- La Casa de Ejercicios Espirituales de La Purísima de Alaquàs tiene una gran historia en sus más de 100 años de antigüedad. En la actualidad, los jesuitas mantienen su actividad como centro destinado a la labor pastoral y casa de ejercicios –además de la propiedad– tras más de un siglo con esta labor. La Purísima casi siempre ha tenido el mismo uso, a excepción de los años de la Guerra Civil española, donde se convirtió en cárcel para mujeres del Bando Nacional o, posteriormente, sede del Estado Mayor del Grupo del Ejército de la Región Central de la República –mencionando, además, los hechos de 1975 conocidos como «els deu d´Alaquàs«-.
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Tras nuestra visita a La Purísima, os podemos decir que pudimos percibir la paz que transmite el lugar. Un rincón muy especial, con un gran historia que contar, además de un bello edificio modernista que, desde hace un par de décadas, está rodeado, por desgracia, de adosados que desentonan por completo con la estética de un edificio protegido.
La historia de este lugar comienza a principios del siglo XX. El diseño del edificio de los Jesuitas en Alaquàs fue realizado por el destacado arquitecto valenciano Manuel Peris Ferrando, nacido en Valencia 1872, que estudió en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, obteniendo su título de arquitecto en 1898. Este es considerado por el catedrático en Historia del Arte Daniel Benito Goerlich, discípulo y receptor de las influencias del maestro del modernismo catalán Montaner.
Peris Ferrando proyectó construcciones modernistas muy interesantes en Valencia ciudad, caracterizadas por su decoración naturalista, como la Casa Ortega (1904-1906) en Gran Vía Marqués del Turia, 9; o la Casa de Punt de Ganxo (1905-1906) en la plaza de la Almoina, 4. Pero también es autor de numerosos edificios religiosos, «Fundamentalmente colegios y conventos», además de ser arquitecto diocesano desde 1927 -participó también en la reforma de carácter modernista en la escalera y en el patio de acceso del antiguo Palacio de Cervelló, actualmente Archivo Histórico Municipal en plaza de Tetuán número 3; en la construcción de la Casa de Salvador Llop de la calle de Jorge Juan nº13 en 1911; o en la reforma del edificio construido en calle Pascual y Genis número 21, conocido como «Colegio Notarial», entre 1883 y 1887 por Joaquín María Belda Ibáñez, al que aumentó el número de plantas y rehizo la fachada en 1924-.
De hecho, también proyectó, en la comarca de l´Horta, otros edificios como el convento de Carmelitas Descalzas de Manises (1926-1927), en colaboración con su hijo, Manuel Peris Vallbona, edificio hoy reconvertido en Casa de la Cultura y Juventud; o el Colegio del Santísimo Cristo de la Fé de Alcázar (1912-1913). El arquitecto murió en 1934 a los 62 años.
Manuel Peris Ferrando (Valencia, 1872 — 1934), fue un arquitecto que nació en Valencia el 19 de noviembre de 1872. Estudió en Barcelona, donde recibió la influencia de Domènech i Montaner y fue compañero de Francisco Mora Berenguer. Se graduó en 1898. Participó en la explosión del modernismo valenciano en Valencia, fue arquitecto diocesano, municipal y de la Caja de Ahorros, así como concejal del ayuntamiento.
Volviendo a La Purísima, la edificación principal, que es la que más destaca dentro del conjunto, es de planta baja, dos alturas y cuarto, está rematada superiormente por una azotea y en origen podía albergar unas 50 personas. Esta quedó envuelta, excepto por el sur, de un jardín, cerrando el conjunto un muro de mampostería y ladrillo. Además, primigeniamente, disponía de una parcela anexa por la parte delantera que quedaba dentro del recinto, destinada a huerto.


El conjunto fue construido entre 1904 y 1906 y su estilo pertenece a el historicismo de carácter medievalista de finales del siglo XIX y principios del XX. La edificación principal está formada por un cuerpo transversal de corta longitud a lo dispuesto perpendicularmente otro con orientación norte-sur que queda a su vez ortogonal a otro volumen con dirección este-oeste, formando una «L».

Dentro de esta, destaca por su composición, la fachada principal orientada al este, formada por tres partes. Primeramente destaca la ubicada más al norte, de forma vertical, flanqueada en sus extremos por dos torreones remates superiormente por un capitel que rodean una cerradura central reculado y acristalamiento que queda coronado por un arco de medio punto y que en la parte inferior presenta un balcón curva sustentada a su frente por dos columnas que cubre el acceso principal al edificio; a este le sigue por la izquierda otra parte de forma horizontal, la más ancha, compuesta por un pórtico con seis arcadas de arcos rebajados a su frente, que se utilizaba como aparcamiento de vehículos y sobre el que se dispone una terraza, quedando el muro de fachada desplazado hacia el interior; y a continuación, cierra esta fachada una última parte vertical que en general repite el tipo de ventana que rodea el edificio, excepto en la su parte superior que queda más singularizada por diferentes combinaciones de ventanas pequeñas, arcos decorando un remate de forma triangular en el tercio
central. Tanto esta fachada este como el resto, quedan singularizadas por su recién mampostería encarada con sinuosas juntas de mortero próximas al organicismo del Art Noveau. La misma aparece combinada con diversas disposiciones de aparatos de ladrillo visto, el buscado de sus numerosas ventanas, a las barandillas de las azoteas, en algunas franjas horizontales y verticales y en los arcos, que recuerdan motivos mudéjares o de la «Arquitectura de ladrillos del siglo XIX» tan practicada en el Madrid de la época y que, según Adell Argilés, se encuentra dentro del movimiento europeo de las últimas décadas de esta centúria.





Este acabado de la Casa de Ejercicios Espirituales La Purísima, que se repite a la arquitectura religiosa de la época, tiene como referente las Escuelas Teresianas (1888-1894) del arquitecto Antoni Gaudí i Cornet (1852-
1926), otorgándole un aspecto de fortificación que transmite sinceridad, sencillez y economía constructiva. El mismo acabado estuvo presente en diferentes edificios religiosos realizados por Peris Ferrando en Valencia como el desaparecido «Convento de San José» de religiosos capuchinos (1912) en la calle Cirilo Amorós esquina Conde Salvatierra o el «Colegio de Salesianos de San Antonio Abad» en el calle Sagunto, 190 (1916) (antiguo colegio «Santo Domingo Sabio»).
Destaca, mención aparte, la visita de Francesco Ragonesi (Bagnaia, 21 de diciembre de 1850 – Poggio a Caiano, 14 de septiembre de 1931) en abril de 1914 a La Purísima. Francesco fue un cardenal italiano que fue Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Sirvió como nuncio en España, con facultades de legado a latere, desde 1913 hasta 1921.

Por otro lado, la construcción entre 1918 y 1919 del chalet o palacete Giner-Cortina de Torrent, frente a esta «Casa», está directamente relacionada con la misma, ya que Manuel Peris Ferrando era amigo tanto de la familia promotora del «palacete», encabezada por el matrimonio entre José Giner Viguer y María Cortina Pérez, como del hermano de ésta, José Mª Manuel Cortina Pérez, arquitecto de esta residencia de veraneo. De hecho, los dos edificios comparten importantes similitudes en su sistema estructural: por una parte en la utilización de arcadas interiores para sustentar sus cubiertas, inspirado en el de la Mezquita de Córdoba, y por el otro en sus elementos de mampostería encarada.
Según la declaración conservada en el Archivo Histórico Nacional, del superior de los padres Jesuitas de «La Purísima», Ramón Mas Alcañiz, la Orden de los Jesuitas fue exclaustrada del edificio debido a la aprobación de la Constitución Española de la Segunda República en diciembre de 1931 y al Decreto de enero de 1932. Estas normas promulgaron la disolución de la Compañía de Jesús y la confiscación de todos sus bienes, por lo que las autoridades previeran que se ubicara en la construcción una colonia escolar que según estima el investigador Salvador Císcar, nunca llegó a funcionar.
«La Purísima» sufrió obras de adaptación para convertirla en prisión a partir de mediados del año
1937. Se dice que, además, bajo de la edificación principal de este conjunto se construyó un
refugio antiaéreo -el cual aún conserva hoy en día uno de sus accesos y que pudimos visitar- y fueron continuadas las obras entre mayo y julio de 1938, probablemente para adaptar las instalaciones para albergar el Estado Mayor del Grupo del Ejército de la Región Central. Cabe la posibilidad, tras hablar con expertos, que dicho «refugio» no fuese construido en 1937, pues no presenta la tipología parecida de otras construcciones, además de que su recorrido, formando galerías y pasillos, es el mismo que el edificio pero bajo tierra -la curvatura de su fachada-, dando que pensar si ya sería construido de origen a la vez que el mismo edificio a principios del siglo XX. Conclusión: es cimentación original aprovechada como refugio posteriormente.

En los últimos meses en que aún funcionó La Purísima como cárcel de mujeres del Bando Nacional -siguiendo con el discurso del investigador Salvador Ciscar y una vez se había decidido trasladar a las prisioneras en la Casa de Reforma de Cehegín (Murcia) y en la Prisión Provincial de mujeres de Valencia a julio de 1938-, el edificio pasó a albergar el Estado Mayor del Grupo del Ejército de la Región Central de la República, la conocida como Posición Pekín, el nombre en clave de la sede mencionada del Estado Mayor.
Al mando de este cuartel se encontraba el Teniente Coronel Manuel Matallana, quién había sido designado a ese puesto por el mismo General Miaja en abril de 1938. Matallana, por lo tanto pasó a ocupar el cargo de jefe del Estado Mayor.
Desde esta posición, las funciones de Matallana fueron coordinar y dirigir los ejércitos de Levante, Andalucía, Extremadura e interior. A parte de esto, Matallana tenía un ayudante, Francisco Gómez, y ambos se encargaron de la gestión de documentos, enlazar los distintos ejércitos, poner en comunicación a unidades dispersas, etcétera…Esta era la función que se realizaba desde la “Posición Pekín”.
Tras la Guerra Civil, el edificio recuperó su función original como casa de ejercicios. De hecho, según Juan Luis Corbín, en enero de 1941, San José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, actuó allí para algunos
sacerdotes de director espiritual en la «Semana del Consiliario».

María Escrivà de Balaguer en 1941. (Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu)
La antigua casa de los Jesuitas en Alaquàs sufrió, muy probablemente en los años 70, una rehabilitación que le restó autenticidad, sobre todo interiormente, en la que además se sustituyeron las carpinterías de las ventanas y las puertas y se instalaron los huecos de fachada rejas y persianas.
A principios de los años 90, el Plan General de Ordenación Urbana (P.G.O.U.) de 1990 protegió las fachadas y elementos exteriores del edificio, aunque también otorgó a su suelo un uso «Residencial extensivo», lo que posibilitó, a la su parte delantera dedicada a huerto y en su entorno, la construcción de decenas de adosados, que hoy conforman el Barrio de la Purísima. Esta afección urbanística en el entorno del monumento le hizo perder su carácter aislado del centro urbano y parte de su valla primigenia. Además, en este periodo se realizó una edificación impropia de caravista moderno, adosada por la parte trasera al cuerpo donde se encuentra el acceso principal al edificio. Probablemente también en este momento, se sustituyó la estructura de madera de gran parte de su cubierta, por una nueva de viguetas y bovedillas de hormigón.
El P.G.O.U. de Alaquàs aprobado el pasado mes de abril de 2015 de forma definitiva, protege como Bien de Relevancia Local, con nivel de protección ambiental, la Casa de Ejercicios Espirituales «La Purísima», previendo, además, que en un futuro sus interiores alberguen un uso dotacional educativo-cultural como es el tercer instituto del municipio -donde el gobierno local pretende que el recinto sea el instituto de secundaria Ernest Lluch- y un centro social para al barrio -. Algunos están de acuerdo con el nivel de protección, pero no así con mencionado proyecto de ejecución, siempre y cuando sean compatibles con sus valores culturales y no suponga el total vaciamiento del interior del monumento y en consecuencia, la desaparición de sus partes interiores originales que todavía se conservan, como es el caso de parte de su singular sistema estructural.
Tal y como nos comentan los amigos de MagnificArt Restauradors S.L., la Purísima cuenta con una interesante colección de obra pictórica y escultórica, casi toda ella del s. XVIII, proveniente en muchos casos de la Casa Profesa de los jesuitas en Valencia. En ella se reúnen un alto número de lienzos y esculturas, casi todos ellos con la temática jesuítica, siendo destacables diversas esculturas de San Ignacio de Loyola o San Francisco Javier.

En estos momentos, tras nuestra visita y comprobar el estado del edificio -muy bueno, además con un buen mantenimiento- los jesuitas mantienen su actividad como centro destinado a la labor pastoral y casa de ejercicios -además de que no están dispuestos a perder la propiedad-. La Purísima casi siempre ha tenido el mismo uso, a excepción de los años de la Guerra Civil. Es, curiosamente, la única instalación de ese tipo que tienen los jesuitas en el área de Aragón, a la que pertenece la Comunitat Valenciana.
LA CÁRCEL DE LAS «DAMAS DE ESPAÑA»:
La Purísima, con la llegada de la Guerra Civil española, sufrió un cambio radical de funcionalidad al ser destinada a albergar un campamento, o prisión de mujeres mejor dicho, de afiliación franquista, desde el 7 julio de 1937 al 3 julio de 1938.
Pillar Millán Astray, Rosario Queipo de Llano, Pilar Jaraiz Franco, Carmen Primo de Rivera, Amelia Azarola (viuda de Ruiz de Alda), Rosa Aranda, Margot Larios o María Teresa Lucia, son sólo algunos de los 613 nombres de mujeres que permanecieron en La Purísima de Alaquàs, la casa de ejercicios espirituales de los jesuitas en el municipio valenciano. El edificio se convirtió entre los meses de julio de 1937 y 1938 en una prisión única en Europa. 12 meses de actividad carcelaria y para la propaganda durante los que el régimen democrático invitó a los corresponsales de guerra franceses y estadounidenses, entre otros, a comprobar «el generoso trato que la República dispensa a los familiares de sus enemigos».
Así funcionaba la cárcel de ‘las mujeres de Franco’ en Valencia, Valencia Plaza

Una prisión que regentó el Gobierno de la República para mujeres de la alta sociedad, vinculadas a líderes del Bando Nacional. En sus celdas estuvieron desde la sobrina de Franco, Pilar Jaraiz; Rosario Queipo de Llano, hermana del general Queipo de Llano; Carmen Primo de Rivera, María Primo de Rivera i Margot Larios, hermana, tía y cuñada, respectivamente, de José Antonio Primo de Rivera; o Pilar Millán Astray, hermana del hasta ahora general fundador de la Legión, José Millán Astray.
Dado que las cárceles de la capital de Valencia estaban totalmente masificadas –aunque se habían ubicado nuevos espacios para controlar los presos- y los bombardeos ponían en peligro a las prisioneras familiares de altos cargos del bando sublevado que podían ser objeto de intercambios, se optó por el proyecto de reforma de la La Purísima de Alaquàs. De este modo, el 4 de junio de 1937, quien fue nombrado director del
campamento don Julián Moreno, confirmaba la cesión de la antigua casa y los dudas que tenía de cómo habilitar el espacio del que se disponía:
«Habiéndose efectuado la formal cesión por el Consejo Municipal de Valencia, del edificio destinado a Campamento de Prisiones por ese Centro Directivo y existiendo en los terrenos anejos al mismo comprendidos dentro del muro primitivo de mampostería cultivos de huerta, naranjos y otros árboles frutales, que aun casi abandonados y a punto de perderse vienen cultivándose; ruego a V. I. se digne indicarme si se han de seguir cultivando…los frentes del edificio están destinados a jardinería hoy en lamentable abandono y espera de esa superioridad la oportuna autorización para poner estas parcelas en condiciones tanto de estética como de salubridad ya que hoy son viveros de mosquitos […] En la parte alta de este edificio existe un desván o sobrado que reúne unas condiciones inmejorables para la instalación de un palomar…»
Don Julián Moreno también propuso en otra carta -fechada el mismo día- la instalación en los terrenos que rodeaban el edificio de un gallinero con capacidad para 200 animales. Sus razones eran suficientemente convincentes:
«Se Permite que indicar esta dirección que la explotación de estas aves habrá ser de positivo resultado económico dado el precio que en la actualidad se cotizan en el mercancías tanto la carne como los huevos, considerando que una vez en marcha todos los servicios de este establecimiento, la manutención de las mismas habrá de hacerse con poco coste aprovechando las sobras del rancho, pan, etc.
Estas declaraciones confirman que las primeras reacciones fueron totalmente previsibles y lógicas: era necesario adecuar la antigua casa de Jesuitas para responder a los nuevos requerimientos tanto en relación con el espacio que rodeaba el conjunto como, sin duda, del lugar físico donde debería vivir y donde transcurrirían las principales actividades. Por esta razón se encargó un proyecto al que, en aquellos momentos, ocupaba el cargo de arquitecto de la Dirección, Leopoldo Blanco Mora.
Tal y como se observa en los planos de «La Casa d’Exercicis Espirituals «La Puríssima d’Alaquàs». Contextualització històrico-arquitectònica d’un edifici adaptat com a presó de dones durant la Guerra Civil Espanyola.«, en la planta baja del edificio, Leopoldo Blanco dispuso algunas de las dependencias más importantes del conjunto como fue una sala para las visitas, los dormitorios de los funcionarios que trabajaban en la cárcel, una estancia para el oficial que estaba de guardia, una cocina, despensa y duchas. Para realizar
todo ello, parece que las obras no se preveían muy complejas ya que los espacios preexistentes podían aprovecharse. No ocurría lo mismo en el caso del pabellón que se planteó a la izquierda del edificio principal -separados ambos por un sufrimiento y que se debería construir completamente nuevo-. En este espacio
con forma de «U» y dividido en dos partes iguales se construirían dos cocinas, un dormitorio, una habitación para el oficial de guardia y un dormitorio para el resto de oficiales encargados de la seguridad del conjunto.
Es muy probable que los dos pisos superiores quedaron destinados a albergar los dormitorios o celdas de las prisioneras y que también se dispusieron baños y duchas. El hecho de plantear esta hipótesis viene dada por los planos localizados donde el arquitecto diseñó las secciones verticales de una depuradora
de aguas residuales. Concrétamente planteó una cámara nitrogenada con conducción de tuberías -representadas mediante pequeños círculos-, dividida en dos partes para conducir los residuos sólidos en un espacio y el agua al otro. Además, el hecho de incluir dichos diagramas de las medidas de hierro necesarias para reforzar paramentos refleja que esta obra era precisa.


Del mismo modo, una de las primeras medidas que tomó el arquitecto –aprobada el 22 de junio de 1937- fue pedir presupuesto para instalar un buen sistema de canalización que asegurara la distribución de 12.000 a 16.000 litros de agua por hora en el campamento desde un pozo que se encontraba a 32 metros de profunditad. Fue la empresa Bombas Ideal S. L. -especializada en manufactura de bombas y de maquinaria hidráulica- la encargada de suministrar todos los materiales en un plazo de 15 o 20 días.
Las obras deberían llevar a plazo en muy poco tiempo ya que pocos días después -el 6 de julio- el Director General de Seguridad del Ministerio de Justicia don Vicente Sol enviaba una carta a Alaquàs informando de que un total de 100 presas iban a ser conducidas desde Valencia:
«Dado el excesivo número de reclusas que alberga la Prisión de Mujeres de esta Capital, se hace preciso el urgente traslado de cien de ellas al edificio dependiente de este centro en Alaqupas, situado en la carretera de Torrent ».
Es complicado saber cómo encontraron aquellas mujeres la antigua casa habilitada como cárcel a los momentos iniciales pero, dados los hechos que ocurrieron poco después, es muy probable que nada o muy poco se hubiera avanzado y que la construcción no estuviera dispuesta como era preciso.
Esta afirmación la corrobora el hecho de que, sólo un mes después de esta fecha -a 11 de agosto-, el mismo don Vicente Sol transmitía al Director General de Prisiones los siguientes hechos:
«En cuanto a las obras que se vienen realizando en Alaquàs, he informado varias veces a V. E. del estado en que se encontraban, y mi interés porque se activaran todo lo posible lo demuestra el hecho de que en cuarenta y cinco días y a pesar de la agobiadora labor que sobre mi pesa, he realizado cinco visitas al establecimiento, y, ante la lentitud desesperante con que se llevan a cabo, me he visto obligado recientemente a separar del servicio de Prisiones al Arquitecto que las dirigía, Sr. Blanco, designando por Orden fecha 8 del actual, para sustituirle, al Sr. Rieta, que hoy mismo se ha encargado de dirigirlas. En breve, confío poder comunicar a V. E. la terminación de las mencionadas obras»
Madeleine Jacob hizo referencia a La Purísima en un artículo de la serie «Images d’Espagne» del periódico Œuvre (París) publicado el 24 de febrero de 1938 bajo el título «A la prison des Dames fascistas». De manera muy amable, la autora recogió como transcurría la vida diaria de las prisioneras a Alaquàs. Además, con una clara intencionalidad de destacar y alabar el buen hacer de la República, Jacob incluyó una detallada descripción tanto del edificio como del recinto que ocupaba el penal:
«La prisión de Alaquàs se pierde entre los naranjos. Un gran parque, terrazas soleadas… La madre del general Aranda está clavada a ella en un sillón paralítico en una habitación donde el aire y el sol vienen en abundancia. He visto muchas prisiones en Francia y en otros lugares. Nunca he sabido más atractivo, menos consistente con la definición de prisión, que «damas fascistas» encerradas en la hermosa universidad en medio de naranjos y el gran parque en el que caminan a gusto. Hay algunas de ellas que trabajan en lencería. Otras que no hacen nada, u otras que se reúnen en sus habitaciones para conversar, como damas en el complejo. Bajando a la sala de ginecología, una instalación moderna, he visto mujeres demasiado rubias, una gran España, que limpiaba los lavabos donde los presos hacen sus servicios… «
Tal y como se advierte leyendo lo anterior, la imagen que se quería dar del campamento de prisioneras de Alaquàs era cualquiera menos aquella que respondía a un establecimiento penitenciaría al uso.
Otra téstigo de época fue la reclusa Rosario Queipo de Llano, hermana del general Queipo de Llano, donde en relación a la prisión y a qué aspecto tenía la antigua casa de los jesuitas de Alaquàs, relató sus primeras impresiones de la siguiente manera cuando llegó:
«Pero un día, el 6 de junio, nos dieron la noticia de que íbamos a ser trasladadas al Campamento de prisioneros de Alaquàs -¿Qué sería aquello?- nos preguntábamos todas. Las celadoras nos aseguraron que íbamos a mejorar mucho, pues la prisión estaba en un magnífico edificio de los Padres Jesuitas, en plena huerta valenciana y rodeada de un hermoso parque.
El edificio, efectivamente, era hermoso y estaba rodeado de un frondoso bosque, en el que había naranjos, palmeras, eucaliptos y un pequeño pinar por donde nos permitían pasear un rato los domingos y sábados por la tarde… A lo largo de los amplios corredores estaban las celdas, grandes y ventiladas… Destinaban a aquella prisión, según nos decían, a los prisioneros de guerra, y para ampliarla, habían levantado grandes barracones de madera cubiertos de uralita. Sobre las tapias que rodeaban el parque se colocaban a toda prisa alambradas eléctricas y garitas para los centinelas. Una multitud de obreros trabajaban en el edificio, abriendo grandes zanjas para la colocación de tuberías, donde fuera a desaguar la instalación completa de duchas, lavabos…etc., de la planta baja del edificio».
Muchas de las 613 mujeres recluidas, aunque ninguna de las más altas distinguidas, acabaron en la prisión murciana de Cehegín, en julio de 1938, donde se menciona en Valencia Plaza que las condiciones de aquel presidio, por ejemplo, «fueron especialmente duras». Un familiar de una de estas presas comunes que estuvo tanto en Alaquàs como en Cehegín, habla al diario de que «pasaron días en los que todo el alimento, por cada una de ellas, era medio tomate. Las que lograron regresar a Valencia lo hicieron físicamente en las últimas, casi irreconocibles».
SOBRE ELS DEU D´ALAQUÀS Y LA PURÍSIMA:
Por impulso de Vicent Ventura, uno de los impulsores de la Taula Democràtica del País Valencià, se planteó la necesidad de crear una plataforma que redactara un proyecto de estatuto de autonomía que sirviera para el autogobierno de los valencianos, y para subrayar la voluntad de los partidos autonómicos valencianos de dar prioridad a la autonomía en condiciones similares a los que obtuvieran otras regiones históricas y diferenciadas de España, es decir, Cataluña, País Vasco y Galicia.
La Taula Democràtica del País Valencià -la cual integraba sólo a partidos políticos y no admitía a personalidades independientes por muy prestigiosas que fueran-, fue un organismo unitario de la oposición al franquismo en Valencia formada en 1972 por los Grups d’Acció i Reflexió Socialista (GARS) de Vicent Ventura (después PSPV), el Partido Carlista del País Valenciano de Laura Pastor, la Unió Democràtica del País Valencià (UDPV), el PSOE de Josep Lluís Albiñana y Manuel del Hierro, Unificación Comunista de España (UCE), el PCE de Antonio Palomares (aunque luego se separó al constituirse la Junta Democrática), el PSAN de Francesc Candela y Escrivá y otros partidos de la extrema izquierda.
El 24 de junio de 1975, un grupo de activistas de izquierdas -entre ellos el ex ministro socialista Ernest Lluch, de ahí las ganas del consistorio socialista de llamar así al futuro instituto- celebraba una reunión clandestina para constituir el Consell del País Valencià dentro de la Casa de Ejercicios Espirituales de la Purísima de Alaquàs. La cita acabó con la detención de 10 personas, conocidos como «Els deu d’Alaquàs».
La Comisión Pro Estatuto fue convocada el 24 de junio de 1975 en la Casa de Ejercicios Espirituales de la Purísima de Alaquàs, pero por la tarde la reunión fue interrumpida por la Brigada Político-Social de la policía del régimen franquista. Los asistentes fueron detenidos y puestos a disposición del Juzgado de Orden Público, que los procesó el 3 de julio de 1975 por un delito de asociación ilícita del artículo 172 del Código Penal. Los procesados, llamados «Los diez de Alaquàs» , contra los que se decretó prisión provisional, eran: Laura Pastor Collado, Joan Josep Pérez Benlloch, Vicent Soler, Francesc Xavier Navarro Arnal, Josep Corell Martí, Ernest Lluch, Carles Dolz Soriano, Francesc Candela, Josep Guia y Carlos Manuel Martínez Llaneza. Aunque en las reuniones acudían los representantes de UDPV Ernest Sena Calabuig, Vicent Miquel i Diego, o Joaquim Maldonado Chiarri, aquel día no acudieron.
El Acto Judicial imputaba a los detenidos un delito de asociación ilícita para que la reunión tenía la finalidad de constituir el Consejo Democrático del País Valenciano con ánimo de crear un gobierno autónomo. El 12 de julio de 1975, Las Provincias publicaba un escrito de adhesión con los detenidos, y exigiría el reconocimiento de las más elementales libertades públicas. Los firmantes eran 93 profesores universitarios, entre ellos Manuel Sánchez Ayuso, José María del Rivero Zardoya, Manuel Broseta Pont, Amando de Miguel, Ferran Vicent Arche Domingo, Manuel Sanchis Guarner, Aurelio Martínez, Rafael Ll. Ninyoles, Josep Vicent Marquès, Damià Mollà, Víctor Fuentes, Josep Lluís Blasco, Alfons Cucó, Celia Amorós, Pedro Ruiz, Juan Martín Queralt, Vicent Llombart, Emérito Bono Martínez, Segon Brú, Clementina Ródenas, Luis Espinosa, Carme Alborch. Se solicitó la imposición de una pena de 3 años de prisión para cada uno de los procesados, pero la causa se sobreseyó y archivó por aplicación del indulto de 25 de noviembre de 1975, a los 5 días de la muerte de Francisco Franco.
Fuentes:
- La Casa d’Exercicis Espirituals «La Puríssima d’Alaquàs». Contextualització històrico-arquitectònica d’un edifici adaptat com a presó de dones durant la Guerra Civil Espanyola. Estudio de Tomás Roselló Jaunzarás y Desirée Torralba Mesas.
- ELS 10 D’ALAQUÀS, VICENT SOLER, Catedràtic de la Universitat de València i un d’Els 10 d’Alaquàs
- Mesa Democrática del País Valenciano
- Revista Crónica, 26/12/1937, página 2.