- El refugio antiaéreo de la calle Seranos de Valencia, construido en 1937, abre sus puertas tras una gran rehabilitación, que ha costado 165.000 euros en total -la Diputació de València ha puesto 100.000 euros al presupuesto total-. El histórico lugar, que formaba parte de la red de refugios para la protección de la población civil que construyó y habilitó el gobierno republicano, se convertirá en un espacio para actos e iniciativas culturales.
- La inauguración del espacio tuvo lugar el viernes 13 de abril a las 19:00 horas, momento en el cual fue presentado a la prensa evocando un concierto del año 1938, el 22 de septiembre, en el que se utilizaron los Stradivarius del Palacio Real. Durante el acto de apertura del refugio se reprodució este concierto en versión adaptada (un cuarteto de cuerda, sin el piano que sí intervino en aquel entonces).
- Las personas interesadas en conocer de cerca el refugio de Serranos pudieron hacerlo al día siguiente, sábado 14 de abril, en jornada de puertas abiertas, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas.
- Desde la apertura, hay visitas programadas y guiadas todos los martes a las 10.00, a las 12.00 a las 16.00 y a las 17.00 horas, así como también los sábados a las 10.00 y a las 12.00 horas. Todas son gratuitas, pero se debe realizar reserva previa al teléfono del Ayuntamiento: 96 208 13 90 (el horario de atención telefónica es de martes a viernes de 10 a 14 horas y de 15 a 19 horas. Los sábados de 10 a 14 horas).
El refugio de la calle Serranos, en el nº25, dentro del barrio de El Carme (Ciutat Vella), pertenece al tipo de refugio adintelado de planta alargada sustentado por robustas columnas rectangulares. Conserva bancos corridos en las paredes y alrededor de los pilares.
Presenta dos entradas: una recayente a la calle Serranos, que conserva completo el rótulo de REFUGIO; y otra por la calle Palomino. El acceso se hace por medio de escaleras desde las puertas situadas a nivel de suelo. Tal y como se ve en la ficha de protección -a falta de nueva información una vez se presente-, se desconoce la autoría de proyecto y se calcula que tenía una capacidad para unas 400 personas.
La sala del refugio tiene 3 naves, separadas por dos hileras de pilares de hormigón que sujetan una cubierta adintelada muy gruesa (de más de 1,50 metros de hormigón). En el techo y paredes se abren los orificios para la captación y extracción del aire, que comunican con tuberías que salen al exterior mediante una alta chimenea conservada en la cubierta. Como la mayoría de refugios de la ciudad, el de Serranos tenía un baño, al lado del extractor de aire. Gran parte de estos elementos originales ha desaparecido, pero el estudio arqueológico ha permitido reconstruir su aspecto original, que puede observarse en uno de los paneles informativos instalados.
Tras la guerra fue almacén de plátanos, además de ser utilizado como casal fallero de la comisión de la Santa Cruz, por lo que se pintaron los bancos y se hicieron algunas reformas. Tenía su acceso desde la calle Palomino. Actualmente, se ha rehabilitado para abrirlo a la ciudadanía, pero hasta hace poco las puertas estaban clausuradas, estando el refugio fuera de uso y en estado lamentable.
Durante años ha estado abandonado. De hecho, el anterior consistorio recibió más de un tirón de orejas por no tomar cartas en el asunto, sobre todo desde lo ocurrido con el edifico colindante, en estado de ruinas, que sufrió en 2009 un derrumbe que afecto al refugio. Incluso después de ser declarado Bien de Relevancia Local, el refugio antiaéreo de la calle Serranos seguía en el olvido y desidia.


Tras la guerra y hasta 1953 funcionó como almacen y tienda de plátanos, y a partir de 1953 estuvo cedido por el Ayuntamiento a la falla Santa Cruz para su uso como casal, hasta 2000, en que fue abandonado por problemas de goteras.
La historia de las denuncias se remonta a 2013, tal y como vemos en el inicio del expediente en el blog de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, ampliándose las denuncias a 2014 y 2015, donde el Síndic de Greuges emitió recomendaciones a la administración pública valenciana. La historia continuaba en 2016 con el actual consistorio, donde para apaciguar la marea el Ayuntamiento comunicaba en ese mismo año que el refugio de la calle Serranos de Valencia se inauguraría antes de un año. No ha sido así, puesto que la espera ha sido el doble, pero hay que agradecer que, finalmente, se de carpetazo y punto final, feliz, para este gran bien patrimonial, uno de los refugios antiaéreos que se construyeron en Valencia a raíz de convertirse en la capital de la 2ª República durante la Guerra Civil Española.
La rehabilitación se debe gracias al Ayuntamiento de Valencia, a través de la concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales que preside Glòria Tello, cuya recuperación se puso manos a la obra desde hace más de un año.
[button link=»https://www.flickr.com/photos/ajuntamentdevalenciapremsa/albums/72157694866197214″ type=»big» color=»orange»] FOTOS DEL PROCESO DE RESTAURACIÓN[/button]


Las obras del interior de su rehabilitación se licitaron por un importe de 95.000 euros. Antes de eso, se llegaron a acometer obras previas de impermeabilización del techo, muy deteriorado por filtraciones, con una inversión cercana a los 57.000 euros. Algunas de las intervenciones para su recuperación fueron la limpieza y retirada de escombros del interior, como por ejemplo la eliminación de los restos de su anterior uso como casal fallero -la barra de bar-. Se hizo también un estudio y documentación arqueológica, con el detalle de la planimetría y las catas de los muros, para determinar materiales y colores originales, para así conseguir que su rehabilitación fuera lo más fiel posible en su reproducción, llegando esta tarea a superar los 11.100 euros. También fueron retiradas las puertas originales del refugio, dado que estaban muy deterioradas, cambiándose por otras similares, además de canalizarse los cables de la fachada que, durante años, han empobrecido y distorsionado la visión del refugio.
MÁS DE 200 DIBUJOS EN LAS PAREDES:
Prueba de la dilatada historia del refugio son los más de 200 dibujos recuperados en la restauración y que abarcan desde el momento de su construcción hasta su abandono como casal: dibujos de figuras humanas, nombres y firmas, pero también de casas bombardeadas o de escuadrones de aviones de combate, que reflejan las sensaciones de quienes hallaban allí protección.
El refugio de la Guerra Civil de la calle Serranos mostraba su nueva cara desde julio de 2017, donde se acometió la limpieza y restauración de la fachada y el histórico letrero de ‘refugio’ en letras art decó, otorgando a sus muros un tono grisáceo uniforme.

Sin embargo, al poco de lucir el nuevo aspecto de la fachada, en agosto de 2017 la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio denunció pintadas sobre la fachada del refugio antiaéreo de la calle Seranos, lamentando que los esfuerzos de conservación sean en balde. La asociación lleva tiempo pidiendo, en diferentes espacios patrimoniales de la ciudad, que si no se actúa con la colocación de cámaras de vídeo-vigilancia para prevenir actos vandálicos, no se imponen duras multas económicas y no se aplica el Código Penal, tal y como se esta haciendo en otras ciudades de España, haciendo que el infractor pague de su bolsillo el coste de la limpieza o rehabilitación del bien afectado, de nada sirve rehabilitar.