- El Colegio Notarial de Valencia organiza visitas guiadas, de carácter gratuito, con el fin de dar a conocer a los ciudadanos sus salones nobles más emblemáticos, así como los famosos “Bultos de San Vicente”. Estas visitas se realizan los martes en horario de 16:45 a 18:00 horas o de 18:00 a 19:15 (1 hora aproximada de duración), siendo necesario antes concertar la visita enviando un correo electrónico a visitabultos@cnotarial-valencia.com, o telefónicamente llamando al teléfono del Colegio Notarial de Valencia, 96 351 25 85 ext. 209 (se recibe confirmación mediante correo electrónico o por teléfono).
- Este artículo, obra de Valenciabonita.es, se ha publicado en «La Traca, revista de fiestas de la Comunidad Valenciana«.
Corría el año 1596 cuando el notario valenciano José Benito de Medina dispuso que, en el interior de la Iglesia de San Esteban, había que hacer “un Carafalet ab lo batisme del dit Gloriós Sant ab personas fets de bulto de Rector, Jurats, Comare y los demés personas que pareixerá ab llums, olors i tot lo demés que podrá convenir i que es dega fer a major solemnitat i devoció de dita festa”. Este es el origen de los llamados Bultos de Sant Esteban, “Bults de Sant Esteve” o también, popularmente conocidos y llamados, del bautizo de Sant Vicent Ferrer.
- Los Bultos de Sant Esteve, conocidos también como del bautizo de Sant Vicent, son una colección única de figuras que representan la devoción a Sant Vicent Ferrer. Es una colección única en la ciudad de Valencia, pues no existen bultos algunos o conjunto de éstos representando a ningún otro santo, patrón o figura religiosa a excepción del Cristo de Sant Bult.
- Simbolizan el bautismo, con algunos anacronismos, del que es patrón del Colegio Notarial y también patrón principal de la Comunidad Valenciana. La colección actual de figuras es obra del imaginero valenciano José Esteve Bonet que remodeló los “bultos” en el siglo XVIII, aunque algunos de ellos son más antiguos.
- Su origen se remonta al siglo XVI cuando el notario valenciano José Benito de Medina determinó que en el interior de la Iglesia de San Esteban se hiciera un cadafal del bautismo en honor del santo utilizando figuras que ya se disponían en los altares levantados en honor a San Vicente, además de erigir piezas nuevas.
- Los Bultos son representaciones únicas que han pervivido en el tiempo gracias a la conservación y restauración de las figuras respaldadas en todo momento, desde el año 1597 hasta ahora, por parte del Colegio Notarial de Valencia.
- El Colegio Notarial de Valencia data de 1236, siendo una de las instituciones más antiguas de nuestro Estado, siendo el primer Colegio Notarial del Estado Español y en la actualidad el más avanzado del mundo tecnológicamente.
- En la reciente restauración se ha recuperado el esplendor con el que gozarían antaño. Su estado de conservación era muy malo, llegando incluso a apreciarse signos evidentes de deterioro en extremidades, rostros, golpes o hendiduras en figuras.

Vicent Ferrer Miquel, considerado como el santo patrón principal de la Comunidad Valenciana y conocido como “Sant Vicent Ferrer” o “San Vicent el del ditet” por sus milagros realizados alzando su dedo índice, es una de las mayores representaciones y devociones cristianas en la ciudad de Valencia. Es, sin duda alguna, uno de los “valencianos más universales” que ha dado el Cap i Casal, además de ser conocido como un gran político, intelectual, teólogo con calificación “summa cum laude”, uno de los filósofos más influyentes de su época y fundador del Colegio de Niños Huérfanos de Valencia en 1410, considerado el primer orfanato del mundo.
Fray Andrés F. de Valdecebro, autor de una biografía del santo, ya escribió en 1668 que “parece haber nacido con indultos de príncipe este Apóstol Valenciano”. Razón no le faltaba.
Vicente Ferrer Miquel nació en la ciudad de Valencia el 23 de enero de 1350, en la que hoy es la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer, con entradas en Carrer del Mar y Carrer del Pouet de Sant Vicent. Su bautizo, en la Iglesia de San Esteban, fue todo un acontecimiento por aquel entonces.


Su vida fue un constante cúmulo de grandes anécdotas y milagros atribuidos, además de ser una gran persona influyente en todo el Reino de Valencia, con ejemplos como el del Compromiso de Caspe, donde tuvo el honor de ser el encargado de elegir un nuevo rey tras la muerte sin sucesor de Martín el Humano.
A su muerte, en el año 1419, el fervor y la devoción que sentía el Reino de Valencia por él, hizo que en el año 1455 fuese canonizado por el Papa Calixto III hasta que, finalmente, en el año 1596 el notario valenciano José Benito de Medina dejó escrito que en el interior de la Iglesia de San Esteban había que hacer “un Carafalet ab lo batisme del dit Gloriós Sant ab personas fets de bulto de Rector, Jurats, Comare y los demés personas que pareixerá ab llums, olors i tot lo demés que podrá convenir i que es dega fer a major solemnitat i devoció de dita festa”.


Este es el llamado origen de los antiguos Bultos de San Esteban “Bults de Sant Esteve”, conocidos popularmente también como los Bultos de Sant Vicent.
Desde entonces, y al año siguiente en 1597, el ilustre Colegio Notarial de Valencia custodia los Bultos, asumiendo funciones de conservación, renovación y restauración.
«La primera noticia de los Bultos aparece en un libro manuscrito de las fiestas que en 1599 la ciudad de Valencia celebró en conmemoración del matrimonio de Felipe III con Margarita de Austria, donde se hace mención a los Bultos como fiesta antiquísima».
La tradición de antaño consistía en rendir devoción al bautismo de Sant Vicent Ferrer, donde se introducían los Bultos de Sant Vicent en la iglesia de San Esteban durante 9 días en los que se hacía una novena. Al llegar el 23 de enero se bautizaba un niño en representación de aquel acontecimiento con la presencia de los Bultos como si fuera el mismo 23 de enero de 1350.



La actual colección es obra de José Esteve y Bonet (Valencia, 1741 – 1802), un gran escultor valenciano que estudió en la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Remodeló los Bultos en el año 1788, aunque algunos de ellos son más antiguos. En el Colegio se tiene constancia de hasta 24 bultos, aunque en el presente encontremos un total de 19 personajes.



A pesar de que fue a raíz de las palabras de José Benito de Medina en 1596 de la creación de los Bultos de Sant Esteve, quedando éstos custodiados por el Ilustre Colegio Notarial de Valencia al año siguiente, ya existían evidencias de que a partir del siglo XV se erigieron bultos individuales que se emplearon en los altares levantados en honor de Sant Vicent Ferrer, aunque éstos se perdieron por ser figuras individuales y no pertenecientes a ninguna colección.
«El ilustre Colegio Notarial de Valencia custodia desde el año 1597 los Bultos, asumiendo desde entonces funciones de conservación, renovación y restauración».
La primera noticia de los bultos, aparecida en el libro de Abelardo Palanca, la dio Felipe de Gaona en un libro manuscrito que se encuentra en la biblioteca de la Universidad y publicado por Acción Bibliográfica Valenciana sobre las fiestas celebradas en 1599, donde se hace mención a los Bultos como fiesta antiquísima.
«La restauración de los Bultos de Sant Vicent fue impulsada por el decano del Colegio Notarial de Valencia, César Belda, y coordinada por el secretario de la corporación notarial, Simeón Ribelles. En el proceso de recuperación participaron Pedro Arrúe y Abelardo A. Sastre».
En el proceso de restauración llevado a cabo recientemente con los 19 Bultos, Pedro Arrúe de Mora, pintor y escultor valenciano, ha restaurado el Niño San Vicente y la Comare, que es la que sostiene al niño representando la que estuvo a cargo de éste los primeros años. Abelardo A. Sastre ha sido el encargado de devolver el esplendor a las 17 figuras restantes, devolviéndoles las policromías sepultadas en anteriores restauraciones, donde se han descubierto capas ocultas hasta ahora desconocidas, y cuidando hasta el más mínimo detalle de la vestimenta, luciendo las esculturas magníficas galas como podrían ser en antaño.
«Durante el proceso de restauración se ha llevado a cabo un gran trabajo minucioso y riguroso, manteniendo elementos, adornos y todo tipo de detalles según publicaciones históricas, basando el proceso en construcción de base nueva, estructuras nuevas y restauración de los Bultos».
De entre todas las figuras destaca Mossèn en Perot de Pertusa, que fue el cura de San Esteban en el año que se bautizó a Sant Vicent Ferrer. Está documentado que para limpiarse los restos de aceite empleados del bautismo de sus manos para santiguar, utilizó la tortada que lleva “En Guillem Ferrer”, padre de Sant Vicent y figura representada en los Bultos, quedando así pues “todos bautizados” con este acto. Era costumbre, por entonces, obsequiar al bautizante con una tortada que era compartida con el resto de invitados, y que podía, como en este caso, ser utilizada para que el cura se secara los dedos que habían tocado el Santo Oleo.
Además del acompañamiento y figuras de Mossèn en Perot de Pertusa (un monaguillo, el sacristan y el Masip), podemos ver Bultos que no estaban presentes en el bautizo pero que fueron añadidos para agigantar la memoria del Patrón y la representación. Es el caso de los Virreyes de Valencia don Fernando de Aragón y doña Germana de Foix, acompañados de sus pajes, curiosamente y como ya ocurría en otras ocasiones en el Reino de Valencia o con la realeza, de piel oscura.

También están presentes personajes, aparte de los mencionados, como Na Ramoneta De Encarroç i Vilaragut, Señora de Corbera y Madrina; Ramon de Oblites y Guillem Despigol, jurados; damas de la nobleza valenciana; y els Verguers, que eran quienes iniciaban el ceremonial de la comitiva del Bautizo, vestidos de gala para la ocasión.

Sin duda, los Bultos de Sant Esteve, conocidos también como del bautizo de Sant Vicent, son una colección única en el Cap i Casal, pues no existen bultos algunos o conjunto de éstos representando a ningún otro santo, patrón o figura religiosa a excepción del Cristo de Sant Bult.
En la reciente restauración impulsada desde el Colegio Notarial de Valencia, se ha recuperado el esplendor con el que gozaron antaño.
Fotografías de Cipriano Fornas Castelló en «La Traca, revista de fiestas de la Comunidad Valenciana«
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