Situada a unos 4 kilómetros de Olocau del Rey, una pequeña población de Castellón que se encuentra casi en el límite con Aragón, y junto a la carretera de acceso a dicha localidad desde La Mata, la CV-121, se encuentra una imponente ermita que sorprende al visitante que decide parar su vehículo para conocer esta maravilla. Se trata de la ermita de San Marcos, la más grande de las cinco ermitas que posee Olocau del Rey.
Esta majestuosa ermita, que está formada por un conjunto de edificios -ermita, vivienda del ermitaño, hospedería y cobertizos- está configurada en un espacio cerrado triangular, formando una plaza empedrada y atravesada por el antiguo camino que unía Teruel con Morella.
Tal y como podemos leer en la cartelería in situ, textos que tomamos como fuente para contaros más sobre San Marcos, a la ermita se le conoce por el sobrenombre de “Catedral de las Montañas”. Se trata de un recinto cercado al cual se entra por un amplio portal, donde una vez cruzada la puerta de bienvenida, en su plaza interior sorprenden cobertizos y un refugio de caballerías. Justo enfrente del portal se encuentra la deteriorada casa del ermitaño, la cual ocupa los restos de la primitiva ermita del siglo XV.
Según la tradición de la zona, San Marcos se le apareció a un habitante de Olocau del Rey pidiéndole que se le realizase una ermita en su honor, aumentando tiempo después la devoción por este santo. Cabe decir que, además del aumento de la gran devoción hacia el santo, hay que sumar por entonces el auge de una feria anual en honor a San Juan, por lo que la ermita tuvo que ser ampliada en 1769.





Destaca la portada de la iglesia, realizada en el siglo XVIII -en concreto en 1720, si bien fue construido el templo a finales del siglo XVI y ampliado a finales del XVIII, en 1769, como ya hemos mencionado-. Ésta dispone fachada rematada con una espadaña y campana. En su interior, se encuentran bellos elementos como dos altares enfrentados, un coro alto, un altar mayor dedicado a San Marcos, titular de la ermita, y cinco cúpulas, 4 de ellas de menor tamaño y una de 12 metros de diámetro.
Se conoce que sufrió daños durante la Guerra Civil española, pero el año más devastador para ella fue en 1957, fecha en la que sufrió un gran incendio que destruyó un retablo barroco y trágico suceso que dejó, además, ennegrecidos muchos muros del templo.
Por cierto, en este espacio se celebran diversas fiestas importantes cada año, como la de finales de abril -el 25 de abril es San Marcos, donde se celebra una romería-; el 24 de junio es San Juan -fecha en la que se celebra otra romería-; y las fiestas cuatrienales, celebradas cada cuatro años en el mes de noviembre, cada día 24, con misa solemne y numerosos actos festivos al santo patrono.
Por desgracia, según nos han comentado recientemente, a pesar de ser la ermita un lugar de parada obligatoria por su especial belleza y por, en general, admirar su conjunto y pórticos que envuelven la plaza empedrada, suele estar cerrada y con falta de mantenimiento sobre los alrededores. Eso sí, podéis pasear por su plaza y admirar su belleza aunque no podáis entrar a la ermita. En nuestra visita del verano de 2018, como ya os hemos mostrado en las fotos anteriores, por desgracia, la vimos igual -cerrada y con basura en el entorno-.