción de ésta comenzó por el año 1860, aunque no sería hasta 1862 cuando comenzaría a iniciar, débilmente, la actividad. No es hasta 1864 cuando ya la fábrica quedó totalmente terminada, empezando así la andadura e historia de este lugar del que salía patrimonio repartido por todo el mundo tal y como nos cuentan nuestros amigos de araepatrimoniokids en su artículo.
Gardy, que centró su actividad industrial en la fabricación de aparamenta de alta y media tensión, grandes aisladores eléctricos de porcelana y fusibles de protección para media tensión, mantuvo hasta finales de los 70 la fábrica, hasta que el grupo industrial de origen francés Merlin Gerin compró la fábrica. Fue entonces cuando esta pasó a denominarse Merlin Gardy S.A. Ya en los 80, se iniciaron las actividades de productos destinados a la protección para la baja tensión, que coexisten con las antiguas fabricaciones hasta 1986, cuando éstas son abandonadas, para llegar finalmente hasta el año 1995, cuando se adquiere la nueva denominación social Schneider Electric España, S.A.

Fuente: hansvanlemmen.co.uk
Actualmente, la empresa tiene el honor de ostentar el Premio Príncipe Felipe en 1997 a la Excelencia Empresarial en materia de Gestión Medioambiental y finalista, en 2001, de los Premios Nova (en el apartado de Calidad) y de los Premios GEO Award. Así pues, queda dicho que sobre los cimientos de esta vieja fábrica se han hecho, se siguen haciendo, y seguramente se harán, grandes cosas sobre suelo valenciano.
Fuentes:
- arae.es
- mecd.gob.es
- institutfrancais.es
- valenciaplaza.com
- www.schneider-electric.com
- almasseraantiga.es
- europapress.es
- elperiodicodelazulejo.es
- como-disfrutar-tu-jubilacion.blogspot.com.es
- De importante lectura
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