UNA CALLE DE LA CIUDAD LLEVARÁ EL NOMBRE DEL BOMBERO REPUBLICANO QUE SALVÓ CINCO COMPAÑEROS EN EL INCENDIO DE LA CATEDRAL DE VALENCIA (NOTICIA DE FEBRERO DE 2022):
La próxima Comisión Informativa de Bienestar y Derechos Sociales, Educación, Cultura y Deportes aprobará dedicar una calle al bombero valenciano Francisco Roca, conocido por rescatar a cinco compañeros del incendio de la catedral, la basílica y el Palacio Arzobispal el 21 de julio de 1936, así como para ayudarle a sacar la imagen de la patrona de Valencia de la catedral. La concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello anunció este acuerdo y ha señaló que “existen documentos escritos que certifican que salvó a sus cinco compañeros del fuego y la imagen de la Virgen de los Desamparados”.
“Sin embargo, en 1940, cuando ya las tropas franquistas tomaron Valencia, el pleno municipal de marzo, le suspendió -como ocurrió con un notable número de compañeros- de trabajo y sueldo durante nueve meses, y lo inhabilitó por desempeñar su trabajo como funcionario. Además, a pesar de haber colaborado en la extinción del incendio de la catedral y del Palacio Arzobispal, y de haber recuperado piezas y cuadros valiosas, el régimen franquista le sometió a un juicio sumarísimo que le condenó al exilio y le apartó de su carrera profesional”, explicó Tello.
Alejandro Carabal, bombero y delegado sindical en el Ayuntamiento de Valencia, ha valorado que «Francisco era una persona con principios y coraje». “Lo primero le costó represalias franquistas y el segundo anteponer su vida a la de sus compañeros. Este reconocimiento público y oficial hará que sus actos y valores no queden en el olvido. Fue todo un ejemplo para quienes somos bomberos y bomberas y una inspiración para generaciones futuras”, añadió.
“Además -indicó Carabal- este gesto hará sentirse más orgullosa a su familia y no hubiera sido posible sin la documentación que guardaban y aportaron, sin la petición del compañero Alberto Coch, la complicidad de la dirección de bomberos del Ayuntamiento de Valencia y la iniciativa de los concejales Aaron Cano y Glòria Tello, que han tomado el tema de forma muy seria desde el primer momento”.
EL RECONOCIMIENTO DE 2021 (NOTICIA DE MARZO DE 2021):
Francisco Roca Pallardó fue un bombero valenciano que participó en la salvación de la tan querida y venerada Geperudeta, la imagen de la Mare de Déu -y sus joyas- del fatídico incendio provocado por anarquistas que ocurrió el martes 21 de julio de 1936 en la Catedral de Valencia, la hoy Real Basílica de la Virgen de los Desamparados y el Palacio Arzobispal.
Este mismo hombre no solo salvó del fuego -el mencionado día– a la imagen del siglo XV de la Basílica o cuadros e importantes obras y piezas de la Catedral, sino también a otros 5 compañeros que habían quedado atrapados en el Palacio Arzobispal, historia que podéis encontrar al completo en el libro «150 Años del Cuerpo de Bomberos de Valencia 1857-2007, de Amparo Álvarez Rubio», el libro de la historia de los Bomberos de Valencia en los siglos XIX, XX y XXI.
Por este hecho, y por haber sido juzgado, exiliado, perseguido por razones políticas e ideológicas y encarcelado tiempo después, por solo el mero hecho de ser republicano -fue exiliado y encarcelado tras el pleno del 23 de marzo de 1940 que lo suspendió de empleo y sueldo durante 9 meses y lo inhabilitó para ejercer su trabajo como funcionario, además de haber sido condenado a la pena de 6 años y un día de prisión mayor por un supuesto delito de excitación a la rebelión militar en la sentencia dictada el 24 de abril de 1940 por el Consejo de Guerra Permanente número 2 de Valencia.-, la familia de Francisco Roca recibió en 2021 un título honorífico y de reconocimiento personal que pone en valor su memoria, persona y sus actos.
Esto fue gracias al documento firmado por la Vicepresidenta primera del Gobierno de España, Carmen Calvo, el pasado 1 de marzo de 2021, por el que se emitió una Declaración de Reparación en virtud de la Ley de Memoria Histórica de España, un documento que recibió la familia del bombero valenciano por el que se reconoce una reparación personal a quienes padecieron persecución o violencia en la Guerra Civil y la Dictadura. SIGUE LEYENDO EN LEVANTE EMV el reconocimiento personal a Francisco Roca.
En 2020, Francisco fue homenajeado por sus actos heróicos.
El pròxim 8 de març a la festa de bombers s’homenatjarà el nostre company Francisco Roca Pallardó 👨🏼🚒
👉🏼 Ahir l’inspector cap li va lliurar als seus familiars el llibre del 150 aniversari del cos de bombers on es relata la gesta del seu pare i iaio 📖 pic.twitter.com/7Pa1UT20lb— BombersAjuntamentValència (@bomberosvlc) February 25, 2020
SOBRE EL INCENDIO:
Cabe mencionar, antes, que si bien fueron los bomberos quienes sacaron a la Virgen por detrás y la transportaron en un camión de patatas hasta el Ayuntamiento, resulta extraño que el operativo y las órdenes las dio (obedeciendo la guardia civil y, lógicamente, los bomberos), un alcalde de la Izquierda Republicana, en este caso José Cano Coloma.
De todos los documentos que se manejan, incluida el acta que escribió el teniente Sevilla, el artículo que mejor maneja la versión de lo ocurrido es https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2011/03/06/alcalde-salvo-fuego-virgen-13077808.html. Como bien nos dice nuestro querido amigo don Miguel Ángel Bustos, versiones y autorías del salvamento hay unas cuantas, destacando que también desaparecieron todas las joyas de la Virgen. El libro que mejor resume lo ocurrido es «Historia de la Virgen de los Desamparados de Valencia», de Baltasar Bueno Tárrega. Por lo tanto, en cuanto a la Virgen, sería más correcto decir El alcalde que salvó del fuego a la Virgen.
Un martes 21 de julio de 1936, ante el incendio de la capilla de la Virgen de los Desamparados -cabe mencionar que no es hasta el 21 de abril de 1948 cuando se le empieza a llamar Real Basílica de la Virgen de los Desamparados gracias a la dignidad basilical merced al breve pontificio firmado por SS. Pío XII-, el entonces alcalde republicano, José Cano Coloma (Radical Socialista, primero, y de Izquierda Republicana, después), lanzó un llamamiento para que acudieran a apagar el incendio desde Radio Valencia (Unión Radio). Esa misma tarde, el propio alcalde se personó en la plaza de la Virgen y ordenó a los bomberos que apagasen las hogueras de la capilla de la Patrona que habían sido causadas por milicianos anarquistas.
La intervención de Francisco Roca Pallardó, en sofocar las llamas del incendio provocado, fue clave. El bombero se presentó, a la llamada de Cano Coloma, «fuera de servicio, con su propio camión y con herramientas que él mismo se había fabricado junto a otros compañeros voluntarios en el incendio del Palacio Arzobispal». «Al parecer –señala Adán Fernández, nieto del bombero héroe protagonista de este artículo en un artículo de Levante EMV– conocía bien ese edificio y su intervención fue determinante» para salvar a los compañeros y esos bienes religiosos. Hay constancia documental de que al final del día, la imagen de la Geperudeta, muy dañada por las llamas, fue transportada con un camión de aperos hasta el ayuntamiento por orden del entonces alcalde José Cano Coloma, hechos que cuadran perfectamente con el relato de Adán Fernández.
Se sabe que los grandes artífices de la salvación de la imagen de la Virgen fueron principalmente bomberos y, también, gracias a la colaboración del teniente de la Guardia Civil, Luis Sevilla Alonso, y un grupo de guardias civiles. Según palabras de Andrés de Sales Ferri, quien publicó el libro “El incendio de la Capilla de la Virgen de los Desamparados, la Catedral Metropolitana y el Palacio Arzobispal de Valencia el 21 de julio de 1936”, es el mencionado teniente el gran artífice de dicha salvación, si bien cabe volver a mencionar los actos realizados por el cuerpo de Bomberos de Valencia y, en especial, a Francisco Roca Pallardó. Ese mismo día, trasladan las alhajas y la aureola de la Virgen hasta el Ayuntamiento y depositan, por la noche, la imagen en el interior del consistorio, por deseo expreso del alcalde.
El 29 de marzo de 1939, un día antes del desfile de Aranda en Valencia, se da a conocer que la imagen de la Patrona de Valencia estuvo escondida en el Ayuntamiento de Valencia durante la Guerra Civil española desde el 21 de julio de 1936.
La custodia de la Patrona fue encargada al depositario municipal, Francisco de Paula Catalán Moliner y al archivero municipal, el suecano Juan Boix Vila, quien a primera hora de la mañana del 22 de julio se hace cargo de ella, y junto con todos los empleados municipales del archivo se confabulan en negar que la Virgen de los Desamparados esté en el Ayuntamiento. Las palabras de todos ellos fueron decir que “a la Virgen se la habían llevado al cementerio y la habían quemado”, llegando incluso a cambiar la Virgen de lugar dentro del consistorio en varias ocasiones para seguir protegiéndola. La responsabilidad del archivero Boix Vila y de sus colaboradores en la salvaguarda de la imagen de la patrona de Valencia se mantiene hasta el 29 de marzo de 1939, fecha en que se da a conocer que la imagen estaba a salvo pero mutilada.
Tal y como se puede observar en la foto de aquellos días que encontramos en los Archivos Estatales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la virgen presentaba tres disparos en la cara, en dirección de abajo a arriba: uno en la frente, otro en la sién y otro sobre la boca, motivo por el cual la mejilla derecha desapareció (dos de ellos impactaron y el otro rozó). Estos disparos se produjeron durante el incendio del 21 de julio de 1936 a manos de los milicianos del Frente Popular (como recomendación, si queréis saber más sobre este tema al completo, recomendamos la lectura de “El rescate de la Virgen de los Desamparados en 1936”, obra de Manuel y Carlos Sevilla Corella, hijos del difunto Luis Sevilla Alonso).

Una vez comunicada que la Virgen estaba a salvo -aunque mutilada- fue restaurada (y muchos dicen que sustituida por completo) la mascarilla por el escultor José María Ponsoda y sacada, a hombros, el 31 de mayo de 1939 del Ayuntamiento de Valencia, tal y como se puede observar en diversas fotografías de época, siendo paseada por las calles para el júbilo y fervor de los valencianos, ofreciéndose una misa en la plaza del Consistorio oficiada por el entonces arzobispo de Valencia, Prudencio Melo. Sin embargo, la Virgen participó en los actos del desfile de Aranda y el del 31 de marzo, a pesar de estar mutilada, siendo expuesta ante el Ayuntamiento.
Existe, sin embargo, una gran controversia sobre si estos disparos se produjeron o no, ya que hay numerosas voces que afirman que fue una historia inventada para, en realidad, tapar una mala acción en la restauración. Lo cierto es que, al parecer, la Virgen no sufrió más que el saqueo de joyas y poco más.
Tras la Guerra Civil, la imagen fue restaurada por Ponsoda, quien al parecer cometió un grave error en su restauración reventándole la cara. Estas palabras han llegado a salir de boca del mismo Emilio Aparicio Olmos, quien fue Capellán Mayor de la Basílica de la Vírgen de los Desamparados.
Cabe decir también que años más tarde, en 1947, Carmelo Vicent Suria junto con Vicente Balaguer Alhambra, nuevamente retocan el rostro (también en 1960) siendo pues el actual rostro, limpiado en años siguientes y restaurado por Hortensia Herrero hace pocos años, destacando tan solo en los anteriores años la intervención de 1964 donde se cambió al Niño Jesús por el que lucía la Peregrina obra de Carmelo Vicent, siendo realizada la actuación por Octavio Vicent (hijo de Carmelo).