Oliva, una pequeña población de 25.000 habitantes situada en la comarca la Safor (provincia de Valencia), esconde en su interior rincones dignos de visita, ya que no solo el mar es uno de sus mayores atractivos turísticos.
Rodeada de montañas, diversos parajes naturales o lugares tan especiales y únicos como la Font Salada, y a orillas del Mediterráneo, es quizás su casco histórico el que puede llamar más la atención por ser, quizás, uno de los más desconocidos pero, a la vez, más bonitos de la provincia, tal y como en su día nos dijo Miguel Ángel Font Sempere.
Y es que la Oliva Condal conserva, en perfecto estado, su casco antiguo de época floreciente medieval, un agradable paseo donde observar entramados con cuestas empinadas en algún que otro rincón, calles labradas sobre la piedra rodeadas de antiguas casas señoriales, museos, iglesias y un barrio morisco, haciendo más que digna la visita.
Un paseo por el arrabal morisco os permitirá observar algunas de las calles que mantienen todavía el trazado musulmán, como calle de la Hoz, con casas del XVI construidas sobre la roca. Por supuesto, no podéis olvidaros de la calle de les Moreres, una de las más bonitas de Oliva por sus casas blasonadas, la plaza España o la calle de la Iglesia.
Para quienes busquen una escapada, más rincones o una experiencia mucho más completa en la comarca de la Safor, en la web de https://www.saforturisme.org/es/ hay todo tipo de planes y propuestas como actividades o eventos, rutas senderistas, descubrir su patrimonio y cultura, escapadas, experiencias, alojamientos o su gastronomía y restaurantes, entre muchas más cosas, todo ello en colaboración con Turisme Comunitat Valenciana, el Patronato de Turismo de Valencia y la Mancomunitat de Municipis de la Safor.
Rincones como el Palacio de los Condes de Centelles o el entorno que le rodea; la Torre de Muralla o la Iglesia de Santa María; la antigua Puerta del Molino; el portal de la Verge Maria o también llamado de la Mare de Déu (que da a la calle de la Iglesia); la iglesia de San Roque, construida sobre la antigua mezquita; la ermita de Sant Vicent o el convento de la Mare de Déu del Rebollet, edificio religioso más antiguo de Oliva; o el portal del Fosar, entre muchos otros rincones, forman parte del casco histórico de Oliva que está repleto de museos.
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La Torre del Palacio Condal, el Museo Etnológico (las casas Tamarit), el Horno Romano, el Museo Arqueológico, el Museo-Casa de Mayans, también llamada casa de la familia del erudito Gregori Maians del siglo XVIII (subsede del MuVIM y Archivo Municipal), o la exposición permanente del olivense Vicente Parra en el Teatro y Cine Olimpia (antigua casa natalicia de Maians), forman parte de la extensa red de museos de la bella y antigua Villa Condal, población que vivió la fortuna de los Condes de Centelles.
Las playas de Oliva, a lo largo de poco más de 8 kilómetros de dunar, destacan por ser de gran calidad, de arena fina y dorada, y de aguas poco profundas, por lo que se convierte en uno de los grandes atractivos turísticos de la zona en época estival o, incluso, cualquier momento del año. De hecho, las dunas de Oliva son milenarias, pobladas de fauna y flora autóctona, siendo la principal defensa costera natural de la zona.
Por último, y no menos importante, es la subida a los restos o ruinas de lo que en su día fue el castillo de Santa Ana, ruinas situadas en la montaña que recibe el mismo nombre, que si bien apenas queda en pie una pequeña estructura del castillo, las vistas son espectaculares para observar toda la población y el mar.
Otro rincón que destaca en Oliva es el precioso Parque Natural del Marjal de Pego-Oliva, un humedal que se sitúa entre los cauces del río Bullent y el Racons, parque limitado por la sierras de Segaria, Migdia y Mostalla, y en el cual afloran aguas que inundan el parque dando lugar a ríos y manantiales cercanos. Antaño, como curiosidad, el parque fue una antigua albufera separada por el mar por el cordón dunar, algo que puede recordarnos a nuestra querida Albufera de Valencia.
Así mismo (en pleno Parque Natural), y ya para despedirnos, podéis visitar también la Font Salada -o Ullal del Burro-, un nacimiento subterráneo de aguas termales perfecto para el baño tanto en invierno como en verano, dado que la temperatura del agua está en torno a los 23ºC en cualquier época -siempre por encima de los 21ºC y llegando a alcanzar los 29ºC- (dispone de un considerable contenido en sales sulfurosas- cuyas aguas han sido reconocidas, tradicionalmente, como beneficiosas frente a enfermedades dermatológicas).
La Font Salada de Oliva, un nacimiento subterráneo de aguas termales
Fuentes:
- olivaturismo.com
- romerplaya.es
- Foto de porta de Diego Sanchis, de quien aportamos varias rutas en 360