Millares, como ya os mostraremos más adelante en otra publicación, dispone de varios tesoros urbanos y naturales que la hacen digna de visita.
Hoy nos detenemos en un maravilloso rincón en plena naturaleza, el cual esconde numerosas leyendas e historias mágicas relacionadas con su nombre. Este emplazamiento, enclavado en el camino del llamado Barranco del Nacimiento, y cuyo acceso permite que tanto mayores como pequeños puedan acudir fácilmente a este enclave natural, complementará de manera perfecta vuestra visita a Millares tras recorrer otros puntos de la población.
Hablamos de la Fuente de las Donas, cuyo nombre nos alerta ya de su carácter mágico y especial. Y es que tanto si el origen de Donas son los “dones” que posee o si se refiere a las hadas que en ella habitarían, esta fuente posee un poder de atracción irresistible para cualquiera que la visite en cualquier momento del año -recomendable durante las estaciones u épocas de más lluvias-.
La Fuente de las Donas es, en realidad, un pequeño salto de unos 20 metros aproximadamente con una pequeña poza en la que, justo al lado, dispone de un abrigo por el que pasa una acequia. Además, tiene a su izquierda una subida a una cavidad o abrigo que nos recuerda al mágico bosque de la Cabrentà de Estubeny.
Allí, el agua, con sus aporte calcáreos inapreciables -pero constantes-, ha moldeado la fuente dándole la forma con la que hoy la podemos admirar. La continua precipitación de carbonato cálcico, de cal, sobre las hojas caídas, sobre otras piedras, va formando las capas de piedra tosca, o travertino, de apariencia leve y retorcida, una piedra que, por sus características, ha sido utilizada desde antiguo en la construcción de edificios como, por ejemplo, el Coliseo de Roma.


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Como ya os hemos mencionado anteriormente, la llegada hasta la Fuente de las Donas es muy fácil. Para ello tenéis que ir por la carretera principal hasta la salida del pueblo en dirección Bicorp, justo antes de la curva y en el último paso de cebra -donde veréis una placa con la población tachada, indicando el final del pueblo-. Allí, a la izquierda, tenéis un camino que está señalizado con una placa que pone «el Castillet, 850 metros». Desde ese punto, bajáis hasta llegar a lo que parece un río, giráis a la izquierda y en 5 minutos llegaréis a una bifurcación para retroceder por un acceso, lugar donde se sitúa la Fuente de las Donas.
El camino junto al lecho del río, volviendo a la bifurcación por si continuamos más adelante antes de volver a la población, conduce hasta el Castillet y, para los aventureros y barranquistas, hasta el Monstruo, un salto de difícil acceso y no recomendable su visita si no vais con gente que conozca el lugar o equipo de barranquismo.
Por cierto, un consejo para la Fuente de las Donas: llevaros aután o repelente, allí el mosquito tigre pica y con ganas.