- L’Aljub de la Mare de Déu y l’Aljub del Pla son dos aljibes históricos recuperados en Picassent, un auténtico patrimonio superviviente de gran valía arquitectónica.
Picassent ha sido y es un término extenso que cuenta con una gran diversidad agrícola. Por eso, en muchas de sus partidas todavía quedan importantes elementos hidráulicos como por ejemplo motores, norias, pozos y también aljibes, antiguos dispositivos de recogida y almacenamiento de agua que ayudaban a regar los campos. Dos de ellos son el Aljub de la Mare de Déu y el Aljub del Pla (aljub, en valenciano, significa aljibe).
El primero de ellos, recuperado tras unos trabajos de restauración y mantenimiento en verano de 2017, fue el aljibe ubicado en la partida del Pla de l’Aljub del término municipal, cedido en abril de 2016 por el vecino de la localidad Roger Brocal.
Este aljibe, conocido como Aljub del Pla, presenta cubierta de vuelta, está hecho de piedra viva y argamasa y tiene una longitud aproximada de 6 metros de largo.


En cuanto al otro que protagonista del artículo, el Aljub de la Mare de Déu, su recuperación se realizó el pasado mes de enero de 2018, siendo posible gracias a la donación de José Luis Guaita realizada en abril de 2017, propietario de los terrenos donde se encuentra ubicado este elemento, testimonio vivo de secano de la población que forma parte del patrimonio municipal de Picassent.
Éste aljibe se encuentra en la partida del Realón, donde también se han utilizado los recursos necesarios para su restauración y conservación. Tiene una cubierta de vuelta y está hecho de piedra viva y argamasa, con una longitud aproximada de 5 metros de largo.



El término aljibe («algibe») proviene del árabe hispano alǧúbb, algúbb, y éste del árabe clásico جب, gubb, que significa cisterna, pozo o fosa (depósito). Es, comúnmente, un depósito destinado a guardar agua potable, procedente de la lluvia. Normalmente es subterráneo, total o parcialmente.
Ambas construcciones, de gran valía arquitectónica y patrimonial ubicadas en el término de Picassent, fueron construidas cuando los campos de la localidad eran de secano, perdiéndose muchas de ellas cuando se realizó el paso a la agricultura de regadío. Se buscaban, por entonces, posiciones estratégicas para poder almacenar, principalmente, el agua de la lluvia, con oberturas subterráneas para evitar la evaporación. El funcionamiento consistía en la decantación del agua depositada, quedando en la parte más alta del interior del aljibe el agua más limpia para el aprovechamiento del agricultor.
Por desgracia, son los dos únicos aljibes que quedan en buen estado, ya que el resto han desaparecido o están en mal estado, como «l´Aljub del Xocolater», siendo pues «L’Aljub de la Mare de Déu» y «l’Aljub del Pla» una gran recuperación histórica que pasan a engrosar el patrimonio municipal de la localidad.
Fuentes de texto y fotos:
- http://www.picassent.es/
Buenos dias
El articulo contiene un error, los aljibes no eran para regar los campos, eran para que bebieran los agricultores y los animales de camino al campo, por eso además estan localizados en zonas de paso.
Buenas tardes.
El artículo está tomado de la nota de prensa del ayuntamiento, declaraciones institucionales y de una ficha de protección, donde se nombra que, entre otras cosas, fueron utilizados para el riego.