Situada a más de 600 metros de altitud sobre el nivel del mar, se encuentra Catí, una población del Alt Maestrat (Castellón). Famosa por sus quesos, destaca también su pequeño casco antiguo, la Casa del Delme, la Lonja o Casa de la Vila, la Casa Miralles, la Iglesia de la Asunción o la Calle Mayor. Muestra de su belleza es el álbum con más de 170 fotos que mostramos en Flickr.
Como bien podemos leer en https://www.turismodecastellon.com/ sobre Catí, «Aislada del ruido, inmersa en la serenidad del mundo rural, repleta de callejuelas estrechas, ventanales enrejados y escudos blasonados, encontramos Catí, escenario de historia, mitos, leyendas y lugares sagrados como l’Avellà. En conjunto, Catí es una excepcional muestra de asentamiento medieval que todavía conserva su trazado urbano original, salpicado de muestras de arquitectura de la época, además de los numerosos escudos y emblemas medievales que adornan sus edificios religiosos y las casas señoriales, ejemplos del mejor gótico civil del Maestrat. La población posee un notable atractivo medieval en sus bellos edificios, con puertas de arcos de piedra, ventanales góticos y blasones de casas señoriales, entre ellos destacan la Lonja o Casa de la Vila, la Casa de los Miralles, Delme, la Casa de los Monserrats y la Casa de la Plaza. La Iglesia gótica se inició en el s. XIV donde destaca el famoso retablo pintado por Jacomart, dedicado a San Lorenzo y San Pedro de Verona. Por todo ello, su casco urbano ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico».
Un pequeño paseo por el casco histórico de Catí os hará percibir la gran riqueza patrimonial que, antaño, sus antepasados forjaron.
También hay oportunidad para disfrutar de la gastronomía en Catí, uno de los puntos fuertes de la población. Los quesos de Catí son una tradición en la comarca del Alt Maestrat. Los quesos de romero y trufado, entre variedades tan curiosas como los de vino o cerveza, destacan por encima.
Además, no podéis olvidaros de visitar la cercana ermita de la Mare de Déu de L´Avellà, la llamada capilla sixtina del Maestrago, así como disfrutar del anexo balneario, sus aguas o su restaurante, siendo uno de los mejores planes para desconectar cerca de Catí. Una visita a la ermita os dejará claro el porqué de su nombre homónimo con la que hay ubicada en Roma.