- Cada año, a finales del mes de abril/ principios de mayo, comienza la temporada del Tomate de El Perelló, el caviar rojo de la huerta mediterránea, temporada que se inicia con la subasta del primer lote de los que, seguramente sean, los mejores tomates del mundo.
- Para este 2022, los artesanos del arroz de Cullera entregan el importe de la subasta del primer lote de tomates del Perelló a tres asociaciones sin ánimo de lucro (más información en https://www.elperello.es/es/noticia/artesanos-del-arroz-cullera-llevan-primer-lote-temporada-tomates-del-perello-una-subasta-historica). En este caso, el Club Gastronómico de los Artesanos del Arroz de Cullera ha hecho hoy la entrega del cheque de 3.050 euros a las asociaciones AFASW, Moss y ANEC. La primera es la asociación española de afectados por el síndrome de Wolfram, una enfermedad rara de origen genético. Por su parte, Moss es una ONGD valenciana sin ánimo de lucro para la sensibilización, el voluntariado, el desarrollo, la competencia global y la integración de los seres más desfavorecidos. ANEC son las siglas de la Asociación de Necesidades Especiales de Cullera, una entidad que se dedica a ofrecer alternativas de ocio y ocupacionales a personas con diversas discapacidades. Cada una de las asociaciones ha recibido el 33% de la cantidad: alrededor de 1.015 euros.
- Existen numerosas recetas para realizar con el tomate de El Perrelló pinchando aquí.
- Foto de portada de Vicente Alventosa Carro.
Arropados y protegidos por el Parque Natural de la Albufera, el tomate de El Perelló es un tomate de gran calidad que posee un alto contenido nutricional, gracias a un cultivo ecológico mediante métodos naturales, lo que le otorga todo su sabor y lo hace tan único y codiciado. Es un tomate carnoso, de sabor dulce y jugoso, suave en paladar, que, por norma general, solo crece de mayo hasta agosto.
El tomate de El Perelló se cultiva en zonas arenosas donde antiguamente eran arenales de playa y que fueron cultivadas antaño por distintas generaciones. Esta tierra, al ser salina, le da un toque de dulzura característico al tomate, haciendo, además, que sea más jugoso y más suave al paladar. Ese es, sin duda alguna, su secreto, cultivarse en una tierra rica en sales minerales.
Cabe mencionar, también, que el lugar donde se cultivan los tomates de El Perelló está dentro de un parque natural donde están prohibidos usar pesticidas y otros productos que puedan dañar el medio ambiente y nuestra salud, por lo que su cultivo natural, mediante esta manera tradicional, es un bien preciado en la mesa. Solo decir que el uso de productos fitosanitarios está permitido solo cuando hay permiso de Consellería, y siempre será a causa de una plaga, viéndose obligados los agricultores de la Cooperativa a combatirla de esta manera.
El tomate de El Perelló suele ser un tomate más feo a la vista, además de que madura y se ablanda antes que un tomate de supermercado, pero, sin embargo, el de El Perelló no pasa por cámara, siendo su sabor incomparable.
El tomate de El Perelló pasa ciertos controles, analíticas y controles de calidad en la Cooperativa de agricultores de El Perelló, siguiendo unos estándares y certificaciones que aseguran la buena calidad de el producto bajo el sello que reconoce esta marca, aunque no todos los tomates de los productores de la zona pueden cumplir La Cooperativa lo cumple a rajatabla, pero no pueden asegurar lo mismo del resto de productores.

Aunque el tomate está disponible en el mercado durante todo el año, la temporada de tomates, es decir, su mejor época de consumo, tiene lugar entre los meses de octubre y junio.
Sin embargo, el tomate de El Perelló solo crece de abril/mayo hasta agosto (su ciclo de producción es principalmente la primavera y verano, exceptuando alguna variedad), por lo que encontrar, o que alguien te certifique, que lo que comes o compras es tomate de El Perelló (por ejemplo en diciembre o en enero), no será cierto y no se corresponde con la realidad.
El tomate de El Perelló tiene, además, su propia feria, la Feria Gastronómica del Tomate de El Perelló, en la que cada mes de junio se celebra un tradicional mercado valenciano con artesanos, talleres, músicos y exposiciones ambientadas en la cultura valenciana, además de conciertos, zona infantil, atracciones y otras actividades que acompañan al tomate de El Perelló, estrella de este evento, en una feria muy visitada cada año. En esta feria se celebra también unas jornadas gastronómicas en las que los restaurantes participantes de la zona ofrecen menús innovadores elaborados de manera tradicional con un ingrediente principal: el tomate autóctono de la zona.
Bajo la marca comercial de tomate de El Perelló, se cultivan diferentes variedades de tomates, entre las que están:
- Tomate valenciano, conocido como el de El Perelló, variedad autóctona de Valencia. Es un tomate carnoso, de sabor dulce y jugoso, suave en paladar. Los hay de dos tipos: Chatos, que pueden alcanzar gran tamaño, son redondos y suelen tener una hendidura en el centro: y Masclet (o de punta), que son alargados y terminan en pico, suelen ser de menor tamaño.

- Tomate Marmade Cuarenteno, variedad (Delizia) típica de la zona de El Perelló, cultivada desde los inicios de la agricultura en la zona. Es de tipo asurcado y plano. Se recolecta en pintón y tiene una maduración natural progresiva de verde a rojo una vez recolectado. De sabor extraordinario, muy apreciado para consumo en fresco en ensaladas, por sus cualidades organolépticas. Periodo de recolección: mayo a julio. Confección: calibres desde 67 y más.

- Tomate Raf, el cual necesita un agua con cierta salinidad para que el fruto contrarreste generando azúcares. Por eso se caracteriza su sabor y textura. Su producción se centra en el invierno y comienzos de la primavera.

- Tomate de Ensalada, donde encontramos dos variedades, ambas redondas lisas, que son el tomate Éufrates y el tomate Birloque. Oscilan los calibres 57 – 102 mm. Su producción se centra a comienzos de Abril hasta finales del verano.

- Entre otras variedades pueden encontrase la redonda, bombón o cherry bombón, pera y tomate rosa.

Tal y como nombra Juan Salvador Gaya en su artículo, «en los terrenos arenosos de El Perelló se cultivan los tomates, que según dicen, son los mejores del mundo. Una variedad autóctona temprana que se viene recuperando desde hace una década y que nada tiene que ver con los híbridos tan de moda en estos momentos.
Aunque en El Perelló también se cultiva en invierno la variedad marmande, y su variedad RAF (siglas de Resistente A Filosorum), algunas variedades híbridas y el tomate llamado rollo, no hay que confundirlo.
El tomate llamado Valenciano, no es este. El tomate valenciano que conocemos es distinto al de El Perelló. Y hay tres clases: el llamado “pitonet” que se les llama “mascle” y que es mucho más pequeño, de forma estrecha y acorazonada, con los hombros verdes y el resto más rojo que rosado y acabado en punta (no confundir con el denominado corazón de buey); Y el “arreplegat” que son el doble de grandes, achatados, irregulares y agrietados y que por debajo, en lugar de acabar en punta, se “arreplegan” formando un agujero y se les llama “femella”. Este último suele agrietarse en planta y por lo general su precio es más barato».