En Valencia somos expertos, como ocurre en otras ciudades -aunque aquí en mayor graduación-, del meninfotisme. Como muchos sabrán, el valenciano, en especial el político -independientemente de su ideología y partido al que sirve-, generalmente es un meninfot. Se la bufa, olímpicamente, lo que ocurra a su alrededor, sobre todo al que está en las instituciones públicas, ya que siempre podrá echar las culpas al anterior gobierno, y si no, en el futuro, al que venga después de cuando él que estuvo. Algo cíclico, vamos, mientras los perjudicados siempre son el ciudadano, un servicio que se pueda prestar a éste o parte de nuestra historia y cultura.
En esta ocasión, por desgracia, el afectado es un patrimonio histórico que lleva dos largas décadas completamente olvidado, algo que el antiguo consistorio liderado por el Partido Popular pasó por alto y que, desconocemos, si el actual gobierno del tripartito llegará a considerar para devolverlo a la vida que le toca -pedimos por favor, a la delegación de Cultura, como muchos otros han hecho en el pasado (somos un simple eco de todos ellos), recuperar este patrimonio y devolverlo a donde corresponde: a un centro de interpretación museístico DIGNO-.
Hablamos de los restos arqueológicos de época romana y visigoda del antiguo cauce del río Turia -donde también pueden encontrarse restos del antiguo Hospital General–, hoy convertido en Jardín del Turia. Los restos, pertenecientes a excavaciones realizadas en la plaza de la Almoina y entorno de la plaza de Zaragoza, pueden verse en cualquier momento expuestos al aire libre en el tramo 7, tramo que se ubica entre los puentes de La Trinidad y el Del Real. Quizá sea esto, el estar expuestos a cualquiera, lo que ha mermado considerablemente su estado, ya que a lo largo de los años ha sufrido todo tipo de agresiones y actos vandálicos, desde pintadas, tal y como se puede comprobar en diferentes reportajes fotográficos, como agresiones que han reducido el tamaño de algún resto.
Como ya hemos mencionado, este pequeño jardín arqueológico, de gran valor, son restos de época romana y visigoda que proceden de las excavaciones arqueológicas del solar de la Almoina, tal y como podemos ver en un reportaje de 2014 de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, al que hay que sumar las recientes fotos de don Antonio Marín Segovia, quien tomó el pasado 18 de agosto una serie de fotografías de su blog de Flickr para denunciar que ya es hora de que la Dirección General de Cultura y Patrimonio y el Ayuntamiento de Valencia adopte las medidas preceptivas para proceder a integrarlos en el Centro Arqueológico de la Almoina, todo ello previa rigurosa y exquisita restauración.
Para más inri, para añadir más hechos lamentables, los restos no aparecen señalizados correctamente para que el caminante que recorre el Jardín del Turia sepa qué son. Una auténtica vergüenza, como podéis ver en la siguiente foto.
Reiteramos, y pedimos por favor a la Concejalía de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Valencia, que tenga en consideración las numerosas voces de alarma que en el pasado no fueron escuchadas. Es un buen momento para hacerlo, antes de que sea demasiado tarde.