La Fuente de San Miguel, lugar también llamado Manantial de San Miguel, es uno de los rincones más importantes y bonitos de la población castellonense de Viver.
Situado en la partida de Aguas Blancas, a las afueras de la población, cuenta con una pequeña área recreativa sombría, con banquitos para sentarse, para el uso y disfrute de los vecinos y visitantes, destacando, además, la existencia de un intercambiador de libros o zona de lectura para disfrutar del placer de leer en plena naturaleza.
El Rincón de lectura de San Miguel es un espacio para disfrutar de una lectura tranquila en un paraje de agua y naturaleza. Si decides hacer uso de los libros que se encuentran en el paraje, recuerda 3 cosas:
- Que después dejes los libros donde los encontraste.
- Que los cuides evitando su deterioro.
- Que colabores aportando libros cuya lectura desees compartir.

Con un caudal constante de unos 200 litros por segundo, más o menos -que variará en función de las lluvias o del periodo anual-, podríamos decir que se trata del manantial más importante de toda la población, ya que es el punto de nacimiento de las aguas que se destinan para el consumo humano de Viver, aguas que, además -una parte- son destinadas para el riego – este afloramiento de aguas subterráneas cuenta con tres puntos o surgimientos a destacar dentro del mismo paraje-.


Podéis ver un álbum de fotos de nuestra visita a este lugar en Manantial de San Miguel, Viver | Flickr.
En el programa de À Punt, en Terra Viva, mostraron un vídeo del Manantial de San Miguel y de los Ojos del Prao.
Tal y como podemos leer en (turismodecastellon.com), «Próximo al nacimiento se halla el antiguo molino de Aguas Blancas, actualmente lugar de acogida a grupos de escolares, junto a este llama la atención una vertiginosa caída de agua que movía el molino».
En el catálogo de fuentes y manantiales del patrimonio de Viver, realizado por el Grupo de Catalogación del Patrimonio de Viver en 2016, se indica que “el manantial de San Miguel son, en realidad al menos 4 puntos por los que aflora agua. El superior, que nace entre unas piedras y es bien visible, surte de aguas a los riegos de Domingos Bajos y Altos, y Lunes de Día. Sus sobrantes se mezclan con las demás aguas. El principal afloramiento, del cual se toma el agua para el consumo humano, es el que está en el mismo lecho y centro del paraje. Hay otro afloramiento pequeño, en el charco que hay junto a dos grifos. Y otro punto más abajo, junto al partidor del Martes, cuyas aguas riegan esos bancales o se abocan al conjunto principal.
El manantial es citado por varias personas, entre las que destacamos al célebre Cavanilles, que dice: “También son excelentes las que nacen junto a la ermita de San Miguel, en tal copia, que el conjunto de manantiales que hay en el espacio de 30 pasos forma un riachuelo que fertiliza 40 hanegadas de tierra: salen de los manantiales unidas en un solo canal; luego se dividen en cuatro, de los cuales uno sigue hacia las huertas de Xérica, y otro va al molino dl agua Blanca, donde precipitándose las aguas de 50 pies de altura, forman una hermosa cascada”.
El nombre de la fuente debe venir de antiguo, considerando que San Miguel es el patrón de Viver. Posiblemente del siglo XVI, cuando se instituye en la parroquia el beneficio de San Miguel Arcangel y posteriormente es declarado patrón del pueblo, construyéndose la ermita dedicada a este arcangel.
El paraje es un lugar agradable en el que merece la pena pasar un buen rato. Por la distancia recomendamos acceder a pie por alguno de los caminos que llegan. No lejos está la gran balsa mencionada y junto a ella el chopo de San Miguel, impresionante árbol monumental. También queda cerca el recinto de Aguas Blancas, propiedad privada que sirve para encuentros y campamentos, pero en el que podemos contemplar su enorme salto de aguas. Cerca del chopo de San Miguel estuvo antaño la ermita de los Mínimos, de la cual no queda nada. Y también hubo una destiladora de plantas aromáticas, de la cual tampoco queda nada”.