El Charco Azul de Chulilla, Valencia, es un precioso lago o piscina natural de color azul turquesa en el curso del río Turia a su paso por la población, zona que está rodeada de grandes paredes rocosas y que dispone de un paso sobre el lago gracias a una curiosa pasarela de madera pegada a la roca, en el lado derecho del gran charco, zona por la que se puede avanzar con sumo cuidado.
Y decimos con sumo cuidado porque a pesar de que os tiente cruzar la pasarela, ya que es posible, no es nada recomendable acceder a ella porque está cerrada y el estado en el que se encuentra es ruinoso, sin ningún tipo de mantenimiento desde hace décadas tras una riada, aunque existe una obertura junta al cierre para meterse.
Como podéis ver en las fotos y vídeos de nuestra publicación de Instagram, aunque sea posible andar bastantes metros antes del final del paso, que está cortado, es algo peligroso, por lo que además de tener respeto y cuidado para no terminar de romper la pasarela definitivamente, para que se siga manteniendo, mejor ver el Charco Azul desde el suelo o nadar desde el principio de él.
La ruta que hemos realizado, sin apenas dificultad, circular y con un total de 3 kilómetros con paso por la Peña Judía -una zona de baño del río Turia-, es un precioso sendero que se inicia desde la famosa plaza la Baronía -lugar donde están casi todos los bares, excusa perfecta para tomar algo antes o después- y desde donde se camina durante tiempo, una vez descendemos al río, pegado a grandes paredes rocosas las cuales conducen a esa enorme piscina natural de color azul turquesa, el charco protagonista de nuestro artículo.
Caminando, poco más de 20 minutos desde la plaza, habremos llegado al Charco Azul, donde nos espera un baño para regresar, no por nuestros pasos, en dirección a la Peña Judía, donde podéis encontrar nuestra sencilla ruta de unos 50 minutos en el track de Wikiloc de Valencia Bonita del Charco Azul y la Peña Judía.

El origen de su apodo “azul” es que aunque el lago dispone de un color azul intenso, no es el motivo en realidad de tal, sino que es una transformación del término árabe «azud», el cual indica la presencia de una pequeña presa en la zona que se usaba, por entonces, para regar las huertas de Chulilla.
De igual manera, este paraje tendría relación alguna con la antigua fábrica de luz. Por tanto, como os podéis imaginar entonces, este «lago» es artificial, y no natural (de ahí su tranquilidad de las aguas, como si estuviera embalsada), además de que estaría cerca de lo que veréis que son unas obras para el aprovechamiento del agua para generar energía hidroeléctrica para una cercana central.