- ¿Sabíais que el Día del Libro, incluso la festividad de Cataluña de regalar una rosa con un libro, es un invento valenciano?
Vicente Clavel Andrés, escritor, traductor, periodista y editor valenciano afincado en Barcelona, fue el impulsor de este día internacional, con el objetivo de promover la cultura y la lectura, con el fin de que el resto del mundo tuviera un acceso universal a las letras.
Republicano convencido, vivió largos años en Barcelona. La primera propuesta del valenciano aparece en la memoria de la Cámara Barcelonesa en el año 1923, fecha en la que se recoge la iniciativa de Vicent Clavel de crear un Día del Libro Español para el 7 de octubre, fecha barajada, por algunos historiadores, como la del nacimiento del literato Miguel de Cervantes, inspirado por la obra maestra de este escritor, don Quijote de la Mancha (a pesar de esta afirmación, según el instituto Cervantes, Miguel de Cervantes es bautizado en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor (Alcalá de Henares) el 9 de octubre, por lo que se supone que debió de nacer el día de San Miguel, 29 de septiembre).
Volviendo al tema que nos concierne, ese año, 1923, nada se sacó en claro, ya que el proyecto pasó a estudio pendiente de decisión. No es hasta dos años más tarde, un 2 de febrero en 1925, cuando el valenciano don Vicent Clavel vuelve a proponer un Día del Libro Español, aunque no fue hasta el día 6 de febrero de 1926 cuando el rey, Alfonso XIII, firmaba por Real Decreto, firmado por Vicente Clavel, la “Fiesta del Libro Español”.
Entre los distintos artículos que componían el decreto se indicaba que:
“Anualmente y en conmemoración de esta fiesta deberán crear las Diputaciones provinciales una biblioteca popular, por lo menos, en el territorio de su provincia respectiva” (Articulo 10).
“En los establecimientos de Beneficencia se procurará celebrar la fiesta del libro, o cuando menos, repartir lectura entre las personas que en ellos se hallen acogidas” (Articulo 7).
“La primera fiesta del libro se celebrará el día 7 de Octubre de 1926. Los Jefes de los Departamentos y los de los servicios a los que afecte este Real decreto, así como las Diputaciones provinciales y los Ayuntamientos, prevendrán todo lo necesario para que en los próximos Presupuestos se tengan en cuenta las obligaciones que se derivan del cumplimiento de lo preceptuado a fin de que la primera fiesta anual del libro revista toda la brillantez que su importancia requiere” (Articulo 15).


Posteriormente, por Real Orden de 26 de julio, se crea un Comité Oficial del Libro para organizar y difundir la citada fiesta. El interés del gobierno de entonces por celebrar esta conmemoración fue importante, y en tal sentido en los meses de septiembre y octubre vuelven a dictar una serie de medidas, siempre en la línea de las ya emitidas anteriormente, para estimular la industria editorial española y para la difusión de los valores literarios y culturales españoles e hispanoamericanos.
Sin embargo, no es hasta 1930 cuando se instaura definitivamente el día 23 de abril como Día del Libro, donde se sustituye la propuesta por la que había hasta entonces, que era la del 7 de octubre.
Muchos atribuyen este cambio a la creencia de que ese día, un 23 de abril pero en 1616, murió Cervantes. Sin embargo, como sabréis muchos, Cervantes murió un día antes: el 22 de abril. Resulta que el viernes 22 de abril, Miguel de Cervantes rindió el último suspiro. Al día siguiente, en los registros de San Sebastián, su parroquia, se consigna que su muerte ha ocurrido el sábado 23, de acuerdo con la costumbre de la época, que sólo se quedaba con la fecha del entierro. Debido a este motivo, como se sabe, es ésta última la que se conoce hoy en día, y en que se celebra cada año en España el Día del Libro.
Y finalmente, ya en nuestros tiempos, en 1995 fue cuando se tuvo en cuenta el mismo 23 de abril para el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, día que coincide con el fallecimiento de William Shakespeare en la historia. Aquí, como con Cervantes, tenemos otro pero en la historia. Resulta que, por entonces, dicha fecha de la muerte de Shakespeare estaba regida por el calendario juliano, y para que entendáis esto se traduce en que en nuestro calendario, el gregoriano, la fecha actual sería el 3 de mayo.
¿Sabías que el Día del Libro Español tiene un himno?
Con motivo del nacimiento del Día del Libro Español, ese mismo año, en 1926, el poeta Julio Menéndez García compuso el Himno al Libro, el cual, tal y como nos cuentan desde el eldiariodechon.blogspot.com.es, fue publicado el día 09 de octubre de 1926 en La voz de Peñaranda.
HIMNO AL LIBRO
En himnos fervientes cantemos al libro;
loor a Cervantes ingenio, español;
por la alta cultura constantes velemos
y vibre en nuestra alma de España el honor.
Preciados tesoros los libros encierran,
guardando en sus hojas del mundo el saber,
pues ellos conservan las piedras preciosas
del Templo del Arte, la Ciencia y la Fé.Sus bellas ideas deleitan e instruyen;
orientan al hombre por rectos senderos
que el alma encaminan al Trono de Dios.Surgida la imprenta, cundió el libro bueno,
que es arca sagrada del cielo joyel;
el hombre prudente lo estudia y conserva
hallando en su esencia su amigo más fiel.El joven que abriga amor a los libros
y liba en sus hojas que pétalos son
la miel de la ciencia, cual dulce ambrosía,
será coronado de gloria y honor.La patria nos pide que amemos al libro,
que encierra el tesoro del patrio solar,
sigamos su curso, bebamos, sedientos
en sus puras fuentes feliz manantial.Fundad bibliotecas de sana lectura;
honrad al Gobierno que el libro ensalzó,
creando su Día, buscando en su seno,
de España el progreso con férvido amor.
La infancia que extrae de puras fontanas
las máximas bellas del noble vivir
es prenda segura de paz y armonía,
aurora esplendente de vida feliz.
Guirnalda de rosas corone las sienes
y un nimbo de gloria circunde la faz
de cuantos tributo de ciencia llevaran,
en mística ofrenda, de España al altar.
Sobre Sant Jordi:
La fiesta de Sant Jordi se celebra en Cataluña el 23 de abril, día en el que murió el caballero San Jorge, conmemorando así la muerte del santo ocurrida un 23 de abril en el año 303 d.C. El santo, que estaba bajo las órdenes del emperador Diocleciano, se negó a seguir la orden de perseguir a los cristianos, por lo que fue martirizado y decapitado. Muy pronto lo empezaron a venerar como mártir y enseguida aparecieron historias fantásticas ligadas a su figura, siendo canonizado en el año 494 por el papa Gelasio I, mas lo incluyó junto con «…aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son conocidos por Dios».
A pesar de la devoción de este santo durante muchos siglos, no es hasta bajo el reinado de Juan II cuando las cortes catalanas acordaron en el año 1456 que San Jorge fuera el patrón en esa zona de la Corona de Aragón, donde más tarde se extendería a todo el Reino de Aragón al adoptarse lo acortado en las Cortes celebradas en Calatayud, Zaragoza, en 1461.
Es durante la Edad Media también, durante el siglo XV, cuando al parecer se relaciona el origen de que el hombre regale una rosa a la mujer. Esto se deduce por diferentes versiones que atribuyen esta costumbre a las ferias de las rosas que tenía lugar en Barcelona en aquella época, donde a las mujeres que el 23 de abril asistían a la misa oficiada en la capilla de Sant Jordi del Palacio de la Generalidad de Cataluña se les regalaba una rosa.
Sin embargo, no es hasta la propuesta del valenciano Vicente Clavel cuando existe la costumbre de regalar rosas y libros entre parejas y personas queridas el 23 de abril, convirtiéndose en una de las jornadas populares más celebradas de Cataluña. La idea original del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, vio finalmente la luz, por primera vez, el 7 de octubre de 1927, un año después de la oficial en toda España.
¿Quién era Vicente Clavel Andrés?

Vicente Clavel fue amigo de Blasco Ibáñez, con quien aprendió el oficio de editor en la editorial Prometeo de Valencia. Desde muy joven, ya en 1902 colaboró con artículos en diarios, en El Pueblo en 1906 cuando lo dirigía Félix Azzati (1874-1929), y en revistas literarias, tarea que siguió después compaginando con la labor al frente de su editorial, fundada en Valencia en 1916. Dos años después se trasladó a Barcelona, comenzando una carrera brillante e imparable como editor. Fue consejero y vicepresidente de la Cámara Oficial del Libro de Barcelona desde su creación en 1922. Pronto destacó también como autor literario. Empezó escribiendo en valenciano la novela Noche Buena (Valensia: El Cuento del Dumenche, 1914). En 1934 ganó un accésit de 100 pesetas, concedido por la Cámara Oficial del Libro de Madrid, por el artículo “La voz del libro” [ABC, 28/04/1934], enviado para el concurso con motivo de la fiesta del libro. Entre la obra propia de Vicente Clavel tiene una colección de relatos infantiles, publicados…
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