Para buscar el origen de la actual Mascletà hay que viajar a finales de los años 40, una vez ya acabada la guerra civil pero aún en tiempos de posguerra, donde todavía pasaba factura la contienda que enfrentó a los dos bandos. Se dice que gran parte de culpa de ese nacimiento, de la Mascletà en los años 40, lo tiene la localidad de Godella, entre otras.
Cabe mencionar que curiosamente, hasta entonces, solo conocían las típicas tracas corridas o corre-tracas (tracas corregudas), que sin embargo acertamos de lleno al llamarlas Mascletà. Esta afirmación se debe a que, en realidad, la Mascletà de antaño era caminar bajo fuego, estando «el home» bajo el Tram de Tro y al paso de ella, de la Mascletà, acompañándola, y no totalmente pasmado como hoy en día ocurre en la plaza del ayuntamiento. Así pues, la actual Mascletà es pirotecnia y no Mascletà según el origen valenciano y popular, siendo en realidad una forma muy curiosa que consistía en correr junto a la traca en línea recta, justo debajo de ella, o huir de ella, si se le tenía miedo, donde también era lógico permanecer inmóvil.
Pero para entender todo esto, debemos viajar en el tiempo años atrás para comprender que es lo que originó aquella explosión de sonido, pólvora y sentiment que hoy en día podemos disfrutar: la Mascletà actual, o pirotecnia para los puristas.
Como sabréis muchos, la traca valenciana tiene su origen en el siglo XVIII (1707-14) donde la localidad de Almansa está presente, debido a una historia un tanto curiosa fruto del castigo que los Borbones infringieron a Valencia (Pincha aquí para conocer esa breve historia).
A partir de esta fecha, 1714, después de todas las misas mayores de las fiestas patronales de todos los pueblos valencianos, a las puertas de las iglesias y de las ermitas, se plantaban en el suelo las tracas que se podían permitir en pago en dinero, para ser disparadas 7 en Toc Deu y el resto cuando la misa mayor terminara.

SI QUIERES LEER UN ARTÍCULO MÁS RESUMIDO PERO MÁS ESPECÍFICO PARA CONOCER EL ORIGEN DE LA MASCLETÀ, PINCHA AQUÍ.
Si nos atenemos a lo que dice el diccionario de la traca valenciana (PINCHA AQUÍ PARA VER TODO EL DICCIONARIO), se define como Mascletà:
Disparo de Fuegos en las fiestas de hombres que terminan con el disparo de la Canterella Mascle. En la Segunda y Tercera Épocas de la Traca, todo disparo de Traca al mediodía después de las misas mayores, donde cabe decir que la traca valenciana se divide en tres épocas:
- Primera etapa (desde 1714 al 1814).
- Segunda etapa (desde 1814 hasta los años 1907-14, influenciada por la Exposición Regional de 1909).
- Tercera y última etapa (desde 1914 hasta la época actual, el presente día).
Se dice que el verdadero nacimiento de la pirotecnia valenciana ocurre en 1914, donde culpa de este nacimiento y evolución, la tiene, parte de ella, la Exposición Regional de 1909 por la mezcla de expertos en esta materia venidos de otros países. Aquel momento de la historia supuso el inicio de una nueva era dejando atrás todo lo aprendido hasta aquel momento.
Se estandarizó el término, pues hasta entonces sólo se entendían los artificios militares, que eran traca pura valenciana y una manera de vivir. Ante tal premisa, la nueva era imponía el color, controlar la química e investigar más a fondo como controlar los componentes y la disposición del masclet propiamente dicho hasta evolucionar en la mascletà actual, aunque por entonces existieran diferentes tipos de disparos.

C. de DOCUMENTACIÓ – Autor fotografia: Lázaro Bayarri, José (1893-1979). Títol: La diversió de córrer la traca. Any: 1936. Col·lecció Josep J. Coll.
Lo que hoy en día podemos disfrutar en la actual Plaza del Ayuntamiento en las Fallas, ha sido durante la historia fallera un compendio de diversas disposiciones y evoluciones hasta llegar a la tradicional Mascletà que hoy se conoce (que en realidad es pirotecnia).
A pesar de esto, cabe decir que todavía hay poblaciones que mantienen la tradición de la corre-traca o traca corrida (donde podríamos decir que para los más puristas esto sería en realidad de una Mascletà), pero que cabe resaltar que para hablar de Mascletà y su historia (la actual que vemos en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia y que en realidad no es una Mascletà en su origen), tenemos que hablar indispensablemente de lo que fue la antesala de éstas y el verdadero nacimiento.
Si uno intenta averiguar el origen de la Mascletà, encontrará en un 99% las mismas definiciones y nacimiento: allá por los años 40, en poblaciones como Godella, etcétera. Pero la gran mayoría de esas afirmaciones o no son correctas o están incompletas. Tras realizar un estudio, preguntar a diversos pirotécnicos, así como también haber tenido la gran oportunidad de leer el libro de “Agua y Fuego: Biblia Natural Valenciana”, obra de SO. Andrés Castellano Martí, podemos decir que el origen verdadero, valenciano y popular, dista mucho de lo que hoy en día sabemos y que seguro muchos desconocéis, que es lo explicado anteriormente.

La Mascletà, para los más puristas, es un fuego ritual valenciano que tiene sus formas de hacerse y con un único fin, dado que su meta es ser una composición musical perfecta dada por el conocido “Tro”.
De no cumplirse los ritos y carecer de armonía musical, para los más puristas, lo hecho no es Mascletà, es pirotecnia.
«La Mascletà auténtica es la que se inicia a la puerta de una iglesia o termina en ella, la que toma el fuego de su Sagrario y pide Permís al “Vell”; y los Traca (los participantes, fallers, etc.), caminan bajo su fuego a lo largo de las calles que se rechimenta (de donde se dispone la Mascletà). Lo que hacemos en la Plaza del Ayuntamiento no contempla ningún rito natural valenciano, y aunque le dan el nombre de Mascletà, no lo es, donde en ocasiones no se observa ni gracia musical. Además, Mascletà se pronuncia siempre en singular, como el nombre de Dios, y nunca se pronuncia en plural».
Palabras de So. Andrés Castellano Martí.
Así pues, la Mascletà natural valenciana sigue (o seguía puesto que por desgracia en pocas poblaciones se sigue haciendo así) su ritual especial:
- Cuantas más calles abarque la Mascletà mucho mejor (y el llamado Foc debe empezar o acabar en una iglesia) y que por supuesto estén llenas, donde las personas que a lo largo de ella se disponen no son espectadores sino partícipes de ella. Se debe pues caminar bajo ella o al lado de ella, y en caso de aglomeración, permanecer estático.
- La Rechimentà (acción de montar un fuego, armonizarlo, prepararlo) montada y organizada por el Mestre de Traca (lo que hoy en día llamaríamos como pirotécnico), debe ser considerada como un acto sagrado y que el fuego que debe dar origen tiene que ser de un lugar sagrado, como las luces de los sagrarios de una iglesia (lucernas o antiguas lámparas).
- El Mestre de Traca, antes de iniciar la Disparà, debe de pedir permiso al más viejo de los presentes, “al Vell”, que será pues la persona que en ese momento represente a todo el mundo espiritual, el de los muertos y los vivos presentes para asistir a la Mascletà y que será la persona a la que con todo respeto el Mestre le pide el “Pug” (¿puedo?), y él da el “Pots” (puedes, adelante), y no aquello de «Senyor pirotècnic, pot començar la Mascletà».

«…Y de la misma manera que cada compositor en sus inteligencia armoniza una determinada música, cada Mestre de Traca en su inteligencia rechimenta una particular Mascletà. La Mascletà es siempre música, dada por el Tro, armonizada por el Mestre, y oída por todos cuantos asisten al Foc. La Mascletà no es nunca ruido, a no ser que la Rechimente un Cansalà sinse Ma…»
«…Si queremos ver y vivir una Mascletà Valenciana nos tenemos que trasladar pueblos como Mislata, Godella, Casinos, La Pobla de Vallbona…pueblos que para su honra mantienen todos los ritos de la Mascletà valenciana…»
So. Andrés Castellano Martí.


Como última curiosidad sobre el verdadero origen, existen otras modalidades originarias como la «Mascletà Engraella«, que es una manera de hacer una Mascletà muy antigua y que explicamos también en otro artículo sobre el origen de la Mascletà.
Hasta hace pocos años la Falla Almirante Cadarso-Conde de Altea la hacía y era espectacular. Curiosamente, sobre este Mascletà hay un cuadro que fue restaurado. Dicho cuadro fue encontrado en el almacén del Museo González Martí, sucio y roto, y que posteriormente fue restaurado por Sol Giner, quien lo devolvió a todo su esplendor. El cuadro puede verse en el Museu de Ceràmica Gonzàlez Martí (Palacio del Marqués de Dos Aguas), de Salvador Constantino Gómez, obra realizada a finales del siglo XIX (1885-1895) donde refleja una “Mascletà Engraella”.

Vídeo de una Mascletà en engraellat (año 2011)
ANEXO EXTENDIDO:
Así pues, una vez aclarado el verdadero origen de la Mascletà, vamos a centrarnos en la actual disposición de la actual fiesta, así como de su emplazamiento. Para ello debemos de tener en cuenta que a lo largo de la historia de la plaza del Ayuntamiento, ésta ha dispuesto de diversos nombres desde 1900 (anteriormente dispuso otros más), quien ha sido testigo de como la fiesta evolucionaba en todos los sentidos al igual que lo también se modificaba la plaza para acondicionarla a la fiesta fallera, aunque en un principio su fin fuese militar y posteriormente, a la vez, para aparcar coches. Aún así, no siempre ha estado ligada la plaza a la celebración fallera, porque como os podéis imaginar por el vídeo anterior y toda la explicación, esta era un conjunto de traca kilométrica que recorría normalmente decenas de calles y no sobre un punto fijo.
Nombres de la actual Plaza del Ayuntamiento desde 1900 hasta ahora:
1900 – 1939 | Plaza de Emilio Castelar (desde el 11-02-1900) |
1939 – 1979 | Plaza del Caudillo |
1979 – 1987 | Plaza del País Valenciano |
1987 – actual | Plaza del Ayuntamiento |
«Resulta curioso descubrir que la primera Mascletà se incorpora al programa oficial en el año 1945, el mismo año que también se hizo la primera ofrenda».
En sus primeros años, al igual que los castillos de fuegos artificiales, solo se celebraban los sábados y domingos de marzo, y en la “Semana Fallera”. Años atrás, en 1942, eran los castillos de fuegos artificiales los que se incorporaban al programa de actos de las Fallas de entonces, a pesar de que ya existían desde los años 30, al igual que la tan querida y conocida Nit del Foc, y que en sus inicios de la década de los cuarenta (no el nacimiento sino su introducción en el programa oficial) se celebraba el día 16 de marzo.
Un año para tener en cuenta fue 1927 con la llegada del primer tren fallero a Valencia y que supuso un antes y después a la fiesta, donde se tuvo que empezar a pensar en “organizar” aquella masiva llegada de turistas.

Durante esos años siguientes, se empezaría a formar lo que hoy conocemos como Semana Fallera, desde el año 1932 y a cargo del Ayuntamiento de Valencia, que se convirtió en la entidad organizadora ya con la República, siendo gestora de todo el programa de actos.
Desde un primer momento se daría por iniciada, la Semana Fallera, con el primer cartel de fallas, organizado también por el Ayuntamiento (1929), la primera «Crida» que sería llamada pregón hasta 1951 (en 1931, donde en algunas publicaciones se hace constar con acento y otras no, aunque lo correcto es hacerlo sin acento, tal y como nos indican en una publicación en la que tanto AVL como RACV coinciden), la primera Nit del Foc (1932, aunque no en la fecha actual, un 18, pero sí dentro de la Semana Fallera), castillos de fuegos artificiales (que fueron introducidos oficialmente en 1945), la elección de la primera representante de Valencia (Ángeles Algarra) en 1931 y los primeros actos oficiales en 1932, así como la primera Exposición del Ninot (1934).
«Curiosamente, la distinción de la primera Fallera Mayor Infantil no fue hasta 1941, y que fue Teresa del Sacramento Agramunt Lillo».
Cabe recordar que a pesar de que en 1931 se eligiera por primera vez una representante de las Fallas, a través de un certamen en los jardines del Real de Valencia en julio, no fue hasta 1934 cuando apareció la primera Fallera Mayor de Valencia (tal y como se conoce hoy dicho honor), y que fue Doña Amparito Albors. Así mismo, cabe hacer mención importante a la que por muchos es considerada el inicio de las «Falleras Mayores de Valencia o representantes de la fiesta»: Doña Pepita Samper Bono.

Esta mujer valenciana, nombrada el 25 de enero de 1929 Miss España, fue homenajeada como una reina en Valencia, donde destaca el homenaje que Lo Rat Penat le organizó el 2 de marzo del mismo año en el salón de las Reinas tomando posesión por aquel entonces de la “cadira payral”. Justo al año siguiente, la Miss España fue otra valenciana, Elenita Pla, y también se encargó de tareas de relaciones públicas en las Fallas de aquel entonces, las de 1930.
Tras la llegada de la Segunda República, el 14 de abril del 31, se cambió el título de Reina Fallera por el de Belleza Fallera hasta llegar finalmente al de 1934, tal y como lo conocemos hoy en día.
En 1932, como anécdota, se eligieron dos reinas (ambas adultas), Cruz Robles y Consuelo Cariñena y que curiosamente muchos medios de entonces ya las llamaron como “falleras mayores”. En 1933, la reina de las Fallas fue Leonor Aznar, la última en ostentar este honor hasta la primera fallera conocida, Doña Amparito Albors de la Falla de la Calle de la Barraca.
Pero entonces os preguntaréis ¿Y qué pasa con los años anteriores a 1927?
Un 5 de marzo de 1904, los “llamados organizadores de fallas”, pedían mediante instancia al entonces alcalde de Valencia (ese año hubo dos alcaldes: Francisco Maestre Laborde-Boix, conocido como Conde de Salvatierra de Álava, y Miguel Polo Gil) una curiosa autorización para plantar las fallas el día 19 y quemarlas el día 20 (domingo), para que así nadie perdiera la “obligación de su trabajo”. Fue el primer año que las Fallas consiguieron, por así decirlo, desligarse la asociación de la festividad josefina (que no del origen real, tal y como ya explicamos en nuestro artículo el origen de las Fallas). Aquella eventualidad se repetiría en el tiempo siempre que SAn José cayera en sábado, conviertiendo la fiesta en “fiesta típica de las Fallas”, apartando lo de San José.
¿Entonces hasta la creación de la semana fallera en 1932, por así decirlo, las Fallas duraban dos días? En efecto. Hasta entonces, en esos dos días, los actos eran más bien pocos y que podían resumirse en Plantà, visita y Cremà.
Incluso el año que San José se eliminó como festivo por Real Decreto de 21 de diciembre de 1911, en las fallas siguientes, las de marzo de 1912, no dejaron de celebrarse aunque San José cayese en semana santa. Y es que las festividades religiosas, por aquel entonces, obedecían a las directrices de la Iglesia, que lógicamente era quien ordenada las festividades religiosas y que podía eliminar o poner en función de las disposiciones eclesiásticas. Con ese “decretazo eclesiástico”, desaparecían las fiestas del Corpus Christi, San José y Santiago Apostol, quedando solo las fiestas son las de Navidad, Circuncisión, Epifanía, Ascensión, Asunción de Nuestra Señora, Inmaculada Concepción, San Pedro y San Pablo y Todos los Santos.
Poco duró aquello, pues por Real Decreto de 23 de mayo de 1912 se restablecían a todos los efectos civiles las festividades del Corpus Christi, San José y Santiago Apóstol y las fallas volvían a tener su particular “San Jose”. También podemos observar que en 1932, el primer año de la República, volvería a ocurrir aquello de la Cremà el día 20.
¿Entonces es 1945 la fecha inicial para decir que se realizó la primera mascletà? En efecto.
«Hasta entonces, incluido 1944, se disparaba durante la semana fallera, del 13 al 19 (aproximadamente) al medio día una traca que solía recorrer numerosas calles, llamada comúnmente (y mal) traca corrida o corre-traca».
En la introducción de las primeras mascletaes de Valencia cabe tener en cuenta diversas cuestiones, donde una de ellas es la mencionada anteriormente, que las primeras mascletaes se incorporaron al programa oficial en el año 1945, a pesar de que años anteriores se hacían las conocidas tracas corridas (Mascletà), y las que oficialmente se conocen a día de hoy, además de tener en cuenta sus constantes evoluciones.

Autories/Autor fotografia: Anònim. Autor reflectit: Baró, Francisco. Titol: Pan-Ar-per-l’Aire & Com. Comissió: Caudillo (So Quelo). Any: 1945. material fotogràfic. Notes: Col·lecció Josep J. Coll.
La primera Mascletà de la historia, tal y como la conocemos hoy, fue un 11 de marzo de 1945 a las 13:00 horas en la Plaza del Caudillo a cargo de Antonio Caballer, de Moncada. Un año antes, en 1944, todavía se seguía tirando la Mascletà que recorrían hasta una treintena de calles al mediodía (12 horas) durante la Semana Fallera, del 13 al 19 de Marzo.
Los pioneros estaban en Godella y Moncada, desde donde surgieron las primeras mascletaes mecanizadas por así decirlo, sustituyendo las que la gente recorría por las calles. Aquello ocurría casi a la par de que en Valencia se incluyeran por primera vez en los actos oficiales. Poco duro la exclusividad de Godella, ya que rápidamente fueron importadas al Cap i Casal, a principios de los años cincuenta, donde el éxito fue rotundo en toda la provincia pero donde se hacía eco que las mejores estaban en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, llamada plaza del Caudillo desde 1939.
Aquella plaza, que todavía no tenía su actual fisionomía, era un lugar desconocido si lo comparásemos con la actual plaza del Ayuntamiento. Para empezar, la reforma efectuada entre 1927 y 1933 obra de Goerlich no daría cabida al actual espectáculo pirotécnico, y que por aquel entonces la reforma se debió, en parte y entre otras razones, para habituar la zona a los puestos de flores que ya se instalaron el 6 de junio de 1924.
Una “locura” para algunos y obra de arte para otros que pondría su fin en el año 1961, dando lugar al gran espacio central vacío que en la actualidad es utilizado para la Mascletà y que en un tiempo fue utilizado como parking.

Años anteriores, en 1944, los floristas ya abandonaron la «bajada» de los puestos y la plaza acabaría por tomar formar a lo largo de los años hasta el mencionado en los 60.
Otro elemento conocido es aquel donde hoy veríamos a las falleras decir aquello de “Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà”: el balcón del Ayuntamiento.


El actual balcón del Ayuntamiento dista mucho de lo que hasta entonces había en ocasiones (antaño fue un quita y pon diseñado de otra manera en los 50 por Román Jiménez y Emilio Rieta, principalmente como tribuna para los desfiles militares de la época franquista, a modo del dispuesto en el año 39, un 3 de mayo, en el desfile de la victoria del generalísimo Francisco Franco).





Su actual configuración fue construida entre los años 1965 y 1967 con el fin de acomodar justamente a falleras mayores y administraciones, costando por aquel entonces 3,2 millones de pesetas.
En el año de su finalización, la del balcón del Ayuntamiento, destaca la novedad de que oficialmente fue el primer año en el que se adelantó la Plantà hasta tal y como la conocemos hoy en día (la noche del 15 al 16).
La obra, diseñada por el arquitecto Francisco Mora y terminada por José Luis Testor Gómez, fue utilizada justo un año después, en 1968, cuando se daría por primera vez iniciado su uso en las Fallas de Valencia. Esta información se ha sacado de diversos blogs, incluido un blog de un periodista de Las Provincias, pero viendo dos fotografías en comparación, nos preguntamos si ya en 1967 el balcón pudo albergar ya las Fallas. Cabe destacar, que ya por marzo de 1967 hay fotos del balcón terminado, tal y como se puede ver en la 3ª foto a continuación al fondo y detrás de la falla de la Plaza del Caudillo de entonces.






En esta obra, cabe destacar, lo respetado y dispuesto, como son las figuras laterales de Benlliure y que fueron levantadas y colocadas por los hermanos López Alepuz. El alcalde, Adolfo Rincón de Arellano (Alcalde de Valencia entre 1958 y 1969), fue, pues, el artífice de la obra del actual balcón en piedra y de la desaparición de la “tortada” para el enlosado de la plaza del Ayuntamiento.

Curiosamente, 20 años después de su inauguración, a modo de homenaje, en 1987 se dispuso una curiosa falla (véase la foto) en la entonces plaza del País Valencià (que es como se llamó a la Plaza del Ayuntamiento hasta ese mismo año).


La falla en cuestión trajo mucha polémica, además de grandes problemas para la Cremà (Pincha aquí para leer el artículo completo de Distritofallas.com). Podéis pinchar AQUÍ, si queréis ver más fotos de aquella falla de 1987.
¿Cuándo se oficializan a diario, desde el día 1 al 19, la Mascletà en Valencia?
Por último, y no menos importante, deciros que la Mascletà no siempre han sido del día 1 al 19. A lo largo de la historia, se han mantenido como tradición la semana fallera (del 13, en algunos casos, o del 12/11 al 19 de marzo, por daros algunas fechas y debido al calendario), como así se puede recoger en uno de los programas falleros del blog de jotajotacoll en 1960, donde (mucha atención) la Fallera Major Infantil de ese año fue Carmencita, conocida mejor como María del Carmen Martínez Bordiu-Franco (Nieta de Franco) y donde la Fallera Mayor fue María Isabel Colomer. También podéis pinchar AQUÍ para ver distintos programas falleros de mascletaes.


No fue hasta los años 1986 y 1987 donde empiezan a realizarse mascletaes diarias desde el primer lunes de marzo, y que será en 1987, y ya a partir de 1988, cuando desde ese año se celebren desde el día 1.
Cabe mencionar, que una de las mayores curiosidades en la historia de las mascletaes fue las que compartían protagonismo con las de la plaza del Ayuntamiento de Valencia, la llamada Mascletà de La Ferroviaria (la Falla Bailén-Xàtiva) o de la Estación del Norte, y que se celebraban en la explanada de la fachada principal de la Estación, donde hoy sería imposible, entre otras cosas, por la protección de la fachada de la Estación del Norte (como uno de los mayores elementos del modernismo valenciano) y por la gente que se aglomeraría en las inmediaciones.

Texto y foto de Esteban Gonzalo Rogel para la valenciablancoynegro.blogspot.com.es
¿Os imagináis estar en el centro de una y otra y tan solo girar la cabeza, o mejor dicho la “oreja” para oír una u otra?
La última que se celebró fue en 1988, justamente el año en que las mascletaes de la plaza del Ayuntamiento fueron todos los días. Con ella, la última Mascletà de La Ferroviaria, también marcho la tradición de montar la Falla en la explanada, donde tuvo que abandonar esta práctica en 1983 debido a que fue declara Bien de Interés Cultural, pasándose a plantar en la calzada.


Esta falla tenía el casal, cedido por RENFE, desde 1972 en el particular “hotelito”, en los sótanos de aquel edificio de RENFE para residencia de agentes en tránsito, recayente al inicio de la Av. de Ramón y Cajal. En la actualidad, el casal se dispone en la Calle Pelayo, a la altura del nº38.
Así que, este año cuando paséis por delante de la Estación del Norte en dirección a la plaza del Ayuntamiento, podéis cerrar los ojos e imaginar que hubo un tiempo en el que, a mitad de camino de la Mascletà, uno podía quedarse parado para ver, oír y sentir dos espectáculos grandiosos.
Foto de portada del año 1951, Mascletà en la plaza del Caudillo.
Fuentes:
- «Agua y Fuego, Biblia Natural Valenciana: Creencias y ritos valencianos. Traca del agua y del fuego» escrito por SO. Andrés Castellano Martí.
- Estudio propio de la Mascletà reflejado en «el origen de la Mascletà«.
- https://sites.google.com/site/fallaferroviaria/historia
- LA FIJACIÓN DE LOS DÍAS INHÁBILES EN EL ORDENAMIENTO ESPAÑOL (MIGUEL JOSÉ IZU BELLOSO) Revista de Administración Pública – ISSN: 0034-7639, núm. 186, Madrid, septiembre-diciembre (2011), págs. 425-457
- Valencia Marzo y Fuego, libro de José Enrique Ferriols
- 50 años del balcón del Ayuntamiento, fppuche.wordpress.com
- http://www.elmundo.es/magazine/m36/textos/valencia2.html
- http://jotajotacoll.blogspot.com.es/
- http://www.lasprovincias.es/
- http://www.jdiezarnal.com/
- http://juanansoler.blogspot.com.es/
- http://valenciaplaza.com/
- http://valenciablancoynegro.blogspot.com.es/
- Distritofallas.com
- Fallas.com
- Museu Faller – Historia PDF en Fallas
- La ciudad ritual: la fiesta de las Fallas (Antonio Ariño Villarroya).
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Pobre Felipe V????
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