- Culla, la preciosa población medieval de Castellón que te hará transportarte a otra época, es, desde el pasado 30 de noviembre del 2019, uno de los pueblos más bonitos de España junto a Vilafamés, Guadalest, Peñíscola y Morella, siendo el quinto pueblo de Comunidad Valenciana en sumarse a la red de los más bonitos de España.
- Una visita al Parc Miner del Maestrat, o comer en el Restaurante La Carrasca (donde podréis ver un árbol con cientos de años desde una valla, la Carrasca de Culla), son algunas de las opciones si visitáis Culla.
- La Oficina de Turismo de Culla ofrece sus populares visitas guiadas por la famosa y misteriosa ruta templaria que recorre las calles de Culla. Los horarios de la actividad se pueden consultar en la web y el precio de la actividad es de solo 5€ para los adultos, 3€ para los menores de 12 años y gratuito para los menores de 7 años.
- El horario de la oficina de turismo es mañanas de martes a domingo de 10:00 a 14:00 horas y tardes de martes a sábados 15:30 a 17:30 horas. Domingos tarde y lunes CERRADA. Necesaria reserva para las visitas. Aforos limitados. Más información al 678 135 160 o al correo de turismoculla@dipcas.es.
- Por cierto, podéis alojaros y dormir en la población, o pasar el día y comer para degustar su gastronomía.
Quien ha visitado Culla alguna vez en su vida, ubicada en Castellón, sabe que es un lugar único donde se unen naturaleza, paisajes de postal, calles preciosas, empinadas y medievales, junto con vestigios y casas de otra época, como si nos transportasen a otros tiempos pasados. Un recorrido por sus calles y monumentos os transportará y mostrará la Culla más medieval y mágica, donde, además, cuenta con un gran número de casas y hoteles rurales que la convierten en un destino idóneo para pasar unos días de vacaciones o realizar una escapada de fin de semana en una de las poblaciones más importantes del antiguo Reino de Valencia.
La ruta templaria puedes verla en PDF ruta_templaria_culla (cullamagicaymedieval.es). Los servicios de restaurantes y casas rurales están disponibles en plano_cullla (altmaestrat.es).
Y es que si por algo era importante la posesión de Culla, fue por la situación geográfica que ofrecía, dado que constituía la frontera entre Aragón y Valencia, un punto ideal para la expansión del Cristianismo. Culla fue conquistada por D. Blasco de Alagón entre 1231 y 1234, en tiempos de Jaume I. La Carta Pobla del municipio data del 23 de marzo 1244, que recibió la población de manos de Guillem d’Anglesola y su mujer Constanza de Alagón. Más tarde, en 1303, pasó a la Orden del Temple y, posteriormente, a la Orden de Montesa en 1319.
Situada en plena comarca de l´Alt Maestrat, es marcadamente montañosa, con alturas que llegan a los 1.121 metros (cima del castillo de Culla) y con fuertes contrastes de desniveles, profundos barrancos y numerosas cuevas y simas, que aportan un gran atractivo natural y paisajístico.
Sobre el punto más alto de Culla, una altura de 1.121 metros, se encontraba el castillo de Culla, una antigua fortaleza árabe, desde donde se divisa toda la población y los valles que la rodean, además de unas vistas espectaculares por encima, por ejemplo, del campanario. En el siglo XIX, fruto de la Guerra Carlista de los siete años, el castillo de Culla fue destruido y arrasado, quedando prácticamente en ruinas y del que apenas quedan restos testimoniales. Posteriormente, muchas de las piedras que levantaban el recinto fueron reutilizadas para la construcción de viviendas particulares.




Su casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural en 2004, es una de las mayores joyas que se pueden ver en la Comunidad Valenciana. El recinto amurallado de Culla tenía 3 puertas de entrada: El portal de la Font (calle Abadía), El Portellàs (entrada a Carrer Pla) y La Porta Nova, la única que queda en pie todavía. La población está llena de indicaciones y pequeños paneles explicativos para conocer la historia de numerosas calles y edificios de la villa, lo que facilitará la visita de esta encantadora localidad para conocer toda su historia.









El Carrer Pla era la vía principal de Culla en la Época Medieval. Al inicio de la calle se situaba la Plaza del Mercado, donde existía la desaparecida puerta de entrada “El Portellàs”. En la calle observaréis todavía casas que conservan antiguas puertas en horizontal, así como anillas donde ataban a los matxos (mulos) cuando se preparaban para la carga, además de una gran curiosidad: el color azul con el que están pintadas algunas ventanas, al que se atribuye dos cometidos:
- Evitar la entrada de insectos.
- Espantar a los malos espíritus.

Conoceréis el portal de la Font, donde todavía se conservan restos de la arcada de una de las puertas de acceso al recinto amurallado o la calle que recibe su nombre, el carrer de la Font, donde sobre el portal nº16, se encuentra una lápida medieval con la siguiente inscripción:
IUDUCIUM DURISSIMUM HIS QUI REGUNT O MARIA SUSPIRANT MORTUI A TE PIA
…Y que viene a ser en castellano “Aquellos que gobiernan tendrán un juicio implacable. Oh! María, los difuntos suspiran por ti compasiva”.

Al parecer, en esta zona se ubicaba el cementerio medieval, donde siguiendo la tradición inmemorial, la procesión de rogativas de Culla a Sant Joan de Penyagolosa, al regresar al pueblo, sube por Carrer de la Font y se detiene poco antes de llegar a este punto para cantar un responso de difuntos. La romería, cuyo origen se remonta al siglo XIV, se sigue celebrando el viernes y sábado de la Semana del Corpus Christi.
Podréis admirar la Ronda de Sant Roc, donde os haréis una idea de cómo era Culla en la Edad Media, dado que se conservan parte de sus torreones y murallas. Adosadas a estas, y modificándolas en parte, se construyeron casas particulares que, en algunos casos, aprovecharon las piedras del castillo derruido en el siglo XIX tras las Guerras Carlistas.
Pasaréis por el antiguo Hospital, situado en el centro histórico de Culla, datado del siglo XVII y rehabilitado en el año 1993. El hospital tiene su origen en el testamento de Domingo Serrana, que decidió crear un Hospital y “l´Almoina” en el año 1384, por medio de la constitución de una fundación y obra social a fin de ayudar a personas enfermas y necesitadas, donde, además, tenía una función concreta de ayudar a personas necesitadas para que se pudieran incorporar a la sociedad no quedando desamparadas mediante dotes para poder casarse o para ingresar en un convento. Actualmente el hospital se usa para fines culturales.

La “Plaça del Pardal”, antiguamente conocida como Plaza de la Universidad en el siglo XV y como Plaçeta de la Sala por fuentes orales, será un lugar más que os hará deteneros, uno de los más emblemáticos de Culla. En ella podréis observar la Casa del Delme, dos edificios que antaño formaban uno solo y donde se cobraba “el delme” (diezmo), un impuesto religioso que consistía en la décima parte de la cosecha. En esta plaza podréis observar los socarrats que todavía se conservan en la fachada superior de los edificios y si conseguís cerrar los ojos e imaginar un pasado no muy lejano, antes de que llegara el alumbrado público, podréis ver en vuestra imaginación los bailes que se celebraban en ella al anochecer con las parejas de la población.

El Perxet (porche) es uno de los lugares que os harán transporta a otra época, un portal del siglo XIV propio de la arquitectura gótica que dispone de ventana original y una preciosa reja con acabado punzante.

En esta misma calle podréis ver La Presó (prisión), un granero del Comendador (S. XIII y S.XIV), que fue utilizado como prisión en las Guerras Carlistas y en la Guerra Civil Española. En unas dependencias anexas a La Presó, se descubrieron restos arqueológicos y un arco medieval gótico.

La Iglesia Parroquial del Salvador está construida sobre la reconstrucción y ampliación del templo antiguo medieval, que fue alzado en el último cuarto del siglo XIV. Fue acaba a principios del siglo XVIII y consagrada en el año 1712, con posterior adicción del campanario actual. En ella, en su exterior, se puede observar unas inscripciones fuera de lugar y del tiempo de su construcción que nos recuerdan la Guerra Civil Española o personajes como Primo de Rivera.



Las campanas del campanario de Culla son tres: La pequeña se llama Santa Bárbara y data de 1921 (pesa 102 kilos y tiene 56 centímetros de diámetro); la mitjana (mediana) data de 1732 (pesa 244 kilos y tiene 75 centímetros de diámetro); y la grossa (gorda) es del año 1404 (campana gótica, una de las más antiguas de la Comunidad Valenciana, que pesa 436 kilos y tiene 91 centímetros de diámetro).

Junto a la Iglesia Parroquial, se encuentran Els Perxes (los porches) y El Pelleric (picota). Éste último era un lugar de escarmiento para los ladrones con hurtos menores o malhechores en la Edad Media. Se trata de una piedra cilíndrica en la que se introducía un palo donde se ataba a los condenados, quedando expuestos a la burla y humillación de la gente del pueblo; Els Perxes datan del siglo XVII, que en realidad se trata de una antigua lonja del Mustassaf de Culla (inspector de los mercados, juez del peso, medidas y comercio), donde éste lugar llegó a albergar el antiguo ayuntamiento de la localidad.



El término de Culla cuenta con una rica vegetación, con especies vegetales endémicas. La flora silvestre se entremezcla con los cultivos, destacando los que se encuentran en las vertientes de algunas montañas cercanas, que rodean a esta pequeña población con un gran encanto. Los bosques de pinos conviven con los carrascos, donde destaca la conocida “Carrasca de Culla”, que se encuentra en la carretera CV-163 que une la población con la Torre d´en Besora. La presencia de plantas medicinales y aromáticas es importante, como el romero, entre otras especies, que forman parte del conocimiento popular de la zona.


En el campo faunístico destaca la presencia de la cabra hispánica. En el rio Montlléo divisaréis con facilidad ejemplares de esta especie. También será habitual apreciar el planeo de los buitres y de águilas. Otros animales comunes son el conejo, la perdiz, el zorro o un gran número de rapaces, tanto diurnas como nocturnas.
Sus fiestas populares son:
- Carnestoltes (durante el mes de febrero).
- Sant Pere Màrtir i Sant Anton (el último fin de semana de abril, donde destaca el canto de “les Albaes”, les “Corregudes del Gall” i el repartiment de la “Coqueta de Sant Antoni”).
- Romeria a Sant Cristòfol (el lunes de Pentecostés, con la bendición de vehículos y el “repartiment de la prima”, donde se baila la “dansa dels negrets”).
- Processó a Sant Joan de Penyagolosa (su origen se remonta al siglo XIV y aun hoy se sigue celebrándose. En el año 2000 se recuperó la romería a pie, y actualmente se celebra el viernes y el sábado de la semana de Corpus Christi).
- Celebración del Corpus Christi (Procesión desde la Iglesia por las calles del núcleo urbano, con los majestuosos “pendons”, los altares florales y los niños haciendo sonar los tradicionales “pixurrulls”).
- Fiestas Patronales (en honor a la Asunción de la Mare de Déu, Sant Roc y El Salvador. A mediados de agosto, en honor a los patronos del pueblo. Destacan los “bous al carrer”, “els bous embolats”, los tradicionales “sopars populars” del “sopar de Bureo” y el “sopar de Bou”, y el baile ancestral de “el Ball pla”.
Culla es también tierra de leyendas, como “la leyenda romántica de Artal y Oras”. De esta leyenda se puede uno hacer eco por los retazos de José Mª Ruiz de Lihory, y que trata sobre los desgraciados amores de un caballero templario (Artal de Asens, también conocido como Cristóbal Asens) y una bella musulmana (Oras), donde toda la acción se desarrolla entre los burgos medievales de Benasal y Culla, en los alrededores de la antigua ermita de Nuestra Señora de Gracia (levantada sobre las ruinas de la que fue, en tiempo de los moriscos, una pequeña mezquita), junto al manantial del macizo del Moncatí y su tranquila alberca, y en las recogidas oquedades de la cueva del Antebrusco.
Esta leyenda contiene un apasionado romance, una cruel separación, promesas de fidelidad eterna, la añoranza, el olvido, la traición, la desesperación, la muerte, el arrepentimiento y el perdón divino y humano. Leyenda casi ignorada y desconocida por muchos, pero que podéis leer en el magnífico artículo de Arturo Esteve Comes (pdf para descargar AQUÍ).
Por cierto, podéis alojaros y dormir en la población, o pasar el día y comer para degustar su gastronomía. ¿Cómo llegar a Culla? pincha aquí.
El encanto especial de la localidad, con calles y rincones que conservan a la perfección la atmósfera de tiempos remotos, ha sido uno de los principales motivos para que Culla sea merecedora de este reconocimiento como uno de Los Pueblos más Bonitos de España -proclamación que tuvo lugar el pasado 29 de agosto como uno de los Pueblos más Bonitos de España, tras su inclusión en la red a principios de este mismo año-.
Su casco antiguo, uno de los conjuntos históricos mejor conservados del arco mediterráneo y declarado Bien de Interés Cultural en 2004, ofrece un recorrido por edificios cargados de historia y callejuelas llenas de tradición. En Culla también se encuentran monumentos tan interesantes como el arco de la Porta Nova, los restos del antiguo castillo de origen árabe, lienzos de las murallas y la Iglesia Parroquial de El Salvador. Existen también otros edificios visitables de gran interés como son el Granero del Comendador, conocido como «la Presó» o el Antiguo Hospital.
Además, cuenta con un gran número de casas y hoteles rurales que la convierten en un destino idóneo para pasar unos días de vacaciones o hacer una escapada de fin de semana. La estancia propicia olvidarse por un momento del ajetreo de las ciudades y disfrutar de las múltiples actividades que ofrece: la ruta templaria, excursiones por bellos parajes, visitas al Parc Miner del Maestrat, el observatorio astronómico, las recreaciones históricas, las degustaciones de gastronomía y productos locales, etc.
El Parc Miner del Maestrat, unas antiguas minas visitables dignas de visita
Fotos de valenciabonita.es e información de Culla y su recorrido
Síguenos en Facebook: Valencia Bonita
Síguenos en Twitter: @valenciabonita_
Comentarios 1