Valencia, viernes 25 de noviembre 2022. Vuelven las visitas teatralizadas al palacio del Marqués de Dos Aguas de Valencia por el mes de diciembre de 2022. Doña Carmen Puigmoltó y Mayans Pérez y Enríquez de Navarra, esposa del VII marqués de Dos Aguas, acompañada de su mayordomo Ponciano, enseñará a los visitantes su flamante palacio antes del baile que dará para su inauguración el 17 de mayo de 1867. ¡Descúbrelo con ellos!
Actividad dirigida a niños y niñas a partir de 3 años acompañado/as de personas adultas. Fechas:
- Sábado 17 de diciembre a las 11 h y a las 12:30 h
- Miércoles 28 de diciembre a las 17 h y a las 18:30 h
Reservas a partir del viernes 25 de noviembre: actividad gratuita previa reserva por correo electrónico: mncas@galipat.es.
SOBRE EL PALACIO:
¿Te imaginas poder volver a la Valencia de los nobles y burgueses? Cuando uno pasea frente a la fachada del palacio del Marqués de Dos Aguas (rinconada C/Federico García Sanchiz, nº6 y que tiene también entrada por C/Poeta Querol, nº2), intenta echarle imaginación a cómo sería la “rica” Valencia de aquellos siglos pasados. Su fachada, presidida por la imagen de la Virgen desde la cual descienden dos caudales de agua en alusión al título de los marqueses y que dispone de dos atlantes a los lados que simbolizan dos ríos, asombra sin ninguna duda. Uno no se imagina como serían los frescos de Rovira, ya que en 1867 el palacio sufrió una remodelación, obra de José Ferrer, donde por desgracia desaparecieron las pinturas que estaban en mal estado por la humedad.

En su interior, aguarda al visitante con tesoros vacíos de vida y que en otros tiempos pertenecieron a clases altas pero que ahora solo se exponen para regocijo de la ciudad. A ello hay que sumar que el palacio alberga en la actualidad el Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí, además de poder contemplar gran parte de sus estancias, como el Salón Chino, la Sala de Porcelana, el Dormitorio del Marqués, el Comedor o el Salón de Baile.
Nada más entrar, el edificio evoca aires de nobleza y burguesía de otros siglos, e invita a transportarse a otro tiempo en su gran hall que al alzar uno la vista, no sabe lo que adentro le aguarda al recorrer sus estancias.

Después de atravesar la entrada dejamos a un lado unas bellas escaleras que invitan a subir para pasar a la sala donde se encuentran los carruajes. Desde este momento, veremos unas flechas con indicaciones de qué camino seguir para no perdernos y hacer todo el recorrido. Cabe decir que si lleváis bolsas, os pedirán que las dejéis en consigna justo al entrar (las taquillas van con un euro que vais a recuperar), como medida de seguridad por la gran cantidad de piezas artísticas y cerámicas que posee el Museo.

En esta sala, la de los carruajes, encontraremos la preciosa Carroza de las Ninfas, una berlina de gala de los marqueses de Dos Aguas que fue diseñada y pintada por Hipólito Rovira y tallada por el escultor Ignacio Vergara en 1753. Tiene un programa iconográfico similar al de la portada de entrada del Palacio, alusivo al título de la Casa de Dos Aguas. Toda la caja va suspendida por correas de cuero y le modelo es casi idéntico al de la “Carroza de Oro” del príncipe de Lietchtenstein, también de mediados del siglo XVIII. No hay que desmerecer la Carroza del marqués de Llanera, fechada sobre 1800. Esta carroza estilo imperio perteneció a la familia del marqués de Llanera, siendo donación reciente de sus descendientes. También se encuentra en la sala una Silla de Manos muy peculiar, de las que seguro habréis visto en películas de antaño de la realeza. Esta silla de manos española, de madera dorada en su parte visible y revestida de cuero repujado y policromado, evoca realeza por cada una de sus líneas. En la portezuela, que abarca todo el panel delantero, lleva un escudo de filiación desconocido. El interior va forrado de raso blanco brochado en plata y data del siglo XVIII.



A medida que vamos avanzando por el edifico, ya en la siguiente planta, nos encontramos líneas y formas mezcladas con la exposición de cerámica y con piezas únicas en el mundo, que en todo momento os explicarán la procedencia y el siglo de estas. Dada la delicadeza de alguno de los suelos que pisáis, os encontrareis en más de una ocasión como nos pasó a nosotros que éstos estén cubiertos de plástico para protegerlos.



A medida que avanzamos por las estancias, éstas están separadas, muchas de ellas, por pequeños recibidores decorados hasta el más mínimo detalle. No pudimos evitar detenernos ante algo fuera de lugar en aquel edificio: una pequeña capilla u oratorio en el camino. Alzando la vista, vimos que el escenas bíblicas junto con un tono azulado y estrellas a su alrededor. En la explicación pudimos ver que este oratorio fue realizado por Molinelli en estilo neobizantino con arquerías de escayola sobre metopas en relieve que representan escenas de la historia sagrada. La primera bóveda del techo con la Virgen y la segunda con serafines cantando el “Regina Coeli”, son obras de José Brel. El altar tuvo en su día una imagen de la Virgen del Rosario de José María García Martínez.
También se explica que en la reforma de 1954 aparecieron en los muros gran cantidad de placas en relieve para techo del siglo XV, con la heráldica de Ramón de Perellós, con las que González Martí recreó la techumbre medieval del espacio anterior a la capilla. Cabe decir aquí, al nombrar el apellido Perellós, que este edificio que fue propiedad de los Rabassa de Perellós, quienes adquirieron el título de marquesado de Dos Aguas en 1699 otorgado a la familia por Carlos II, y se cree que probablemente fuese en origen un terreno destinado a una necrópolis romana de los siglos I al III d. C., debido a los descubrimientos en uno de sus patios el 9 de septiembre de 1743.

Lo que vino después nos sorprendió. A nuestra izquierda volvimos a hacer un alto en el recorrido asombrados por una cúpula que justo debajo de ella hay un espejo deformado para visualizarla desde él y verlo con otra perspectiva, donde curiosos y amantes de la fotografía llenaban la sala. Esta cúpula era el cierre de la caja de escalera del siglo XVIII que, al quedar mutilada en el siglo XIX, vió deformada su perspectiva. La pintura de esta fue realizada por Hipólito Rovira (Valencia 1693-1765), sobre mortero de cal y arena y retoques en seco, y las esculturas de las pechinas por Ignacio Vergara (Valencia 1715-1776) con la técnica de vaciado y, por su tamaño, por piezas. Su pintura imitaba la mayólica para los cuerpos y fondos, y se utilizó pan de plata para los ropajes, cabellos, motivos vegetales y animales de las cartelas. Sufrió un gran proceso de restauración que viene explicado en las paredes de la sala donde puede verse el antes y después.

A lo largo del recorrido seguimos viendo cerámica y todo tipo de detalles que nos sorprenderán, donde no os perderéis con detalle ninguna de sus estancias para recrearos la vista si decidís visitar este bello palacio hoy convertido en museo. El Salón Chino, la Sala de Porcelana, el Dormitorio del Marqués, el Comedor, el precioso tocador o el tan famoso Salón de Baile, harán de vuestra visita un momento único. En el camino nos dejamos muchas estancias que hemos fotografiado y que no incluimos en el artículo, pero lo hacemos (el no incluirlas aquí), para que descubráis vosotros mismos su belleza y que «os entre el gusanillo» de querer descubrirlas.







Al salir del palacio uno se queda con la sensación extraña de volver al presente y, como no, no puede evitar volver a mirar su fachada única en Valencia. Fue cuando, de repente, escuchamos una bella melodía sonar de lo que parecía ser un saxofón. Justo al girar la esquina de la entrada, nos dimos cuenta de que un músico callejero estaba entonando a ritmo de jazz una canción que hacía que los viandantes se detuvieran por dos causas: una fachada que evoca al pasado y una música que invitaba a sentarse en una terraza cercana y disfrutar de aquellas vistas y sonido. El músico, ante aquella imponente fachada, parecía diminuto en aquel momento y solo su música lo engrandecía. Para nosotros fue una visita mágica, un lugar para recordar y que seguro vosotros valoraréis de manera especial.


Si queréis saber más detalles e historia de este edificio, podéis leer el artículo de jdiezarnal.com.
MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA Y ARTES SUNTUARIAS “GONZÁLEZ MARTÍ” – PALACIO MARQUÉS DE DOS AGUAS – Teléfono: 96.351.63.92 Fax: 96.351.35.12
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