Los refugios antiaéreos de Valencia
Año 1936. Corren tiempos difíciles. El entonces gobierno de España, situado en Madrid, decide trasladar, de manera oficial (algunos lo llaman huida), la capitalidad a Valencia ante el avance de las tropas del Bando Nacional a Madrid. Esto ocurrió el día 6 de noviembre. Dos días después de la huida, comenzó la batalla en Madrid. Cabe recordar que, según la Constitución de la Segunda República Española, la capital de la República siempre ha sido Madrid, y que a pesar del traslado y la pronta decisión, la Constitución jamás recogió que Valencia fuera “capital” de la República (aunque cabe decir que la decisión fue adoptada de manera oficial por el entonces presidente y representantes del gobierno, pero en silencio, y que, por lo tanto, podemos decir que Valencia fue “capital” tras dicha decisión y los plenos aquí celebrados).
El entonces gobierno de Largo Caballero, dejó la defensa de Madrid a cargo del general Miaja, quien formó la llamada Junta de Defensa de Madrid. A la llegada del gobierno a Valencia, consigo no solo trajeron la capitalidad, sino que con ella también vino, llamémosle así, un “boom” cultural y social. Una de las mayores curiosidades que por entonces se dieron en Valencia, fue el también traslado del sorteo de Navidad a la capital valenciana, donde seguramente utilizaron un blindado de la época, como los cientos que se crearon en aquella época y que probablemente sería un Hispano-Suiza o cualquiera de los camiones rusos que vinieron a España por aquel entonces (Camiones Zis-5, Camiones Zis3 o Camiones GAZ-AA), para el traslado de los bombos de Navidad, tal y como ya os contamos en nuestro artículo «el año en que la Lotería de Navidad se celebró en Valencia: 1936«.
Las diferentes personalidades, tales como los representantes del gobierno de entonces, toda clase de miembros de intelectuales, diplomáticos, milicianos y soldados, periodistas, refugiados o, incluso espías (tal y como os contamos en nuestro artículo de «espías rusos en Valencia: Valencia fue sede del NKVD, antecedente del KGB»), hicieron que Valencia cambiara el panorama cultural por completo.
Aquella Valencia se llenó de congresos, proyectos, charlas y de todo tipo de acciones culturales que, aun corriendo tiempos difíciles, llenaron de “entusiasmo cultural” por doquier cada rincón y edificio importante de Valencia. Pero, por desgracia, Valencia se llenó también de espacios para prevenir los bombardeos: los refugios antiaéreos.

El motivo fue bien simple: dar protección a la población civil de la ciudad de Valencia. Para ello se decidió utilizar tanto edificios públicos, principalmente colegios, como edificios particulares para la construcción de los diferentes refugios. Dependiendo de la tipología del lugar en cuestión, los planos variaban: así como por ejemplo en los colegios y edificios públicos los refugios se ajustaban en la gran mayoría a los planos estipulados, en los refugios particulares las soluciones se ajustaban en función del lugar, donde a día de hoy se distinguen entre dos tipos de refugios: el abovedado y el adintelado.
Esta misión, la de la construcción, le fue encargada a la Junta de Defensa Pasiva, creada por el Ministerio de Defensa el 22 de junio de 1937 con Juan Negrín ya al mando como jefe de Estado o presidente de la República, cuando el gobierno todavía residía en Valencia, a pesar de que por entonces ya existían refugios en la ciudad. Para dicha construcción se llegó a editar un folleto dando instrucciones para éstos espacios, detallando, mediante planos y pasos a seguir, todas las características que debían recoger cada uno de ellos. La novedad de estos espacios venía dad por su escasa profundidad y el empleo generoso del hormigón armado tanto en el modelo abovedado como en el sustentado por pilares.
La Junta Pasiva de la Ciudad llegó a construir un total de 41 refugios de utilidad pública, estando a disposición de todos y cada uno de los ciudadanos de aquella Valencia.
En el catálogo de bienes y espacios protegidos de Valencia, se recoge que en la publicación de «La Fragua Social» de febrero de 1937 (aquel periódico que milicianos valencianos crearon tras incautar el diario Las Provincias en 1936, creándolo en los talleres del diario creado por Teodoro Llorente), se identifica 77 refugios con su dirección y número de plazas, donde gracias a un estudio de F. Taberner en la actualidad, realizado consultando documentación del Archivo Municipal, el número se amplió a 258. Este estudio fue en 2002. Hoy en día sabemos que ese número fue mucho mayor, dados los refugios encontrados posteriormente y de los que no se tenía constancia, algunos de ellos, en espacios privados como Birlibirloque Bar, del cual ya os hablamos en nuestro artículo de «el lugar de Valencia donde la gastronomía y el patrimonio se fusionan«, a pesar de que hoy en día se conservan pocos tras la construcción de nuevos edificios.
La función principal de los refugios era amortiguar el impacto de los proyectiles que se lanzaban desde los aviones contra la población civil, tanto por el impacto directo como por los efectos de la onda de explosión. Quienes encargaron realizar estos espacios, sabían lo que tenía que venir: se sabe que Valencia sufrió en total unos 442 bombardeos desde principios de 1937 hasta el 27 de marzo de 1939, los cuales dejaron un total de 847 muertos en la ciudad, 930 edificios destruidos y más de 2800 hospitalizados. Cifras que recoge un estudio del que se hizo eco Las Provincias.
La construcción era importante para estos dos requerimientos, donde se disponía de una importante capa de protección en los techos de éstos mediante celdas de hormigón que en ocasiones se rellenaban de arena o, incluso, algas, donde por debajo de ponía un elemento más resistente formado por una losa de hormigón armado de 70 cm. de espesor como mínimo.
Tanto los refugios abovedados (principalmente en jardines o patios de escuelas y mayoritariamente subterráneos) como los adintelados (construidos mediante una losa de hormigón armado sustentada por robustos pilares), disponían de sistemas de ventilación con salidas a la superficie o también con ventilación forzada con maquinaria calculada, además de que la gran mayoría indicaban la entrada al refugio mediante rótulos con letras Art Decó, fácilmente reconocibles para quien buscara uno en un momento extremo. En algunos de ellos había wc y cocina, además de estancias que pudieron haber servido para otro tipo de menesteres (como el de Birlibirloque Bar). Mención también para aquellos que disponían de bancos de madera o de hierro adosados a las paredes para que la gente pudiera sentarse.
Entre los numerosos refugios que se encuentran en Valencia (podéis ver la ficha de cada uno de ellos presionando sobre el número en negrita), todos ellos Bienes de Relevancia Local, destacan:
- Refugio antiaéreo de la c/Alta 33, esquina con c/Ripalda. Este refugio, tras la riada de 1957, fue limpiado y acondicionado por la Falla Ripalda Sogueros (1)
La historia del refugio antiaéreo convertido en casal fallero, el refugio de Ripalda
- Refugio antiaéreo en la c/Espada 22, privado, con capacidad para 380 personas y en mal estado (tapiado y en su interior con numerosas pintadas debido a su utilización como recinto de ensayo de un grupo de música) (2)
- Refugio antiaéreo del Colegio Gran Asociación (c/Blanquerías, 12), que ha sido acondicionado para vestuarios y dependencias del centro (3)
- Refugio antiaéreo del Instituto Luis Vives (c/San Pablo, 4), es uno de los más conocidos y el que más capacidad dispone, de todos los conocidos hasta ahora (si pinchas aquí podrás ver un artículo con numerosas fotos). Se suelen realizar visitas culturales y está totalmente acondicionado (4)
- Refugio antiaéreo Calle Serranos 25 (fue utilizado como casal fallero, encontrándose actualmente en estado de restauración tras un largo periodo de abandono) (5)
- Refugios antiaéreos de Gran Vía Germanías y Gran Vía Marqués del Túria (6)
- Refugio Grupo Escolar Balmes (c/ Pintor Salvador Abril, 25). Este refugio destaca por las inscripciones que pueden leerse en su interior (capacidad 1000 niños o alejarse de esta puerta un metro para facilitar la entrada del aire). Fue descubierto tras las obras del colegio en 2003 (7)
- Refugio antiaéreo del Colegio Jesús y María. Antiguo Grupo Escolar Blasco Ibañez (Gran Vía Fernando El Católico, 37) (8)
- Refugio antiaéreo c/Ruaya frente a c/Pepita, situado bajo el pavimento de la calle NO VISITABLE (9)
- Refugio antiaéreo del Real Monasterio de la Trinidad, situado en c/La Trinitat 13 (10)
- Refugio antiaéreo Antiguo Escolar Grupo Libertad en c/Visitación, 13 (11)
- Refugio antiaéreo Instituto El Grao en c/Escalante, que fue utilizado como casal fallero y ahora integrado en el centro (12)
- Refugio antiaéreo en el interior del ayuntamiento de Valencia (13)
- Refugio antiaéreo en el interior de Birlibirloque Bar, calle de La Paz. Se puede ver si uno cena en el precioso espacio que hay en el subterráneo (catas, celebraciones especiales, eventos que realiza el restaurante, etcétera) (14)
- Refugio antiaéreo que sera visitable tras la restauración de Bombas Gens como centro de la Fundació Per Amor a l´Art (15)
- Refugio antiaéreo de la Falla Plaza Santa Cruz de Valencia (plaza Santa Cruz) (16)
- Numerosos usuarios nos comentan refugios como el del Teatro Olympia, las Torres de Serranos (que sirvieron también como refugio), uno desaparecido en la Avenida del Puerto, otro en los poblados marítimos o el de la calle Ciscar nº33-35, entre tantos comentarios que hemos recibido.
Existen numerosos refugios más, muchos de ellos de carácter privado. El mejor libro para conocerlos todos es «Guía Urbana. Valencia 1931-1939, (2a ed.): La ciudad en la II República», escrito por Lucila Aragó Carrión, Jose Mª Azkárraga Testor y Juan Salazar Bonet. En el podréis ver con todo lujo de detalles muchos refugios y sus ubicaciones, sobre todo los desaparecidos.






La rehabilitación del refugio antiaéreo de Massarrojos acabará en junio
Se sabe que la lista de refugios en Valencia fue muy grande, concentrados la gran mayoría en el centro de la ciudad, aunque algunos de ellos se dispusieron en las pedanías y en barrios más alejados del centro. Hoy muchos de ellos han desaparecido y puede que jamás sepamos con exactitud el número de refugios que se construyeron por entonces, dado que muchos de ellos pudieron ser clandestinos, además de que se tiene la certeza de que la gran mayoría siguen ocultos a la espera de que alguien los descubra. Por cierto, se cree que la calle de La Paz está plagada de ellos, donde podría ser que un largo túnel conectara con cada uno de los refugios que hay en los edificios, los cuales conducirían hasta la antigua Capitanía General de Valencia (el Real Convento de Santo Domingo).
Fotografías de portada:
- Fotografías de un refugio antiaéreo en Valencia José M. Azkarraga – 29 de abril de 2004
- Una comisión celebra las Fallas en un refugio de la Guerra Civil, La Vanguardia
- Valenciabonita.es
Fuentes:
- CATÁLOGO ESTRUCTURAL DE BIENES Y ESPACIOS PROTEGIDOS, ayuntamiento de Valencia.
- LOS REFUGIOS ANTIAÉREOS DE VALENCIA: DEL OLVIDO A LA RELEVANCIA LOCAL, por Francisco Taberner Pastor y MªTeresa Broseta Palanca – Instituto Universitario de Restauración de Patrimonio. Universitat Politècnica de València.
- Aragó Carrión, Lucida; Azcarraga Testar, J. Mª; Salazar Bonet, Juan. Guía urbana. Valencia 1931 – 1939:La ciudad en la II República. Universidad de Valencia 2007, 1ª edición.
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En la calle Ciscar,33-35 había uno muy grande en el sótano de estos edificios. Hace años que en ese local hay un Mercado a. No sé qué habrá pasado con el refugio
Muchas gracias por el aporte Begoña. El mejor libro para conocerlos todos es «Guía Urbana. Valencia 1931-1939, (2a ed.): La ciudad en la II República».
Articulazo, enhorabuena, menudo curro os habéis metido
Ojo, el de la Trinidad conserva incluso el sistema de ventilación original y la capa de barro cuarteado que dejó la riada del 57. Lástima que no sea visitable (conozco estos datos por boca de Jose Akkárraga)
Curioso detalle. Muchas gracias por tu aporte helen. Un saludo
El refugio de la calle Serranos antes de ser Casal fallero fue del frente de juventudes (luego OJE) y tenía sala de juegos y una buena biblioteca juvenil, allí pase muchas horas jugando al ajedrez y leyendo TBO y hazañas bélicas y otros
Efectivamente, en Calle de la Paz hay varios refugios. En el que he tenido oportunidad de acceder, no existe túnel que lo conecte con otros.
Gran artículo.
En la calle Cuenca, en el colegio ‘Luis Vives’, hubo un refugio que se usó como trastero y se tapó con cemento a finales de los años 70.