- ATENCIÓN: debido a las fortísimas crecidas del río en la primavera de 2022 tras intensas lluvias, el itinerario oficial de la Ruta de los Molinos a fecha de junio de 2023 sigue muy dañado. Tal y como comprobamos en el otoño de 2022 y junio de 2023, el sendero sigue desaparecido en gran parte, sobre todo el trayecto que va cerca del río, incluidos puentes (excepto dos, el del Charco Azul y el más grande).
- Para poder hacer una ruta en condiciones y conocer la zona sin que suponga un gran sacrificio respecto a la ruta original, podéis hacer nuestro recorrido de junio de 2023 que indicamos en Wikiloc | Ruta Ruta de los Molinos de Alborache (junio 2023), donde tan sólo os mojaréis por los tobillos en una ocasión (al cruzar o evitar un azud. Podéis ver fotos o un vídeo de junio de 2023 de nuestra ruta, así como también un álbum de fotos en Ruta de los Molinos de Alborache (junio 2023) | Flickr).
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- También podéis realizar una ruta circular con atajos realizada el 26 de septiembre de 2022 por https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/alborache-toll-blau-barranc-comte-sender-dels-molins-114653755, con el único inconveniente que se ha de cruzar descalzado el río, sin ningún tipo de peligro, en algunas ocasiones (salvo la incomodidad que esto supone).
- Por favor, cuidad su entorno y no ensuciéis la zona en vuestra visita. No es lugar para llevar mesas, sillas o neveritas.

La Ruta de los Molinos del Agua es un paseo por la naturaleza y la historia de Alborache, un recorrido que discurre por el río Buñol y los alrededores para descubrir el Charco Azul, antiguos molinos, azudes y pequeñas cascadas, un bosque de ribera, senderos preciosos, antiguos muros de piedra en seco y un área recreativa, entre otras cosas a destacar. La ruta si bien no es circular, conecta con otras que la hacen mucho más larga y atractiva.
Puede recorrerse en los dos sentidos, con entrada y salida, por la zona norte en el aparcamiento del Molino Galán y por la zona sur en la partida del Yesar o Molino de los Zanones, al inicio del antiguo camino de Chiva junto al puente, aunque también se puede acceder por el sendero local SLV-31 que sale del polideportivo descendiendo hasta el Molino de la Luz o el Charco Azul, desde el Albergue Rural Actio o desde la Urbanización de la Fuente del Micó, donde hay un gran aparcamiento. Por el camino de Chiva, también se ha señalizado el camino de acceso a la zona del área recreativa.
La inauguración y puesta en marcha del Sendero de la Ruta de los Molinos de Alborache en 2010, fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Alborache, la Consellería de Agricultura a través de los programas de Ruralter-Leader, con la colaboración de la CHJ, supuso la puesta en valor y recuperación para uso y disfrute de los habitantes de Alborache y visitantes, de un espacio de indudable valor paisajístico, ecológico y natural.
En primer lugar por su encanto, belleza y diversidad natural; en segundo lugar por constituir una reserva de naturaleza virgen donde las plantas y animales, aire, agua y tierra, se funden en un ecosistema vivo y palpitante; y en tercer lugar porque la presencia y actividad humana a lo largo de los últimos siglos ha dejado numerosas e interesantes huellas que a partir de esa actuación en 2010, han podido ser recuperadas y conservadas para la posteridad.
EL SENDERO:
El sendero de la Ruta de los Molinos de Alborache tiene una longitud aproximada de 1700 metros en un recorrido sin ninguna dificultad que discurre paralelo al río, habiéndose dispuesto cómodas pasarelas para vadearlo. Cuenta con un área recreativa con bancos, mesas y papeleras, además de dos fuentes en el recorrido.
Se trata de un paseo que puede hacerse a pie, en bicicleta e incluso con carrito de bebés (esto era antes de la desaparición de puentes y parte del sendero, ahora sólo a pie) y disfrutarlo con calma y el relax de los paseos junto al río, al cobijo del bosque frondoso en verano o pasando la densa alfombra de hojas que dejan el otoño y el invierno tras de sí. Un curso de agua transparente bordeado de una rica y variada vegetación de ribera, y todo ello aderezado con el canto y sonidos de infinidad de aves que os sorprenderán con una sinfonía de colores, aromas y sensaciones.



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Si os gusta andar, podéis completar la ruta haciendo un sendero circular para conectar con la Ruta del Agua, que incluye este tramo de la Ruta de los Molinos.
Palabras del Albergue Rural Actio – www.actioactivitats.com
LOS MOLINOS:
Alborache cuenta con una dilatada trayectoria en el aprovechamiento de la fuerza motriz del agua, hecho que se constata por la presencia real o documentada de 11 molinos, de los cuales 7 estaban en la cuenca del río Buñol, 3 funcionaban con aguas canalizadas del río Juanes y uno estaba en el barranco de San Jaime. Algunos eran molinos harineros, otros se dedicaban a la fabricación de papel y uno de ellos, a la elaboración de chocolate.


La Ruta de los Molinos arranca desde el Molino Galán o cerca del Molino de los Zanones, pudiendo iniciar desde un extremo u otro. Destaca el Charco Azul, un manantial de aguas cristalinas que creó una pequeña corriente que, tras atravesar una chopera, desemboca en el río Buñol. Este sendero temático recorre las antiguas edificaciones que aprovechaban la fuerza del agua para diferentes usos desde el S. XVIII hasta principios del S. XX.
Molinos harineros primero, «fábricas de luz» después, algunos de ellos se han perdido para siempre aunque otros perviven transformados en residencias y casas rurales.
Pero sobre todo perviven las infraestructuras que se construyeron para dotarlos de utilidad: azudes, canalizaciones, compuertas, … ahora ya integradas en el paisaje fluvial de este rincón de Alborache.
La Ruta de los Molinos (antes de la gran crecida del río en la primavera de 2022) era una ruta fácilmente transitable para todo tipo de personas a pie, en bicicleta o incluso a caballo. El sendero cuenta con algunos paneles que informan sobre los antiguos molinos que encontramos a nuestro paso y sobre algunas de las construcciones realizadas para el aprovechamiento del agua.
Pero sin duda la notoriedad de los molinos de Alborache se alcanza a mediados del siglo XIX con el desarrollo de la industria papelera en la cuenca del río Buñol de modo que sólo en Alborache había 6 molinos papeleros en plena actividad, cuatro de los cuales podremos ver durante el itinerario, algunos en estado de ruinas y otros bien conservados, rehabilitados en alojamientos rurales o residencias privadas. Puede que en algunos tramos os encontréis zonas que necesitan mantenimiento o que están en obras, pero sin duda alguna el recorrido merece la pena.
La ruta, realizable con niños, aunque se puede hacer corta, se puede complementar visitando otros lugares cercanos como la fuente la Mezquita, Cueva Turche, Cueva las Palomas o río Chico de Buñol, entre otros, todo señalizado y muy cerca.