Si hay una típica merienda tradicional valenciana, además de la coca de llanda, unos ricos buñuelos de calabaza con chocolate, horchata y fartons -también con rosquilletas de llavoretes- rosegons con café o, por ejemplo, unas valencianas con café, chocolate o leche -entre otras meriendas típicas que podríamos mencionar dependiendo de cada casa, la comarca o época del año-, esa es la que para muchos nos transporta a nuestra infancia: chocolate de bollo, el bollet valenciano, y rosquilletas de llavoretes.
Para quien no lo sepa, el chocolate de bollo, conocido como “bollet”, es un producto natural autóctono valenciano que consiste en un chocolate cilíndrico que, normalmente, se elabora a la piedra, una antigua fabricación artesanal tradicional de la tierra que consiste en hacer a mano -uno a uno- cada bollet o chocolate redondeado.
Para ello, antaño era necesario solo con un rodillo y una piedra para moler el cacao, uniendo así el cacao, azúcar y otras mezclas para conseguir el que para muchos es el chocolate torrentí, donde hoy en día hay quien mantiene la tradición en su elaboración, variando ligeramente su elaboración –ya sabemos que cada maestrillo tiene su librillo- o quien la ha industrializado, pudiendo todavía comprarse el bollet en muchas tiendas u hornos.
El tradicional bollet de chocolate, generalmente, está compuesto de azúcar de caña, pasta de cacao, harina de arroz y aroma de vainilla, pudiendo variar su receta tradicional en algún ingrediente o, incluso, tener otro tipo de aroma y sabor final -como por ejemplo de menta, café o toques picantes-.
Este chocolate recibe el nombre no solo de bollet, sino también de rulo, bollo, bollo redó, chocolate a la piedra, chocobollo, de carreró, de terreta, de areneta o de Santa Catalina, entre muchos otros nombres, ya que cada pueblo o comarca lo llama de una manera diferente.
Es, pues, junto con las rosquilletas de llavoretes, una perfecta combinación para disfrutar de una buena merienda, tal y como nosotros hacemos a menudo y llevamos haciendo desde la infancia.
Es típico, además de comerlo con rosquilletas de llavoretes, también llamadas de menuts -porque las comían muchos niños antaño- o del tallet -a Guadassuar, por ejemplo, llaman a las rosquilletas así, del tallet, por su forma-, comer este chocolate entre el pan, siendo enroscado -si puede ser- en una punta o trozo haciendo un agujero en la molla e introduciéndolo.
Torrent guarda una gran tradición chocolatera desde mediados del siglo XIX, donde en 1856 comenzaron a surgir las dos primeras industrias chocolateras familiares, dedicadas a la fabricación del mismo bollet, tal y como podéis comprobar el blog de polikarpov.wordpress.com
Por mencionar un artesano que vende bollets, podemos hablar de la Chocolatería Artesana de Xoco & Vero, tal y como podemos ver en chocolatesvalencianos.com. Es más, en el siguiente vídeo podemos ver cómo elaboran de manera tradicional el bollet, todo un gustazo. Y encima, hacen bollets tradicionales o de canela, canela y limón, coco, fresa, menta, naranja, picante, plátano o café -y lo más importante, es que los realizan los bollets con cacao pero sin gluten, sin lácteos, sin huevo y sin frutos secos-.
Para quien no lo sepa, Chocolates Xoco & Vero es una tienda de chocolates artesanos, de autor y de selección, en pleno corazón de Ciutat Vella de Valencia, en calle de los derechos 38, donde cuentan además con la curiosidad de que elaboran paellas de chocolate o tabletas personalizadas. Además, tienen otra tiendecita muy cerquita, ya que disponen de parada dentro del Mercat Central de Valencia (en los puestos 209, 210 y 211), por lo que es una opción muy interesante para aquellos que estéis en el centro de la ciudad.
Otro de los grandes artesanos que todavía vende bollets es Chocolates Rafael Andreu, de Torrent, que sigue elaborando y vendiendo en su web, en chocolatesrafaelandreu.com, el tradicional chocolate de bollo. De hecho, se puede encontrar en algunos hornos de Torrent o pedir en su web.
También está Chocolates Comes, la fábrica con museo y tienda de chocolates de Sueca que, desde 1870 y tras cuatro generaciones desde su fábrica-museo y participación en ferias y eventos, siguen elaborando de manera artesanal -a la piedra- este producto, pudiéndolo adquirir en la misma fábrica-museo situada en calle de Sant Josep 29 de Sueca o en chocolatescomes.com
Por último, y por mencionar a otra empresa más, encontramos Productos Andreu, ubicada en Torrent y donde elaboran el bollo redó o chocolate a la piedra desde hace 106 años (desde 1914, aunque mencionar que en este caso está más industrializado al servirse la barrita individual en envoltorio de plástico).
Pascual Andreu padre e hijo son actualmente los que conservan esta tradición chocolatera del chocolate redondo en la empresa de Productos Andreu, donde el abuelo de Pascual Andreu padre contaba en una entrevista a Levante EMV que «Mi abuelo empezó en 1914 la elaboración del típico chocolate de Torrent y desde entonces hemos ido evolucionando hacia nuevas formas, como chocolate en polvo, el suizo, con leche, puro… pero el chocolate redondo nunca lo hemos dejado de hacer. La gran cantidad de demanda ha hecho que se industrialice todo. Se utilizan maquinarias para rentabilizar el tiempo, no podemos seguir haciéndolo a mano, aunque sepamos hacerlo porque se ha hecho así toda la vida. Hemos automatizado el producto a la hora de darle la forma final, el resto se hace todo a la antigua. La tecnología de la que hoy disponemos ayuda a que el resultado sea mejor, hace años el chocolate se secaba en casa o en la calle los días de mucho calor, cuando salía un día de poniente era imposible que se secara, se quedaba blando, las tecnologías permiten que cualquier día salga buen chocolate».
En la misma entrevista que hizo Levante EMV, se dio a conocer cómo se elaboraba el bollet, donde se afirmaba que para tener la masa de chocolate con la que trabajan los artesanos en la forma redonda, primero tienen que realizar una serie de pasos: «el cacao, la materia prima, la mezclamos con azúcar, harina de arroz, vainilla (para darle un aroma más exótico) y lecitina de soja (para que se haga más blando)». Una vez están todos los ingredientes en la masa, pesan la cantidad de chocolate y la hacen una bola a la que le darán la forma alargada que tienen sobre el papel de estraza, que le da brillo. Finalmente, lo ponen encima de la plancha para que se enfríe y cuando ha acabado todo el proceso, lo envuelven en papel. «Además, este chocolate es natural apto para personas que padecen intolerancias».
Podríamos decir que para elaborar el chocolate redondo artesano valenciano, de manera tradicional, no debería de emplearse una máquina, es decir: ningún proceso industrial. Esto es porque el producto de chocolate saldría ya “bollat” tras ese proceso y no realizado a mano, perdiendo la personalidad y artesanía de los que que, como antiguamente, “bollaban” este tipo de chocolate.
Sin embargo, como hemos mencionado en párrafos anteriores, Pascual Andreu padre manifiesta que habrá empresas, como la suya, que debido a la gran cantidad de demanda, esto ha hecho que se industrialice y automatice el proceso para darle la forma final, donde el resto se hace todo a la antigua. Por eso, se utilizan maquinarias para rentabilizar el tiempo por ser imposible seguir haciéndolo a mano, aunque se ha hecho así toda la vida.