- El jardín de Rosa Mir –realizado con piedras y conchas principalmente, con una extensión aproximada de 400 m²- fue creado por un valenciano entre 1957 y 1983. Está declarado Monumento Histórico y Patrimonio del siglo XX de la ciudad de Lyon.
El Jardín de Rosa Mir –enmarcado dentro del Environnement Visionnaire (Ambiente Visionario) por ser una creación al aire libre desarrollada por una persona autodidacta-, es obra de Julio Senis Mir (1913-1983), un albañil de tradición familiar y artista valenciano -natural de Burjassot-, que emigró a Francia huyendo de la España franquista en 1947, durante la posguerra, por ser un fiel y comprometido republicano durante la Guerra Civil española -cosa por la que temió por su vida y fue perseguido él y los suyos-.
No obstante, a pesar de la marcha del valenciano al país vecino en la década de los años 40 del siglo XX, no sería hasta 1951 cuando se establecería en la ciudad de Lyon con su esposa y dos hijos, lugar donde crearía un negocio de mampostería y azulejos y, además, se mudaría al número 83 de la rue de la Croix Rousse.
Al año siguiente, en 1952, la desgracia le sobrevino, ya que un cáncer de garganta le obligó a hospitalizarse y sufrir una larga estancia en el Hospital Edouard Herriot -3 años estuvo ingresado-. Una vez curado, para celebrar su remisión y el alta hospitalaria, se prometió así mismo, en el futuro, realizar un jardín extraordinario. Para ello, Julio Senis compra la tierra contigua a su propiedad para realizarlo: una parcela de cerca de unos 400 m² situada detrás de los edificios de la calle principal de Croix Rousse y con acceso al patio interior.
El jardín, construido entre 1957 y 1977 -con material acumulado durante años de piedras de río, guijarros recogidos en obras de construcción y principalmente conchas que trajo de África y otros países por amigos, entre otros materiales-, recibe inspiraciones de Gaudí y al-Andalus, principalmente, una construcción híbrida con ligeros toques andalusíes que recuerdan a las creaciones que pueden verse en, por ejemplo, los jardines árabes como la Alhambra, o las obras creativas e ingeniosas del catalán Antonio Gaudí, como son el parc Güell o la Sagrada Família. Recibe también inspiración de la basílica de Montserrat.
La originalidad de este jardín a menudo evoca, a los visitantes, el trabajo del cartero Ferdinand Cheval con su «Palais idéal», aunque podría decirse que la obra de Senis tiene más que ver con una mezcla de arte floral y estructuras decoradas que casan finamente el mineral y lo vegetal. Raúl Sánchez Vivó también realizó, antes que nosotros, un artículo para dar a conocer esta espectacular joya patrimonial.
Sin embargo, la verdadera inspiración nació del propio Julio, pues no tenía planos o dibujos antes de su construcción, ya que todo fue surgiendo sobre la marcha y de su cabeza, quien él mismo, en vida, confesó haberlo realizado por placer, además de llamarlo «el pequeño guijarro».
Jules Senis Mir, como allí se le conoció, nunca antes definió la paleta de plantas que quería utilizar para el jardín Rosa Mir. No hubo nunca un plan, y el jardín fue decorado con plantas dadas por amigos o encontradas en productores locales. Sin embargo, el valenciano tenía una visión clara de lo que quería en este espacio: algo «extraordinario».
Este notable jardín, figura en el inventario adicional de Monumentos Históricos y lleva la etiqueta de Patrimonio del siglo XX desde 2003. Cabe decir que, según la ficha patrimonial del Ministerio de Cultura Francés, con número PA00117880, el pequeño jardín tiene exactamente 360 metros cuadrados.
Una vez que el jardín fue realizado, Julio Senis Mir quiso dedicar su largo trabajo a la Virgen de Nuestra Señora de Lourdes, dedicándole una pequeña cueva en el interior-oeste del jardín, a quien le pidió tiempo antes curarse de su enfermedad; y bautizarlo con el nombre de su madre, Rosa Mir -a la que siguió cuidando mientras lo construía y cuya inscripción todavía permanece en la entrada-.
A la muerte de Julio, el jardín quedo a manos de su esposa e hijos, donde años más tarde pasó a ser propiedad de la ciudad de Lyon en 1987, registrándose el 24 de diciembre del mismo año en el inventario adicional de monumentos históricos, además de enumerarse, posteriormente, como patrimonio notable del siglo XX.
El jardín se encuentra en un patio del edificio en la rue 83 de la Croix-Rousse, en el distrito 4 de Lyon. Se accede por l´Impasse Viard, cuya entrada se encuentra cerca de la 87 rue de la Croix-Rousse. Julio también decoró la fachada de la tienda de la rue 9 de Austerlitz, ahora convertida en un bar de barrio.
LA RESTAURACIÓN:
- Una restauración de acuerdo con el diseño inicial (el jardín fue reabierto al público después del 25 de junio de 2016).
Con el tiempo, el jardín se deterioró gradualmente: la tierra se partió; algunas estructuras se cayeron y se rompieron; el revestimiento y los adornos se rajaron, además de desprenderse, malgastarse y desgastarse.
Perteneciente a la ciudad de Lyon, este jardín atípico se ha reabierto después de años de renovación con la ayuda de Frédéric Reynaud, arquitecto paisajista, quien ayudó a su reconstrucción y nueva decoración.
En la actualidad, las nuevas plantaciones son principalmente de paletas de «roca seca»; se han producido en grandes cantidades, dada la necesidad de plantar plantas muy pequeñas muy densamente. El sitio está compuesto de diferentes elementos que dan la bienvenida a las plantaciones.
Hermoso parque donde parte de él está diseñado como un jardín botánico. Largas avenidas, muchos bancos bajo los árboles a la sombra y al sol; un teatro de marionetas; un pequeño parque de aventuras para los más pequeños; y mucho más. Muy relajante después de un largo día en la ciudad.
Opinión de TripAdvisor de Román G.
El jardín puede encontrarse cerrado por circunstancias que desconocemos.
Foto de portada:
- http://ginsteve.e-monsite.com/
Fuentes: