El yacimiento arqueológico de l´Horta Vella de Bétera se localiza a las afueras del núcleo urbano entre campos y acequias de riego, en la margen derecha de una zona del barranc del Carraixet.
Se trata de una villa romana en origen cuya datación, tras las diferentes excavaciones arqueológicas realizadas, se ha ubicado en época romana y visigoda (si bien en época musulmana también fue utilizada), más concretamente de época imperial romana, del s. I al V d.C. (momento al que pertenecen estructuras como el circuito termal del que destacan las termas, la natatio o gran piscina, de más de 60 m2), y visigoda (del s. V al VIII), cuando la villa pasó a convertirse en granja hasta la llegada de los musulmanes, quienes reutilizaron la infraestructura hidráulic como, por ejemplo, los acueductos romanos, confirmando así la teoría de fueron reaprovechados a lo largo del tiempo.
Destaca por su emplazamiento, a medio camino entre Saguntum (Sagunto) y Edeta (Llíria), por lo que supuso en el pasado un enclave idóneo para el control y explotación en todas las épocas en las que fue habitado.


Se confirma el papel importante de L’Horta Vella como referencia para documentar la explotación, en época romana, del territorio situado en el centro del triángulo formado por las ciudades de Valentia, Saguntum y Edeta, así como los profundos cambios que se registraron durante el período que siguió a la caída del Imperio Romano y hasta la ocupación árabe de la Península Ibérica.
Por lo que se refiere al poblamiento tardorromano y visigodo de la zona, L’Horta Vella es uno de los escasos yacimientos no urbanos en los que se ha documentado una ocupación de carácter agropecuario. La razón de su continuidad pudo deberse al mantenimiento de la posición estratégica que ya gozaba desde época altoimperial. Cabe suponer que, como sucedía en época imperial, L’Horta Vella de Bétera, estuvo vinculada en época visigoda a la sede episcopal valentina.
L´HORTA VELLA DE BÉTERA, POR JOSÉ LUÍS JIMÉNEZ SALVADOR Y JOSEP Mª BURRIEL ALBERICH
Josep María Burriel Alberich, del Museu Arqueològic Municipal de Moncada, y José Luis Jiménez Salvador, de la Universitat de Valencia, confirman en publicaciones del Centre de Estudis de Bétera sobre Horta Vella, a través varios de sus estudios realizados durante las diferentes campañas arqueológicas llevadas a cabo de la dirección de ambos), el papel importante de L’Horta Vella, ya que merece una atención especial por ubicarse el centro del triángulo formado por Saguntum, Valentia y Edeta, condiciones que hacen del lugar un enclave idóneo para el control y explotación del medio en todas las épocas.
Las evidencias arqueológicas exhumadas en las doce campañas realizadas entre los años 2001 y 2017 confirman el importante papel del yacimiento arqueológico de L’Horta Vella (s. I a.C. al s. X d.C.) como referente para documentar y estudiar la explotación del territorio situado en el centro del triángulo formado por las ciudades de Valentia, Saguntum y Edeta en época romana.
También L’Horta Vella es el lugar idóneo para analizar la aplicación de las técnicas de ingeniería hidráulica romana en esta parte de la Tarraconensis. Los balnea y el acueducto de Bétera son la prueba más evidente de esta realidad arqueológica.
Los profundos cambios que se registraron durante el período que siguió a la caída del Imperio Romano y hasta la ocupación islámica de la Península Ibérica también afectaron a las estructuras construidas y su uso. En cuanto al poblamiento tardo-antiguo y visigodo de la zona, L’Horta Vella es uno de los escasos yacimientos no urbanos en los que se ha documentado una ocupación de carácter agropecuario muy intensa, más de 1000 años. La razón de esta «continuidad en el tiempo» se debería, entre otros muchos motivos, al mantenimiento de una posición estratégica, que probablemente ya gozaba desde de época alto-imperial, incluso en el período prerromano. Pero esta continuidad en el empleo, mucho probablemente vinculada en época visigoda a la sede episcopal valentina, no hubiera sido posible sin los antecedentes de obras hidráulicas que permitían una intensa explotación agropecuaria del territorio.
Por último, en base al análisis toponímico y metrológico de la zona de huerta se deduce que los espacios irrigados por las acequias de Alcudey y Alfara, nombres de claro origen árabe, podrían haber hecho servir y reutilizar la infraestructura hidráulica de la antigüedad tardía.
CÓMO VISITAR L´HORTA VELLA DE BÉTERA:
ATENCIÓN: este espacio declarado Bien de Interés Cultural se encuentra vallado. Para visitarlo es necesaria la reserva de plaza a través del correo electrónico auxiliar.turismo@betera.es o el teléfono 674 426 191.
Este espacio se puede visitar de manera gratuita (siempre con ruta guiada, nunca por libre) el último domingo de cada mes (entre los meses de octubre y junio), donde un arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Bétera realiza un recorrido guiado a los dos espacios, en concreto a este yacimiento (el de L’Horta Vella) y al islámico de Bofilla.
Se trata de una ruta a pie, de unas 3 horas de duración (desde las 10:00 hasta las 13:30 horas), cuyo punto de salida es la estación de Bétera. Durante el recorrido para conocer estos dos espacios patrimoniales de Bétera, al que se recomienda asistir con ropa y calzado adecuados además de gorra, agua y comida, se realiza una parada para el almuerzo para el que desee parar a comer algo.
En la siguiente publicación de Instagram podéis ver fotos de nuestra visita a l´Horta Vella y la Torre de Bofilla.
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En Yacimiento Horta Vella Bétera | Flickr podéis ver un completo álbum de nuestra visita a la villa romana.
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